El nuevo año que empieza será el año en que la gran familia de los flamencos, profesionales y aficionados, celebremos diversos aniversarios que de seguro nos convocarán en recuerdo y homenaje ante diferentes figuras. También se cumplen centenarios de lugares insignes para el arte hondo y he querido reunirlos en este mi primer artículo del año 2024.
Déjenme antes empezar por los que nos han dejado en el pasado año de 2023: Luis Franco, Pansequito, Niño Jero, Luis Suárez Ávila, Chiqui de Jerez, Antonio Gala, Chiquito de Cádiz, Joaquín Amador, Miguel Alcalá, Manuel Vera El Quincalla, Niño José Manuel, Ricardo Losada El Yunque, Pititi del Puerto, José El Curita, Curro Malena, Angelita Vargas, Cristobalina Suárez, Pedro Peña, Carrión de Mairena, Thais Hernández, Antonio Agujetas y el último día del año se fue la fotógrafa barcelonesa Colita. A todos sus familiares y amigos nuestro más sentido pésame. Si me dejo alguno pido disculpas.
En 2024 se cumplirá el Año 10 después de Paco. El 25 de febrero, el día señalaíto de San Néstor y San Valerio. Desde que falleció el Gran Jefe de los flamencos el vacío que dejó está resultando imposible de llenar. Una década después seguimos echando mucho de menos a Paquito de Algeciras. Los que tuvimos la suerte de conocerlo no nos acostumbramos a dejar de oír su voz, y para sus muchos seguidores, al haberse silenciado su guitarra para siempre, su ausencia se hace muchas veces insoportable. Diez años después, a su pérdida irreparable resta el consuelo de saber que cada día toca mejor, ahí está su obra magnífica para abatir la pena de que ya no esté entre nosotros. Hará también sesenta años de su primer disco en solitario, aquel EP de título La guitarra de Paco de Lucía que abría con la Rondeña de Montoya.
Y el 20 de julio habrán pasado veinte años que nos dejó huerfanitos aquel gigante del baile que fue Antonio Gades, que no hay día que no tenga un recuerdo para él. Veinte años en que comencé a caminar sin mi maestro, que tanto me enseñó de la vida y el arte. Veinte años que se desvaneció aquel proyecto de poner en pie “El Quijote de Gades”, a la vez que nacía la Fundación que por su expreso deseo tuve el honor de presidir y que abandoné dos años después de creada por causas que algún día tendré que relatar, por mi salud. Además se cumplirán sesenta años de su primera compañía y el Don Juan, cincuenta años del estreno en el Teatro Olímpico de Roma de su primer gran ballet, ya clásico, Bodas de Sangre. Y el 20 de diciembre podremos celebrar treinta años de aquel bendito día que estrenamos en la ópera de Génova su último ballet Fuenteovejuna, al que tuve la dicha de poner música.
Tenemos sin embargo la suerte de tener entre nosotros dos fenómenos de la sonanta que este año cumplirán ochenta tacos: Pepe Habichuela y Paco Cepero. Qué podemos decir de estos dos fuera de serie. Pepe, el renovador de toque por seguiriya, el dueño de esos imposibles ligados de manos izquierda, el de los rasgueados redondos, el que canta con la guitarra que sigue en activo y pido a Dios que nos lo deje muchos años para seguir disfrutando de su arte, y en mi caso de su amistad. Felicidades, querido maestro. Paco Cepero, el soniquete hecho guitarrista, el compositor soñado, la seguridad del ritmo y el acompañante que todos desean tener, el autor infatigable. Como el tío Pepe, que sigue en activo y con su forma de ser intacta. Les deseo a ambos desde aquí mucha salud y por mucho tiempo. Y no me quiero olvidar de nuestro Fosforito, que el próximo 3 de agosto cumplirá 92 años. Y setenta cumplirá nuestro Tato Diego Carrasco.
«En 2024 se cumplirá el Año 10 después de Paco de Lucía. El 25 de febrero, el día señalaíto de San Néstor y San Valerio. Desde que falleció el Gran Jefe de los flamencos el vacío que dejó está resultando imposible de llenar. Una década después seguimos echando mucho de menos a Paquito de Algeciras»
Entre los que no están ya entre nosotros, este año debemos celebrar el centenario del nacimiento de La Perla de Cádiz y de Porrina de Badajoz. Esperemos que las instituciones estén a la altura y sepan conmemorar como merecen estas efemérides. Lo que aportó Antonia Gilabert Vargas, para el arte la Perla de Cádiz, no está en los escritos, y nunca mejor dicho ya que ni un libro tiene. Excelente oportunidad para homenajearla con una biografía digna de su inmensa figura de artista fetén. Maestra de maestros, el espejo en el que se miraron y miran tantos artistas de Cádiz y de otras comarcas flamencas. ¿Qué sería de nosotros sin la Perla? ¿Qué íbamos a hacer sin, por ejemplo, Camarón? Hijo artístico de Antonia. Su recuerdo imborrable sin duda debe ser puesto en valor este año. Jose Salazar Molina, para el arte Porrina de Badajoz, hace un siglo que nació, un regalo que nos hizo el cielo a los mortales flamencos, un cantaor tocado por el divino para darnos gloria y gustito para los oídos. Pocos supieron como él transmitir la hondura de su voz excepcional, con su diestro dominio del melisma flamenco, dueño del buen gusto entonando fandangos, jaleos, tangos y todo lo que recreó del repertorio. Una bendición para los aficionados. Esperemos que el centenario de su nacimiento se celebre como merece su figura de titán del cante extremeño que fue. Y se cumple también el cincuentenario de la muerte de Aurelio Sellés, el 19 de septiembre de 1974, cantaor de referencia de los estilos de su tierra gaditana, payo puro del Barrio de Santa María, que merece el mejor de los homenajes.
También se cumplirán 200 años de aquel primer polo de Tobalo cantado en Cádiz por Manuel Bernal. 150 de los Cantos Españoles de Eduardo Ocón, Málaga 1874. Y 50 años de la Canastera.
La radio ha sido, y es, el medio ideal para escuchar música. Sin ella los flamencos no podrían haber llegado donde lograron acceder. Las casas se llenaron de flamenco desde que los aparatos inventados por Marconi fueron asequibles para todo hijo de vecino. Por ello sería importante que celebráramos el centenario de Radio Ibérica en Sevilla y Cádiz, la cadena pionera de la radio en Andalucía. Y de Radio Barcelona, futura Cadena SER.
Y ya puestos habrá que celebrar el centenario de la vacuna contra la tuberculosis que de seguro salvó la vida a muchos flamenquitos. Y también habrá que festejar que se cumplen cien años de la constitución en Madrid de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE), que tanto bien ha hecho para la profesión flamenca.
Y, si ustedes me lo permiten, yo celebraré el centenario del fallecimiento del compositor italiano Giacomo Puccini, el autor de doce óperas que tantos buenos momentos han dado y dan a la afición.
Seguramente me dejó en el tintero muchos eventos a celebrar este año que ahora empieza, ustedes sabrán perdonarme y les animo a que completen este recorrido con sus comentarios. Aprovecho eso sí para desear un año 2024 lleno de salud y libertad, que buena falta nos hace, a todos los lectores de ExpoFlamenco y en particular a los que dedican unos minutos cada quince días a leer esta sección de A cuerda pelá, reflexiones que con tanto gusto vengo realizando desde hace ya dos años.
→ Ver aquí las entregas anteriores de la sección A Cuerda Pelá de Faustino Núñez en Expoflamenco