La suerte está echada en el concurso del LXIII Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión. Este sábado día 10 llega la gran final. Cada vez son menos los artistas para esta última noche por directrices de la organización, y parece que con buen criterio, según el sentir de aficionados y público en general, para no convertir esa final en una noche infinita.
De momento ya sabemos que solo tres concursantes pueden aspirar a la preciada y deseada Lámpara Minera. En concreto, Gregorio Moya, Jesús Corbacho e Iván González, todos ellos clasificados en Minera y en alguno más de los cantes mineros. El resto de finalistas en cante, en diversos palos, son los siguientes: Andrés Amador ‘Andreses’, José Plantón, Francisco Javier Heredia, Anabel de Vico y José Antonio Romero.
En baile femenino (el masculino quedó desierto) estarán La Yunko (de Japón), la onubense María Canea y la sevillana Laura Santamaría. En guitarra estarán en la final Marco de Silvia y Jonatan Giménez. Finalmente, en instrumentos flamencos escucharemos al pianista Juan Lorenzo y al violonchelista José ‘El Marqués’.
Esta noche-madrugada hará nacer una nueva Lámpara Minera, además de un nuevo Desplante, un nuevo Bordón Minero y un ganador de Instrumentos Flamencos. Sin embargo, hay que decir que el concurso, a lo largo de sus tres semifinales, ha tenido un tono más bien mediocre. Sobre todo en cante, pero también en general.
Ese tono algo anodino de estas noches de concurso no es una novedad, suele ser lo normal. No cada año aparece un o una genio. No todos los años hay un Poveda que echarse al oído, o un Luis de Córdoba, una Mayte Martín, un Vicente Amigo o un Israel Galván, todos ellos ganadores aquí en su día en cante, toque o baile.
El jurado, imaginamos, con la mayor objetividad posible, trata de elegir lo mejor entre la larga lista de aspirantes que se presentan en las distintas convocatorias preselectivas que se celebran por toda España. Gustos personales aparte, claro.
Aún así, y respetando la necesaria imparcialidad apriorística de esta revista, podemos reseñar un toque por tarantas diferente y lleno de preciosismo íntimo que se ha quedado por el camino, un taranto muy bien bailado, una cartagenera y una minera muy bien cantadas. Y alguna cosa más, no mucho.
Por lo demás el festival concluyó el viernes su intensa semana cultural con la entrega de los premios Pencho Cros, que recayeron en la Bienal de Flamenco de Sevilla (modalidad de festivales), Juan Ramón Caro (discografía), Manuel Curao (periodismo), el programa Oro Molío (difusión) y la marca Festivales de la Región de Murcia (difusión).
Finalmente se homenajeó y se le entregó la Placa de Oro al maestro de la guitarra española y flamenca Víctor Monje ‘Serranito’, de 82 años.
Imagen superior: Premio Pencho Cros al guitarrista Juan Ramón Caro