No me pegó un pellizco, no me fui lleno de gozo. Pero no me malinterpretéis, seguid leyendo. Porque ya quiero volver a escucharla. Ángeles Toledano es una perita en dulce. Caramelizó el graderío del Teatro Central de Sevilla. Estaba casi lleno. Y de un público heterogéneo en el que la juventud sobresalía de la media a la que estamos acostumbrados en los espectáculos flamencos. Vino con cariño y cuidao a revalidar su encanto. Porque lo tiene. Es una de esas artistas que poseen un aura que encandila. No se le atisba intención provocadora. Sin embargo evidencia un conocimiento riguroso que en vez de emplearlo para ‘el cante por derecho’ lo usa para experimentar con la tesitura de su voz aportando giros frescos y melismas reinventados. Canta lo de siempre con tintes nuevos. Comete la osadía de desdibujar la ortodoxia sabiéndose embaucadora. Prueba. Se equivoca o acierta. Disfruta. Y el respetable se rinde a sus pies con las cosquillas de un caramelito.
En eso está trocando el flamenco, salvo honrosas excepciones. En eso o en la copia insulsa. Lo jondo va derivando del arañón a la caricia. Los pellizcos duelen. A gran parte del público no le va lo duro. Quiere que le levanten el vello con un susurro, la media voz, el cante bonito. Los rostros desfiguraos, el luto en las vestiduras y los puños estrujaítos dan paso a la suavidad melosa de voces hipnóticas que hacen supuestamente algo distinto. Y ahí es donde sucumben muchos jóvenes. Parece que hoy todo vale. Luego pican en el veneno del flamenco. Hay quien se queda, otros se van. Algunos se confunden y meten en el mismo saco una seguiriya de Terremoto que la bulería del Motomami de Rosalía. Es lo que tiene andar por el filito de una navaja. Que te dejas apuñalar por los dos lados. Lo mismo con una soleá de Fernanda que con un quejío de desgarros bajitos de Ángeles Toledano. Eso, que me pierdo. Vamos al lío.
«Ángeles Toledano es un dulce pecado que abre camino con otras estéticas cantaoras sin soltar de la mano la tradición. (…) Tiene algo. Es aquello intangible que trasmina, que enamora. Es esa droga que engancha y no permite la indiferencia»
Hilvanó un espectáculo colmao de originalidad desde el principio. Abrió por toná enjugando su cante con un sintetizador. Se metió en la seguiriya mareando hacia Levante. El taranto de la espuela de Manuel Torre cosido por tangos y el cante de madrugá de Rafael Romero El Gallina preludiaron unas alegrías corales con la intervención de Sara Corea y Belén Vega. Sin guitarra, a tres voces en polifonía. Cuanto menos exquisito y curioso. Benito Bernal le estuvo tocando para ponerla a gusto. La llevó mejor que en brazos, con un acompañamiento redondo, plagado de tonos de transición y marcando los tiempos. Rasgueos flamenquísimos y falsetas salpicadas de rabiosa actualidad descubrieron un basamento recio que conjuntaba a la perfección con los mimbres de Toledano. Así llegaron a Huelva con un puñao de fandangos que abrochó Ángeles con las sevillanas bíblicas de Paco Isidro. Después por soleá se templó por los rincones alcalareños en los que se miró Tomás Pavón, versionó la de El Mellizo, metió a compás unos tangos de La Repompa y otras variantes de Frijones, La Serneta… Hasta que echó el cerrojo por bulerías, se fue el guitarrista y se quedó cantando ante el micro rebosando tibieza y soniquete con eso que llaman flow.
No me pegó un pellizco, no me fui lleno de gozo. Ni la cambio por Inés Bacán o Paqui Ríos. Es de otro tiempo. Ángeles Toledano es una recreadora inquieta. Hace que algún aficionao cabal diga a escondidas y con la boca chica que le gusta. Es un dulce pecado que abre camino con otras estéticas cantaoras sin soltar de la mano la tradición. Algo que no tiene por qué justificar el ole ni el aplauso fácil, porque el saber no lleva a la aptitud ni el talento. Pero Ángeles tiene algo. Es aquello intangible que trasmina, que enamora. Es esa droga que engancha y no permite la indiferencia.
¡Ah! ¿Que si me gustó? No sé si puedo decirlo.
Ficha artística
Ciclo Andalucía.flamenco del Instituto Andaluz del Flamenco
Teatro Central, Sevilla
6 de junio de 2024
Ángeles Toledano en concierto
Cante: Ángeles Toledano
Guitarra: Benito Bernal
Voces-coros: Sara Corea y Belén Vega