Pocos días después de que la Comunidad de Madrid dé un paso al frente en pro del flamenco y lo declare Bien de Interés Cultural, da comienzo una de las muestras más completas de la historia del flamenco. David Calzado, Teo Sánchez y la Dirección General de Patrimonio Cultural ponen al alcance de todos los que pasen por la capital una exposición que no dejará indiferente. Así, la Sala de Exposiciones El Águila acoge Flamenco Chipén hasta el 17 de mayo.
Quien conozca bien el flamenco no puede pasar por alto el papel tan importante que ha tenido Madrid en el desarrollo del mismo. La capital es amante y salvaguarda del flamenco. Refugio de grandes artistas y aliciente de mayúsculos talentos.
Flamenco Chipén es una muestra de más de 150 piezas entre las que se encuentran cartelerías, artículos de prensa, fotografías y un vídeo documental. Esta exposición ofrece la oportunidad de conocer muy de cerca 150 años de la trayectoria de Madrid como guarida de lo jondo. Sus cafés cantantes, sus tablaos y sus célebres academias de baile.
Todo el que se anime hallará en aquel rinconcito cinco magníficas secciones que parten de la primera referencia documental sobre el flamenco en el año 1847. Estas permitirán al asistente desenvolverse con una percepción más entusiasta, pero sobre todo flamenca, la próxima vez que recorra lugares como el conocido barrio de Carabanchel, el Rastro, Lavapiés o la Plaza de Santa Ana.
Como actividad complementaria a esta interesante exposición, se han desarrollado tres conferencias bajo el título Diálogos Flamencos, comisariadas por Carlos Martín Ballester. Para ello, se han querido congregar relevantes personalidades del mundo del flamenco. Por eso se cuenta con los testimonios de celebridades tan sólidas como lo son Víctor Monge ‘Serranito’, Carmen Linares o La Tati. Y en un plano más contemporáneo pero no menos significativo, participan aportando todo el conocimiento que atesoran a pesar de su juventud, el cantaor Israel Fernández y el guitarrista Alejandro Hurtado.
La primera conferencia, La Ópera flamenca en Madrid, tuvo lugar el 3 de abril en esta misma sala de exposiciones. En este caso, son José Manuel Gamboa, Israel Fernández y Carlos Martín Ballester los que mantienen un distendido coloquio en relación a unas cuantas grabaciones. Discos de pizarra que una vez digitalizados, el mismo Martín Ballester ha puesto a disposición de la ponencia. La Niña de los Peines con la guitarra de Niño Ricardo, las seguidillas gitanas de Chacón con la guitarra de Pedro el del Lunar, Bernardo el de los Lobitos con la guitarra de Manolo de Badajoz y el Chato de las Ventas acompañado de Luis García son algunas de las reproducciones que los presentes tienen la oportunidad de escuchar.
Por último, y para cerrar la primera etapa de estos seminarios, Lela Soto Sordera acompañada de la guitarra de Paco Soto. Cabe subrayar que a medida que va pasando el tiempo, la voz de Lela adquiere un cariz cada vez más personal. Se podría decir que su metal es la incuestionable dulzura que cohabita con un legado trascendental para el cante flamenco que llega hasta Paco la Luz. Tanto cantaora como guitarrista se distinguen por caminar en la línea de lo melódico, conformando así entre ambos una personalidad artística amable, sutil y cadenciosa.
La segunda ponencia se desarrolla bajo el título Guitarreros y guitarristas madrileños. En esta ocasión son Serranito, Alejandro Hurtado y David Calzado los que salen a la palestra con ganas de entablar una conversación que sirva al público para nutrirse del conocimiento y del amor que le profesan al flamenco. Alejandro y Víctor evidencian una admiración mutua. En el caso de la joven promesa, admira a Víctor porque ha sido un eslabón fundamental para que la guitarra avance un paso más y se la tenga en cuenta en solitario. Por su parte, el genio alaba la labor de los jóvenes. Víctor asegura que a día de hoy sigue aprendiendo gracias a ellos. Además se enorgullece, pues es muy consciente de su influencia en el virtuosismo de la savia nueva.
Sobre todo se pone énfasis en los guitarreros y la importante labor que han realizado a lo largo de los años. Se mencionan la casa Ramírez y la casa Conde. De hecho, Serranito tuvo una relación que va más allá de lo profesional con la Casa Ramírez. Casa a la que sin duda puede considerar familia, pues el padre de Víctor llegó a pedirle al lutier que cuidara del guitarrista si él alguna vez faltaba.
También coinciden en que Caño Roto es la universidad de la guitarra flamenca madrileña a día de hoy. Este barrio posee un particular sonido que empieza a forjarse durante los años 70. Sonido del que se han nutrido bailaores como Antonio Canales o Joaquín Cortés. En este caso, subrayan a guitarristas como El Entri, David Cerreduela, El Nani o El Viejín.
«Como actividad complementaria a esta interesante exposición, se han desarrollado tres conferencias bajo el título Diálogos Flamencos, comisariadas por Carlos Martín Ballester»
Como colofón a esta gran charla, llega el sonido mágico de la guitarra de Juan Habichuela Nieto. Sin duda, uno de los guitarristas más sólidos de su generación. Y es que Juan destaca por su sonido vibrante, su agilidad y su limpieza. Pero sobre todo por el respeto que se distingue en su toque cada vez que interpreta una pieza.
El broche de oro de estos seminarios lo ponen Carmen Linares y La Tati, que desarrollan a través de divertidas anécdotas y con Teo Sánchez como mediador, la ponencia Ciudad de los tablaos. Sin duda, en la conversación no se puede dejar de nombrar al Tablao Zambra, Los Canasteros, el Café de Chinitas o Torres Bermejas. En cuanto a academias se refiere, Amor de Dios ha tenido y tiene una gran trascendencia histórica, pues es uno de esos lugares en los que han crecido los artistas más relevantes del flamenco.
Ambas, bailaora y cantaora, son mujeres tan naturales y accesibles que cualquiera pensaría que son dos de las grandes protagonistas de la época dorada de los tablaos. Grandes artistas que han tenido la fortuna de compartir escenario y anécdotas con El Gallina, Juan Varea, Carmen Mora o Paco Laberinto.
Esta charla culmina con la extraordinaria actuación del Guadiana, acompañado de la guitarra de Joni Jiménez, que nos han deleitado por soleares, cantes de levante y bulerías.
Parece ser que tanto Serranito como La Tati coinciden en que las nuevas promesas tienen a su alcance muchas más oportunidades para aprender flamenco y formarse en condiciones. Por ejemplo, antes en las academias solo se hacía baile español y un flamenco muy liviano. No había otra forma de aprenderlo que encima de un tablao. Es cierto que se trata de una afirmación que, por mucho que pase el tiempo, nunca va a cambiar: los tablaos siempre serán la verdadera universidad del flamenco. Pero independientemente de ello, es importante ser consciente de la coyuntura que rodea a los artistas más actuales, para que expriman al máximo las academias, las grabaciones antiguas que se han podido digitalizar, Internet y las anécdotas de grandes leyendas del flamenco que aún siguen vivas y pueden arrojar luz a toda esa erudición y competencia que siempre está por completar.
Por último, recuerden que el domingo 21 de abril se podrá disfrutar en el mismo patio de la sala de exposiciones de una actuación que lleva intrínseco el sonido de Caño Roto. Y además, como se ha dicho al comienzo, hasta el 17 de mayo se puede visitar la exposición, así como disfrutar de visitas guiadas y talleres que son gratuitos previa inscripción.
Imagen superior: José Manuel Gamboa, Israel Fernández y Carlos Martín Ballester. Exposición Flamenco Chipén. Sala El Águila, Madrid. Foto: Vicente Pachón