Si decimos Bolinus brandaris posiblemente no te suene a nada. Tampoco te sepa. Pero es el nombre científico de un molusco conocido como cañaílla. Apodo con el que se conoce a los habitantes de San Fernando o La Isla, en Cádiz. Cuna de muchos artistas flamencos, con Camarón de la Isla como máximo exponente. Un lugar único que sirvió para que el productor norteamericano David Aglow viviese de cerca lo que es el flamenco y lo narrase en su libro Bolinus brandaris. Flamenco from the bay of Cadiz.
David Aglow ya estuvo por nuestro Espacio Expoflamenco en Jerez de la Frontera para contarnos un poquito más sobre este proyecto. El libro lleva «un cachito de La Isla, del flamenco, a Estados Unidos», dice el autor. Una obra que ha sido editada en inglés y que no solo sirve de aproximación al arte flamenco, también lo presenta como un modo de vida en esta zona de Andalucía.
«No pretende ser un manual del flamenco, una exposición erudita de los palos del flamenco, explicar por ejemplo qué es una soleá. El libro está enfocado a un estadounidense que no conoce el flamenco», explica Javier Chico Fernández, de Flamenco de La Isla, que es uno de los productores, en Diario de Cádiz.
«El libro ‘Bolinus brandaris’ lleva un cachito de La Isla, del flamenco, a Estados Unidos, dice el autor. Una obra que ha sido editada en inglés y que no solo sirve de aproximación al arte flamenco, también lo presenta como un modo de vida en esta zona de Andalucía»
Todo surgió cuando hace más de una década Chico Fernández y David Aglow coincidieron en un evento internacional de música (Womex) en Santiago de Compostela. Aglow, que tiene una discográfica, recibió un disco de flamenco y le dijo a Fernández que quería saber más. Este le convenció para que viajara a San Fernando. El norteamericano llegó con una cámara y un técnico de sonido. «En 2013 vino y estuvo grabando actuaciones y cosas especiales como al Juani con el Trini de La Isla, al Niño el Parque cantando una saeta, a Jesús Guerrero tocando en la Venta de Vargas una rondeña», recuerda Chico Fernández en su entrevista en Diario de Cádiz.
En este libro cedé, Aglow narra lo que ha vivido en sus propias carnes en la Bahía de Cádiz en general y en San Fernando en particular. Su acercamiento al flamenco y a los artistas que lo sienten. Un proyecto que busca promocionarse en Estados Unidos, donde es distribuido por Dust-to-Digital junto al Instituto Cervantes.
«Como si de un antropólogo cultural se tratara, Aglow se sumergió en la verdad flamenca isleña hasta convertirse en un cañaílla más, por derecho propio. No se quedó en la antesala, sino que entró hasta el último recoveco jondo, ese que solo está reservado para quien lo merece y sabe apreciarlo», asegura Carlos Rey, también de Flamenco La Isla.
David Aglow ha grabado decenas de horas y recogido centenares de cantes. Se ha quedado con ocho artistas –cantaores y guitarristas– y siete cantes. Alegrías, malagueña, siguiriya, bulería, rondeña, soleá y saeta, en las voces y la guitarra de Trini de La Isla, Juani de La Isla, Jesús Castilla, Ana Polanco, Víctor Rosa, Pedrín de La Isla, Jesús Guerrero y el Niño del Parque. En la obra también se puede disfrutar de fotografías, transcripciones de letras y un glosario.