Si algo caracteriza a un espíritu libre como el de José de los Camarones es su natural aversión a los prejuicios y su afán por fusionar estilos, géneros e influencias sin temor al qué dirán. Ya en el primer adelanto que nos llegaba de Tenlo por Cuenta, su próximo álbum, un sencillo homónimo en el que mezclaba colombianas y rumba blues con un pie en México y otro en Nueva Orleans, no dejaba dudas al respecto. Pero ahora reincide en ese sendero de libertad con el segundo aperitivo del futuro álbum, este Para nada que llega este jueves 4 de abril a plataformas digitales como un jinete libre y salvaje.
En Para nada, el siempre inquieto José de los Camarones rescata un palo flamenco en desuso, la praviana, un cante que tiene su origen en el folclore asturiano, y que en su momento grabaran artistas como El Mochuelo, La Niña de los Peines o El Niño de la Rosa Fina. Asturiano es también Ángel González, el autor del maravilloso poema que da pie a la letra de la canción, con esa mística y trascendencia que gusta tanto al cantaor jerezano.
Y el broche de oro lo pone Jorge Gómez, su inseparable guitarra eléctrica, aquí más U2, más Simple Minds que nunca por mucho que pueda sorprender tal referencia, y responsable también en esta ocasión de los arreglos, creando ese muro de sonido al más puro estilo Phil Spector, con una atmósfera de lo más peculiar cargada de reverb, delays y efectos.
Para nada es pues la segunda canción que nos llega del álbum homónimo que verá la luz este 2024 y que sigue al exitoso Anclé mi alma, el disco editado al alimón por Serie Gong Productores y Satélite K que destacó al cantaor jerezano en nuestra particular cartografía melómana.
En este nuevo trabajo discográfico encontraremos no solo colombianas y pravianas. También habrá sitio para palos como los tangos, la petenera, la taranta, la soleá, el garrotín o la seguiriya. Todos ellos vestirán poemas de firmas clásicas como Gustavo Adolfo Bécquer, San Juan de la Cruz, Angel González o Santa Teresa de Jesús, pero también de autores contemporáneos como Duende Josele, ese Fernando Lobo que puso letras a Tenlo por Cuenta o ahora este Ángel González que hace otro tanto con Para nada. Siempre, por supuestísimo, con esos arreglos marca de la casa, tan peculiares, donde habitan también las guitarras eléctricas y la furia rockera.