Se vislumbraron nobles intenciones en la bailaora gaditana y puede que la concepción estuviera acertada. Abordó el pregón con pretendida emoción hilando la historia de La Bienal con su propia trayectoria artística y la hermosa relación que tuvo con el genio de Algeciras. Se mostró «desnuda sin los tacones» para recordar a «esa niña que vivió rodeada de este arte, lo nuestro, que no va de entender sino de sentir, porque la magia está a veces en no conocer los trucos». Desempolvó de la memoria esas bienales dedicadas al cante, al baile y al toque, los Giraldillos a Calixto Sánchez, a Mario Maya o al guitarrista Manolo Franco en aquel festival en el que tocó por primera vez Paco de Lucía en esta casa… Y alabó a esas mujeres del baile que ella admira: Angelita Vargas, Carmen Ledesma, Pepa Montes, Eva la Yerbabuena, Concha Vargas o Manuela Carrasco, entre otras. Trajo del pasado sus obras en La Bienal, añorando espectáculos como Juana la Loca, Mariana Pineda o La Pepa.
Contó anécdotas. Esa de cuando se hizo pasar por sobrina de Paco para colarse en un concierto, lo consiguió y desde entonces quedó adoptada como tal. Revivió el momento en el que se unieron en la ceremonia del encendido de la antorcha olímpica. Y se emocionaba al hablar del «cariño infinito en el trato, la humildad… de quien con sus cuerdas dibujó la banda sonora de los que amamos este arte y esta forma de sentir. No tenía manos, sino varitas mágicas, a pesar de que se exigía más que nadie buscando esa perfección que le obsesionaba».
«Sara Baras se deshizo en halagos hacia Paco de Lucía y mil veces agradecida culminó su pregón: ¡Te quiero mucho, maestro! ¡Viva el flamenco! ¡Gracias, Sevilla!»
Jalonó su disertación con algunos fragmentos de toques conocidos de Paco –Solo quiero caminar, Ziryab…– en manos de la sonanta de Keko Baldomero. Se deshizo en halagos hacia el algecireño y mil veces agradecida culminó su pregón: «¡Te quiero mucho, maestro! ¡Viva el flamenco! ¡Gracias, Sevilla!».
Seguro que a la bailaora gaditana le llenó de orgullo la proposición de La Bienal de Flamenco de Sevilla para estrenar el magno certamen glosando la figura de su queridísimo amigo Paco de Lucía. De orgullo y de responsabilidad. Porque, gustitos aparte, pocos cuestionan la inestimable valía artística de Sara Baras cuando apuntilla los maderos con su baile. Pero sus dotes con la oratoria se alejan de lo esperado para descorchar un acontecimiento de este calado. No estuvo a la altura. Ni en la calidad literaria del discurso ni en las formas. Porque su lectura fue excesivamente sosegada, carente de impulso y de pasión, resultando un pregón soso y aburrido.
Patricia Guerrero y el Ballet Flamenco de Andalucía anunciaron en junio con La Bienal el flashmob para su apertura. Advertimos que se trataba de un baile aparentemente sencillo pero muy bien coreografiado, como todo lo que esta granadina idea. Con un buen puñao de participantes de todas las edades ha dado el pistoletazo de salida derramando el Río de la miel de Paco de Lucía por la Plaza de América, delante del Museo de Artes y Costumbres populares de la capital hispalense, prosiguiendo con la ola de tributos que Sevilla otorga al genial guitarrista.
Ficha artística
Pregón de La Bienal de Flamenco de Sevilla
Plaza de América, Parque de María Luisa, Sevilla
11 de septiembre de 2024
Pregonera: Sara Baras
Guitarra: Keko Baldomero
Flashmob del Ballet Flamenco de Andalucía, dirigido por Patricia Guerrero