No hurguen en sus melismas para encontrar el arañón. Lidia Rodríguez se mueve entre sedas. No te revuelca, pero le encajan los oles en las curvas de su dulzura. No es la cantaora del siglo, pero gusta escucharla porque su cante entra de la mano con la verdad. Conoce el paño, sabe lo que canta y siempre da cuanto puede, que no es poco. Se entrega y se afana por gustar, a veces midiendo en exceso para hacerlo bien. Pero cuando se calienta, se permite despeinar su garganta y ahí te atrapa y te hace memorizarle cada gesto, cada giro, cada mueca de su cara, cada pose de sus manos, cada figura de sus labios… y a pesar de los tropezones agrada. Es una cantaora joven que quizás no gustó a los rancios acostumbrados a otras cositas en la Peña Flamenca Torres Macarena. Pero Lidia es clásica y está bien formada. Hizo un repertorio más que digno y ortodoxo. Acompañada a la guitarra por otra mujer, Carmen García, que mostró rasgueos impetuosos, compás, rajo, una buena pulsación en los bordones y algo menos potencia en las primeras, siempre servil y muy flamenca.
Era un recital encuadrado en el ciclo que la Unión de Peñas Flamencas de Sevilla le dedica a Matilde Coral. Y Ángeles Cruzado tuvo la deferencia de glosar su figura como merece en hondura y extensión, algo que escasea en otras peñas y ocasiones donde el homenaje se queda solo en el cartel o una simple cita insulsa que preludia la actuación. Gracias.
Y se hizo el cante derrochando melodía y buenos bajos con un par de malagueñas y abandolao, llamando a Bécquer como hiciera Calixto Sánchez al tomar sus letras para rizarlas con sensibilidad.
Me apropié de unos tercios que parecían arrojados a mi pecho, en primera fila:
Los errores de cualquiera
son fáciles de criticar
porque es igual que lidiá
los toros desde la barrera
porque allí no dan cornás
Y no ablandan, pero a la reflexión obligan con toda la razón.
«Cuando uno ve tanta parafernalia sobre las tablas hacen falta unas papas con huevos fritos pa refrescar. Lo de casa. Y esta paraeña gusta y sirvió para eso. Dos mujeres. Una voz y una guitarra. Flamenco sin tonterías, la dulzura de Lidia Rodríguez»
Siguió por tientos tangos meciéndose con gusto y lució con empaque en la soleá apolá echándole reaños al asunto. Siempre original y cuidando las letras. Como brilló por cantiñas, entre Sanlúcar y Lebrija o Utrera, cerrando así la primera parte.
Volvió con bamberas tornando los cambios —no me bajo del columpio— a la melodía del palo y al revés: metiendo el eres una y eres dos de Pastora con la música del remate, perjudicando un poco los fraseos.
Se atrevió por seguiriyas, siendo el palo más flojo de la noche porque echó el cante atrás queriendo buscar el dolor en la alternancia del cobijo de la pena y el grito que lamenta, pero resultó menos convincente en la colocación de cada tercio. Aunque lo resolvió apretándose en la cabal de Silverio, que la cantó fajándose y arremetiendo con enjundia. Bien le valió la osadía y tapó las deficiencias con un cierre bien enjaretao.
Terminó por bulerías subiendo al escenario a un puñao de jóvenes amigos que le hicieron compás a las palmas, algo que se echó en falta en algunas partes del recital. Pero se entiende que el caché no daría para mucho. Y de postre un regalo por fandango tras los aplausos de agradecimiento tributando a Pastora y El Pinto.
Fui a escuchar a Lidia porque tiene muchos detalles bonitos, porque cada vez lo hace mejor, porque está comprometida con el flamenco, se preocupa por estudiar, porque rezuma bonhomía, porque me gusta el cante de la buena gente y porque vino acompañada a la guitarra de una mujer. Porque casi nadie llama a las guitarristas para normalizarlo. Y hay muchas con calidad, pero siguen medio olvidadas.
Cuando uno ve tanta parafernalia sobre las tablas hacen falta unas papas con huevos fritos pa refrescar. Lo de casa. Y esta paraeña gusta y sirvió para eso. Dos mujeres. Una voz y una guitarra. Flamenco sin tonterías, la dulzura de Lidia Rodríguez.
Ficha artística
Honores a Matilde Coral
Recital de Lidia Rodríguez al cante y la guitarra de Carmen García
Organizado por la Unión de Peñas Flamencas de Sevilla
12 de octubre de 2024
Peña Flamenca Torres Macarena, Sevilla
Cante: Lidia Rodríguez
Guitarra: Carmen García