Fernando Martín le hizo el mejor diseño de luces de lo que va de Bienal. Y con un elenco de solvente categoría, Eva Yerbabuena dijo aquí estoy. Las voces frescas y nuevas de El Turry y Jesús Corbacho y sobre todo las de Segundo Falcón –especialmente inspirado– y Miguel Ortega, que estuvo tremendo, arroparon con calor a la bailaora. Daniel Suárez a la percusión y la eléctrica, Cristian Lozano al baile y El Oruco a la percusión y el baile redondearon el cartel. Sobresalió la guitarra suprema de Paco Jarana, que firmaba la composición y la dirección musical del espectáculo. Como artistas invitadas acudieron Esperanza Garrido, Marina Heredia y La Fabi. Las dos últimas para protagonizar uno de los momentos memorables de la noche.
A veces es tan sencillo como bailar. Bailar sin más argumentos que dejarse el alma. Sobraron las pocas incursiones en la danza contemporánea, ese guiño a la vanguardia. Desconjuntaba con el discurso tradicional del flamenco, que era lo que Sevilla esperaba después de sus devaneos artísticos en ediciones pasadas.
«La Bienal quiere baile. Y castiga con la crítica, la taquilla y los corrillos a quienes se pierden en la vaciedad surcando ríos sin cauce. Eva lo sabe. Y se fajó sus entretelas para gustar, bailando por derecho y sin demasiadas tonterías»
La Bienal quiere baile. Y castiga con la crítica, la taquilla y los corrillos a quienes se pierden en la vaciedad surcando ríos sin cauce. Eva lo sabe. Y se fajó sus entretelas para gustar, bailando por derecho y sin demasiadas tonterías.
Una cuidada organización propició dinamismo a la obra. Colocó a cada uno en su sitio, jugando con los cenitales y los planos en la escena. Desde el propio inicio cuando Eva pasea como si fuera ubicando a los cantaores donde debían estar hasta que se echó el telón, pasando por las oportunas transiciones a negro, se advirtió una dirección escénica impecable, algo que se agradece en espacios de caché como El Maestranza. Sin embargo, el sonido presentó deficiencias. Enturbió el lucimiento de los cantaores por ni siquiera escucharse lo suficiente en varias ocasiones y en otras porque empastaron de mala manera los pies con el cante.
Se hizo oír la bulería por soleá. Y Eva brilló en los desplantes con las flamenquísimas figuras que pintan sus quiebros, señalando unos pies poderosos, un braceo sutil a la par que recio y una cintura que se rompe y contonea. La expresión idónea siempre en su gesto. Después El Oruco la arrastra por el suelo, en silencio, y sufre espasmódica haciendo sonar los cascabeles engarzados en los bajos de su falda. Antes probó las mecidas de Marchena en la garganta de Corbacho.
«La magia llegó con los tangos, el momento mágico. Marina y La Fabi cruzaron los pellizcos de sus cantes y Eva bailó pa comérsela. (…) Envites y recogías, replantes y flamencura. Age, compás… Eva viene de vuelta sobrada de to. Y baila como le da la gana. Porque sabe, porque puede y porque quiere»
Exquisito Jarana bañado de luz por un cenital preludiando la granaína y media granaína de Vallejo que trinó con dulzura Esperanza Garrido. Hermosos los dibujos desfiguraítos del cuerpo de Eva templando los tientos. Y el instante de todos los cantaores peleando ante el micro en recuerdo de Caracol, Marchena, Pastora… O el baile rotundo de Eva por taranto. Pero la magia llegó con los tangos, el momento mágico. Marina y La Fabi cruzaron los pellizcos de sus cantes y Eva bailó pa comérsela. Vestida con delantal, trastocó sus caderas y meneó el culo. Atendió el bamboleo parada en el sitio, trazando en el aire el camino con la armonía de sus brazos. Envites y recogías, replantes y flamencura. Age, compás… Eva viene de vuelta sobrada de to. Y baila como le da la gana. Porque sabe, porque puede y porque quiere.
Una magistral ristra de fandangos de Huelva y un baile esplendoroso por alegrías con bata y mantón para aliviarnos las penas echaron el cerrojo a uno de los mejores espectáculos de esta Bienal. Porque cuando Eva manda…
Ficha artística
Eva Yerbabuena, solo a Sevilla
XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla
Teatro de la Maestranza
25 de septiembre de 2024
Idea, dirección artística, coreografía y baile: Eva Yerbabuena
Composición, dirección musical y guitarra: Paco Jarana
Cante: Miguel Ortega, Jesús Corbacho, Segundo Falcón y El Turry
Percusión y electrónica: Daniel Suárez
Baile: Cristian Lozano
Percusión y baile: El Oruco
Artistas invitados: La Fabi, Marina Heredia y Esperanza Garrido