Tengo unos cuantos garabatos en la agenda de La Bienal. Algunos tachones pintaos. Y un rayón gordo y moreno Cuando sale la aurora. Era un día señalaíto. Como si paseara la Virgen. Pero ella es más guapa. La estampa de esta gitana no se pue aguantá. Abrió los brazos al cielo y rindió a sus pies a Sevilla. Aurora Vargas vistió una sonrisa y derritió el caramelo.
Comenzó Mi chacha Dolores al ritmo de tangos, recordando el lío que deslió aquel entonces cuando le puso a esto su nombre. Hasta el aire tomó otro aroma. Aurora rajó un cartucho de quejíos rotos y nos dejó lastimaos. Y le vino sobrando el micro. Porque no entiende de embustes. Espurreó la tizne de su eco al viento y perfumó el patio de los alcázares de gitanería cabal.
«Como si paseara la Virgen. Pero ella es más guapa. La estampa de esta gitana no se pue aguantá. Abrió los brazos al cielo y rindió a sus pies a Sevilla. Aurora Vargas vistió una sonrisa y derritió el caramelo»
Miguel Salado y Manuel Valencia pusieron Jerez al servicio con los cipreses de sus guitarras. Una redonda y flamenca, la otra brillante y sobrá. Las Niñas de El Mono y Rocío del Corzo a los coros. Bernardo Parrilla al violín y Diego Montoya, Manuel Salado y Javi Peña nos regalaron las palmas a compás.
Repitió con gusto sus últimos repertorios. Fundió los metales clavándole las uñas a la de El Mellizo, apretando los puños en La Andonda o rizando los melismas rozaos en honor a Fernanda. Paró los tiempos desdibujando a su antojo las letras por soleá. Quería hacer algo distinto para darse entera. Y se dio. Desde que puso un pie en los maderos hasta que de recogía se llevó en los flecos de su vestío una espuerta de oles y corazones magullaos. Los alivió por alegrías. De Sanlúcar trajo la sal. El soniquete cargó su apellido. La luna pegó tres suspiros y se encendió la catedral.
Antonio Reyes ahogó sus penas doliéndose en el cierre por seguiriya. Tronaron los aires de El Fillo. Después bulerías del coro y retomó Aurora la queja seguiriyera echando los restos de las asaúras al rematar con la toná liviana de Diego el Lebrijano. Dobló las ducas hirientes llorando el quebranto de las partías y escarbó en la pena que atora. Por tangos se acordó de Pastora y al baile lució su taratatrero. Pero la magia continuó luego.
«’Cuando sale la aurora’ fue un espectáculo de age y gitanería. Porque Aurora es un milagro de la naturaleza, quejío indómito y salvaje, torbellino de jondura. Es eminentemente festera pero se faja los machos, estruja sus mimbres y endiña. Es un revolcón de cante. Un arrebato de locura. El temperamento racial, la cantaora de Sevilla»
Pastora Galván se entregó a Aurora y se dejó de tonterías. Bailó por soleá como le dio la gana, paseando con elegancia, con el gesto afectao, la solemnidad en el cuerpo, la inspiración enfrente, palomas en los brazos y en los pies dos caballos cabalgantes. Recia en las parás, con rabia en las embestidas. La escobilla bien montá, los desplantes al natural, con rajo, fuerza… Abrocharon por bulerías. Pastora se salió del pellejo contagiada de la pasión visceral que le puso Aurora a esta noche en La Bienal de Sevilla. Se antojó el fin de fiesta. Y a esta gitana guapa no la bajaban de arriba. Aurora es mucha Aurora y no quiere recogidas.
Cuando sale la aurora fue un espectáculo de age y gitanería. Porque Aurora es un milagro de la naturaleza, quejío indómito y salvaje, torbellino de jondura. Es eminentemente festera pero se faja los machos, estruja sus mimbres y endiña. Es un revolcón de cante. Un arrebato de locura. El temperamento racial, la cantaora de Sevilla. Pero no todo fue dulce. La dirección escénica fue pobre, con continuas entradas y salidas, sin cuidar bien la alternancia de los palos y coros de aliño que sobraban. La ovación fue atronadora. Todavía brota por las esquinas. Le llovieron los oles. Aurora es mucha Aurora. Y cuando sale la Aurora se enciende Sevilla.
Ficha artística
Cuando sale la Aurora, de Aurora Vargas
XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla
Real Alcázar de Sevilla
16 de septiembre de 2024
Cante: Aurora Vargas
Guitarras: Miguel Salado y Manuel Valencia
Palmas: Diego Montoya, Manuel Salado y Javi Peña
Coros: Las Niñas de El Mono y Rocío del Corzo
Artistas invitados: Antonio Reyes al cante y Pastora Galván al baile