La Ópera Metropolitana de Nueva York –Metropolitan Opera House, también conocida como el Metropolitan o el Met– se localiza en el Lincoln Center de Nueva York y es uno de los escenarios más importantes de la ópera mundial. Se trata de la mayor institución de música clásica de los Estados Unidos y anualmente ofrece unas 220 representaciones de ópera. Justo allí ha sonado entre el 15 de octubre y el 9 de noviembre el cante jondo de Alfredo Tejada (Málaga, 1979, granadino de adopción), que ha interpretado el personaje de Ruiz Alonso en la obra Ainadamar, del compositor argentino Osvaldo Golijov. La primera vez que un cantaor flamenco se asoma al Met. Viene crecido, además, por las cinco nominaciones de su videoclip Héroes sin patria en el Festival de Cine de Granada y la publicación este mismo año de su cuarto álbum, Un silencio en el tiempo.
– Acaba de ser el primer cantaor flamenco en actuar en la Ópera Metropolitana de Nueva York. Menuda experiencia, mi señor.
– La verdad es que ha sido una experiencia llena de emociones. Poder participar y dar voz al flamenco en el Teatro de Ópera más importante del mundo no es solo un logro para mí sino para el Flamenco en sí y todo el camino que recorrieron nuestros grandes maestros antecesores. Es un regalo para el flamenco.
– Usted ha interpretado al falangista que denunció a Lorca y que a la postre fue clave en su detención y asesinato. ¿Ha sido difícil meterse en ese papel?
– Llevo años colaborando con el compositor Osvaldo Golijov y su obra Ainadama, premiada con dos Grammy Latinos. Es irónico que el papel justo lo intérprete un cantaor flamenco, cuando ya sabemos que Lorca fue uno de los grandes defensores de nuestro arte. Pero el requerimiento de la interpretación flamenca y el sonido crudo y del alma de flamenco hacen que le dé la fuerza que el personaje necesita para la obra. Yo detesto a Ruiz Alonso, pero amo la partitura de don Osvaldo Goligov.
– ¿Se ha sentido en esos instantes del Metropolitan como el representante de todo un arte universal como el flamenco?
– Sinceramente, la repercusión mediática y las críticas de los periódicos más importantes del mundo han sido increíbles. Y era Alfredo Tejada el que estaba ahí. Pero lógicamente por encima de mí está el flamenco y toda su historia. Todo aquel que puso su granito de arena para que el flamenco esté donde se merece. Mi intervención en el Met ha sido la representación de todos los flamencos del mundo.
– ¿Y cómo ha reaccionado el público de Nueva York ante semejante despliegue de jondura en tan lírico contexto?
– Es increíble la respuesta del público estadounidense al escuchar una voz flamenca. Todo han sido elogios y palabras de agradecimiento. El flamenco tiene eso, que conecta con la profundidad del alma de las personas y es lo que lo hace único.
«Ha sido una experiencia llena de emociones. Poder participar y dar voz al flamenco en el teatro de ópera más importante del mundo no es solo un logro para mí sino para el flamenco en sí y todo el camino que recorrieron nuestros grandes maestros antecesores. Es un regalo para el flamenco»
– ¿Se ve más guapo el flamenco cuando lo miran desde fuera?
– Más guapo no, pero sí se le da la importancia que realmente tiene y creo que eso es una deuda pendiente todavía en España. La forma de mimarlo, de tratarlo, de engrandecerlo tal y como se merece. Eso me produce melancolía y tristeza, ver cómo todavía a nivel institucional no se le da el sitio que se merece. Ni al flamenco ni a los artistas flamencos.
– En definitiva, ¿qué ha sacado en claro de esta singular experiencia en la capital del mundo?
– Que la grandeza del flamenco no tiene límites y que está a la altura de las mejores músicas. Por eso es capaz de estar en el Teatro de Ópera más importante del mundo.
– Por si fuera poco su exitoso paso por la Gran Manzana, ahora el videoclip Héroes sin patria que usted protagoniza recibe cinco nominaciones del Festival Internacional de Cine Premios Lorca de Granada, en concreto a los mejores cortometraje, dirección de arte, banda sonora, fotografía y guion narrativo. Definitivamente, se le ve muy suelto ante la camara.
– Llevo trabajando toda una vida no solo como cantaor, también como intérprete y compositor. Empecé con Mario Maya, Cía Gades y muchos más. Ahora, junto al director teatral Miguel Serrano, que fue el que me dio las primeras pautas, he seguido trabajando para mejorar. Encontrarme con estas cinco nominaciones es un gran regalo, porque hay un trabajo detrás muy grande y sin ayuda de nadie. Es todo sacrificio, amor y mi dinero para invertirlo en mis proyectos. Eso unido a un equipo humano tan grande hacen que todo merezca la pena.
– Usted ganó en 2017 la Lámpara Minera en La Unión. ¿Qué le ha parecido el revuelo en las redes en la última edición por el hecho de que una bailaora extranjera ganara el Desplante?
– No soy de entrar en este tipo de debates. Hubo un jurado y fue el que decidió. Nunca llueve a gusto de todos. Si no, que en vez de jurado vote el público y se acaba el debate, je, je.
«Ahí afuera sí se le da la importancia que realmente tiene y creo que eso es una deuda pendiente todavía en España. La forma de mimarlo, de tratarlo, de engrandecerlo tal y como se merece. Eso me produce melancolía y tristeza, ver cómo todavía a nivel institucional no se le da el sitio que se merece. Ni al flamenco ni a los artistas flamencos»
– ¿El flamenco es de todos?
– El flamenco es de todo el que lo cuida, lo ama y lo respeta.
– ¿El flamenco está sano?
– Creo que esta pregunta también se la hicieron a Pepe Pinto y Pastora. El flamenco es un arte que jamás va a morir y que tiene la cualidad de mantenerse porque es un arte atemporal.
– ¿El flamenco va en la buena dirección?
– Pues yo pienso que sí. Solemos ser demasiado críticos y lo único que tenemos que hacer es remar todos en la misma dirección para unificar fuerzas. Ayudar a todos los artistas que se parten el lomo poniendo de su bolsillo para sacar sus discos. Echo en falta más ayudas a nivel institucional. Soy un ser muy justo y los compadreos nunca me han gustado. Tenemos la obligación de cuidarnos, porque es un arte de primera categoría.
– ¿Y ahora qué?
– Ahora estoy en mi quinto disco, un disco de cuplés por bulerías y tangos. Un homenaje a todos los grandes como Bambino, Fernanda, Amina, Miguel de los Reyes, etc. Más adelante quiero meterme en grabar una nueva antología del cante en doble disco. Cantar es mi salvación.