«Cuando trabajo para mí y no para los demás puedo ser flamenco y también todo lo que quiera, no tengo la necesidad de demostrar que sé acompañar por siguiriyas o sé diferenciar una malagueña de La Trini de una del Mellizo», dice. Juan José Alba (Chiclana, Cádiz, 1986) es guitarrista, cantante y compositor. Su paso por el concurso televisivo La Voz le generó audiencias masivas y millones de reproducciones en Youtube. Antes de eso ya había conseguido premios como el Nacional de Cante de Paterna o el Premio Revelación en el Certamen Internacional de la Guitarra Flamenca de Jerez, con tan solo 13 años. Ha trabajado con Antonio El Pipa, Argentina, Mariana Cornejo, Carmen de la Jara, Macarena Ramírez, Eduardo Guerrero o Joana Jiménez, y ha actuado en teatros y festivales de veinticinco países. Desde Estados Unidos, donde fijó su residencia va para tres años, acaba de publicar su primer trabajo discográfico, Intraverso, una obra concebida como un viaje musical donde el artista combina la composición con el virtuosismo de su guitarra y los colores de su voz.
– Preséntese a la sociedad flamenca. Por si hay alguien que no sepa aún quién es el guitarrista, cantante y compositor gaditano Juan José Alba.
– Me temo que hay mucha gente que no me conoce, así que me presento con mucho gusto. Soy un guitarrista flamenco, trabajando de ello desde muy jovencito y que soñó con expandir su música en varias direcciones, ya sea como cantante o compositor, sabiendo diferenciar una cosa de la otra, pero al mismo tiempo aceptando todas las realidades artísticas que conviven dentro de mí como una única cosa, un mismo sentimiento, sin complejos ni etiquetas.
– Leemos que «intraverso» viene a ser «un espacio interactivo que fusiona una intranet y un metaverso». Por favor, explíquenos este concepto en palabras que todos entendamos.
– Ja, ja, ja, ja. Desconozco las definiciones y los usos que puede tener esa palabra. De hecho ni siquiera sabía que existía el término como tal. Yo lo concibo como “universo interior”, todo ese mundo interno, de vivencias, ideas, pensamientos que habita dentro de cada uno de nosotros.
– Su álbum así titulado, Intraverso, suena íntimo, muy personal. ¿Refleja al auténtico Juan José Alba en términos musicales?
– Es por eso que decidí titularlo así, porque es un disco que podría ser la huella dactilar de lo que soy como músico. Más allá de tocar o cantar, quería compartir con el mundo un concepto completo, en el que me sumerjo de lleno en todos los detalles del álbum, a nivel de composición, producción, incluso el diseño.
– Sabemos que con la guitarra se defiende mejor que bien. ¿Es difícil para un virtuoso instrumentista dar en un momento dado ese paso al frente para asumir el rol de vocalista?
– Al principio era una evasión, porque el público que me conocía como guitarrista seguramente esperaba que en cada actuación estuviera técnicamente en forma. Eso es una responsabilidad que por supuesto hay que asumir, pero que no tenía en mis primeros conciertos como cantante, porque sentía que nadie esperaba nada de mi voz y eso me volvía más libre.
«Yo me veo como un artista flamenco, porque es lo que soy, es lo que siento y lo que hago. Conozco los códigos flamencos y sé diferenciar una cosa de la otra. Pero en mi música mando yo y no me pongo límites»
– Dice que su padre cantaba flamenco muy bien. El cante jondo lo ha mamao en casa, vaya. ¿Se ve a sí mismo como artista flamenco? Sé que es una pregunta delicada…
– Mi padre canta muy bien y es un gran conocedor del flamenco, controlando muy bien los diferentes estilos, aunque él nunca se quiso dedicar a ello ni le gusta la farándula. Pero yo tuve la oportunidad de absorber todo eso. Yo me veo como un artista flamenco, porque es lo que soy, es lo que siento y lo que hago. He tenido el gusto de trabajar con grandes cantaores y grandes compañías de baile, como por ejemplo la compañía de Antonio El Pipa, en la que he sido guitarrista y director musical durante quince años, y por ahí ha pasado mucho flamenco. Pero cuando trabajo para mí y no para los demás puedo ser flamenco y también todo lo que quiera, no tengo la necesidad de demostrar que sé acompañar por siguiriyas, o sé diferenciar una malagueña de La Trini de una del Mellizo. Simplemente me permito esa libertad.
– O dicho de otra manera. ¿Los devotos de la jondura le consideran uno de ellos?
– Los que me hayan visto acompañando una soleá de Cai, por ejemplo, supongo que sí. Los que me hayan visto cantando un bolero, posiblemente no, pero es algo que no me importa. Conozco los códigos flamencos y sé diferenciar una cosa de la otra. Pero en mi música mando yo y no me pongo límites.
– La escucha de tus temas Santa Fe Style o Gaia –con sus deslumbrantes videoclips, por cierto– apuntan alto, hacia un sonido internacional. ¿Es esa la audiencia a la que le gustaría llegar?
– ¡Gracias por describir mis vídeos como deslumbrantes! Todo músico sueña con una gran audiencia a la que hacer llegar sus creaciones, y a mí me gusta soñar en grande. Pero pienso que todo eso tiene que ser una consecuencia y no un determinante para la creación. Este disco tiene un sonido internacional, porque lo he grabado en Estados Unidos y todas esas vivencias influyen en la música que haces.
– ¿Sus referentes en el arte flamenco?
– Podría gastar renglones y párrafos para contestar esta pregunta. Por supuesto considero que el legado de Camarón y Paco de Lucía son asignaturas obligatorias de referencia para cualquiera que siga este arte, pero, como el flamenco es un universo inagotable, cuanto más te metes más descubres, más referentes, más conceptos.
«La Voz fue un escaparate televisivo que me permitió llegar a los corazones de mucha gente dentro y fuera de España, y recibir mucho cariño de vuelta para llenar el mío por años. Lo que hay detrás, la industria, los datos, el dinero, los contratos, para mí no tiene nada que ver ni con el corazón ni con la música»
– En el concurso La Voz, de Antena 3 TV, le vimos momentos memorables. ¿Qué sacó en claro de su paso por aquel coqueto escaparate televisivo?
– Pues precisamente eso mismo, que es un escaparate televisivo que me permitió llegar a los corazones de mucha gente dentro y fuera de España, y recibir mucho cariño de vuelta para llenar el mío por años. Lo que hay detrás, la industria, los datos, el dinero, los contratos, para mí no tiene nada que ver ni con el corazón ni con la música.
– Participó en un homenaje a Manuel Alejandro. Cuéntenos qué preparó para la ocasión y sus sentimientos hacia este compositor universal.
– Me preparé la última canción publicada de Manuel Alejandro, que compuso para Alejandro Sanz, titulada Y ya te quería. Para mí fue todo un regalo poder cantar delante de él, y estaba lo siguiente a nervioso. Casi no tenía saliva en la boca. Imagina, cerrar el acto cantando una canción suya, delante de él, que para mí, y pienso que para la mayoría, es el mejor compositor que tenemos… No hay palabras para describirlo.
– ¿Y qué hace un músico chiclanero en Santa Fe, Estados Unidos?
– Para mí, mi Chiclana es el rincón más bonito para vivir del mundo, pero ser artista y no salir del pueblo es incompatible. He tenido la fortuna de conocer muchos lugares en el mundo, y este es mi tercer año en Estados Unidos. Aquí, además de haberme presentado en varias ciudades como artista en solitario, trabajo para la compañía EntreFlamenco, dirigida por el jerezano Antonio Granjero, y está siendo una experiencia increíble. Siento que mi vida se ha expandido mucho aquí.