Carmela Muñoz Barrul, de Las Grecas, se ha subido la noche del domingo 17 de noviembre al escenario del festival Miradas Flamenkas de la Comunidad de Madrid en el Centro Cultural Pilar Miró de la Villa de Vallecas junto a su familia para homenajear al mítico dúo que formó junto a su hermana Tina. La artista ha actuado junto a sus dos hijos, el cantante Manuel ‘El Greco’ y el percursionista Julio Muñoz ‘El Indio’, y también le han acompañado sus sobrinas e hijas de su desaparecida hermana Tina, la otra integrante del dúo, Tina y Tamara, que han debutado esa noche como cantantes.
Carmela Muñoz apareció sobre el escenario al final del concierto, tras las actuaciones de sus hijos y sobrinas junto a otros artistas como Salvador Muñoz, Coral Muñoz, Antonio Escudero “El Potaje” y Enrique Bermúdez “El Piculabe” (cante), José Carbonell “El Monty” (guitarra) y José María Cortina (piano). Interpretó tres de sus éxitos –Asingara, Ya no quiero pensar y el aclamado Te estoy amando locamente–, tras el que recibió una fuerte ovación.
Cincuenta años después de la publicación del disco Gipsy Rock de Las Grecas, Miradas Flamenkas se vuelca en el recuerdo de este legendario dúo del rock gitano de carrera meteórica con una edición de nueve espectáculos y una exposición dedicada al dúo en la que se repasa su trayectoria.
Una revolución
Las hermanas Carmela y Tina Muñoz Barrul, de gran influencia para trabajos posteriores de artistas geniales como Camarón o Paco de Lucía, impactaron en la sociedad española de los años 70, donde apenas existían referentes femeninos modernos, como puede apreciarse, en fotos y vídeos, en sus movimientos, sus vestimentas, sus maneras de habla y cantar, y en canciones como Te estoy amando locamente y Achilipú.
Estas dos gitanas rompedoras eran amantes por igual de la música negra y el flamenco y manejaban la fusión con naturalidad. Y a ambas les fascinaba el trabajo de artistas como Cat Stevens o George Benson. “La gente piensa que todo se orquestó a nuestro alrededor y nosotras no nos enterábamos de nada pero eso no es cierto, nosotras sabíamos muy bien lo que queríamos y cómo podíamos hacerlo”, ha confesado Carmela a la directora del festival Paloma Concejero.