La peña flamenca decana de todas las peñas, La Platería, en su afán por dignificar el flamenco en todas sus expresiones artísticas y profesionales no solo defiende con su programación a los artistas que se suben al escenario sino que va a más allá y pone en valor, promociona y valora a todas aquellas personas que luchan y han aportado con su trabajo una mayor visibilización de este género. Son muchos los profesionales que durante décadas han sido referentes del flamenco más allá de ser artistas, lo que supone la obligación de reconocerles tan magno esfuerzo. Esta introducción va referida a un personaje, dicho sea con el máximo cariño y respeto, archiconocido, un promulgador incansable desde su poltrona en las ondas, radiofónicas y televisivas, de este arte tan universal. Me refiero a Manuel Curao, que, recién jubilado, empieza a recoger el fruto de tantos años de siembra en forma de homenajes. Así, La Platería tuvo a bien rendirle honores y entregarle la insignia de oro de la misma en un acto íntimo, cariñoso y especial en muchos sentidos. Hizo los honores del acto Tito Ortiz, quien ha colaborado con Curao durante décadas, compartiendo tertulias y profesión. Manuel, excelente orador, quiso tener unas cariñosas palabras no sólo con Tito sino con la peña, con su labor y con su antigüedad, de la que, con ánimo bromista, dejó en el aire la duda de si es la más antigua o lo es El Pozo de las Penas de Los Palacios. Tras la entrega de una orla, comenzó la actuación programada y de la que vamos a dar cuenta.
Visitó el escenario de la emblemática peña la palaciega Reyes Carrasco con la guitarra de Rubén Lara. Esta cantaora, joven, estudiosa y ya artista, va dejando de ser una promesa para posicionarse en un mundo profesional complicado a la par que satisfactorio. Tras una insultante juventud hay una cantaora con una base de conocimiento que va ampliándose conforme va madurando. De ahí que sus referentes cantaores y maestros sean todos aquellos que han dejado un legado en la historia y, por tanto, sea fácilmente reconocible detectar a quién acude para completar su repertorio cantaor. Se presentó con alegrías, personales, por no decir deslavazadas en la estética y en las formas. Podemos decir que ella aporta un sello propio, pero lo cierto es que si bien se aprecia que conoce el cante, se lo lleva a su terreno, a veces asfaltado, a veces montañoso, lo que nos da un margen amplio de criterio y crítica para poder responder al qué y al cómo canta. La guitarra de Rubén Lara ha evolucionado considerablemente. Ahora no es un remedo milimétrico de tocaores históricos, ahora viaja en su propia marca, en su propia nave, sin perder el norte pero incidiendo en la vanguardia necesaria que tanto impera. Principia en soleá por bulerías en el toque, que da paso a estilos de Antonio la Peña con remates de soleá donde se estanca la cantaora y de donde no salió porque a partir de aquí se centró en estilos de soleá, retazos trianeros, cantes hablados y fracturados en los remates, como el cante de Juaniquí y lo que pareció un cierre del Sordo la Luz adaptado a sus formas y bien tratado en los altos.
«La cantaora Reyes Carrasco, joven, estudiosa y ya artista, va dejando de ser una promesa para posicionarse en un mundo profesional complicado a la par que satisfactorio. Tras una insultante juventud hay una cantaora con una base de conocimiento que va ampliándose conforme va madurando»

Por tangos fue donde más se explayó dando cabida a una gran variedad estilística que supo conexionar y tratar con enorme frescura, acordándose de la Niña de los Peines, Juan Villar, Antonio el Chaqueta y estilos de Triana y de Granada. Donde no acabó de encontrarse fue en la seguiriya, estirando tercios innecesariamente, meciendo los tercios con decoro pero sin profundidad. Tiene buenos altos, que prescribe en los cantes donde tienen que ser, pero faltó perfilar las subidas y bajadas tonales para dar jondura, sobre todo al remate del cante del Tuerto la Peña y sus conocidos faluchos, la que sí consiguió Rubén al acordarse de Jerez y de Javier Molina. Sin embargo, con la cartagenera de Chacón sí fue precisa y personal y con la taranta de La Gabriela también.
Estando en tierra alhambreña y de Enrique Morente, quiso recuperar sus tangos más solemnes, La Estrella, demostrando unas facultades y unos pulmones excepcionales. Remató la faena por bulerías, con el toque de Rubén mirando de reojo a Jerez a cada momento y con la presencia de Pastora y la Paquera de Jerez en cada tercio, en los cuatro muleros, en el novio moreno y recordando igualmente a Gaspar de Utrera.
Tan a gusto estuvo que a pie de escenario remató por fandangos caracoleros, otro dedicado a las personas mayores y uno final del Gloria.
Ficha artística
Recital de cante de Reyes Carrasco y homenaje a Manuel Curao
Peña La Platería, Granada
29 de marzo de 2025
Homenajeado: Manuel Curao
Cante: Reyes Carrasco
Guitarra. Rubén Lara