Me quise perder por los callejones empedraos de Granada. Pero La roda del viento me empujó a aquel rinconcito. Un salón de lámparas y bordones acogió un concierto en acústico de Los grandes de La Platería para celebrar su 75 aniversario. Las lámparas se volvieron velas y los bordones marfiles, acariciados por las manos de un lebrijano universal. El pianista David Peña Dorantes recibió la insignia de oro y la llave de la peña con la que abrió de par en par los ventanales de los corazones buscando el cobijo. La Alhambra, nosotros y El tiempo por testigo.
Era la primera vez que la peña otorgaba este reconocimiento a un instrumentista. David lo agradeció de palabra y con sus dedos, haciéndole cosquillas al piano, emocionando a un público embriagado por el sonido que el blanco y negro salpicó de colores vivos. Así pintó la melancolía, el amor, la pena o la alegría. Las yemas de este gitano destilaron sensibilidad. Dorantes nos dejó la piel a jirones para después darnos alivio abrazándonos con su música, a pecho y piano descubiertos, Sin muros, entre amigos.
«Dorantes lo agradeció de palabra y con sus dedos, haciéndole cosquillas al piano, emocionando a un público embriagado por el sonido que el blanco y negro salpicó de colores vivos. Así pintó la melancolía, el amor, la pena o la alegría. Las yemas de este gitano destilaron sensibilidad»
En un Paseo a dos con las teclas, forjó su Identidad mirando al Sur, deleitándonos con las Semblanzas de un río y poniendo a hervir al respetable con Orobroy, banda sonora de la gitanidad que cumple ya 25.
Lo poseyó el piano. La Platería a rebosar, el silencio era un cuchillo. Dorantes perfumó su recorrido hilvanando con sedas las notas de sus delirios, acordándose de Cristobalina Suárez, de su sangre Perrate, de su familia, de su niñez… Se olvidó del olvido. El concierto fue un tributo. A sus viejos, al flamenco, a Lebrija, a otras músicas, a los presentes y a él mismo.
No cabe desmembrar un sentimiento con la jerga flamenca de un crítico. Se me fue el santo al cielo. Me abandoné a la voluntad de un músico cuajao de verdad y bonhomía. Nos traspasó la piel, nos hizo soñar, cincelando para el recuerdo unos cuantos repelucos jondos. Fue eso. Dorantes y la magia en La Platería.
Ficha artística
Los grandes de La Platería
Peña Flamenca La Platería, Granada
8 de junio de 2024
Imposición de la insignia de oro y entrega de la llave de la peña a David Peña Dorantes
Concierto acústico de piano de David Peña Dorantes
Periodista vocacional de lo jondo, aficionao empedernido, cantaor de la escritura. En un viaje a las emociones del ritual de lo jondo, kiko Valle -Utrera, 1979- requiere del concurso de la palabra y la imagen para dibujar el zamarreón de un quejío, los colores de la bulería o el arañazo de un dolor. Crítico de flamenco, presentador, conferenciante, fotógrafo y videógrafo desde hace más de dos décadas.