Una vez que un artista del flamenco gana en La Unión, las puertas del mundo se le abren. Cante, toque, baile y e instrumentación llegan a todos los rincones con un denominador común: su arte ha conseguido conquistar la Catedral del Cante y ahora impregna teatros y auditorios en galas que rotulan en grande su nombre por toda la geografía. En el caso de Alfredo Tejada, ganador de la Lámpara Minera en 2017, su voz es conocida en numerosos países del mundo, donde desde hace años lleva su quejío y su talento, dando ahora un salto que marcará un antes y un después en su carrera: la Ópera Metropolitana de Nueva York (The Metropolitan Opera).
El cantaor formará parte de la ópera Ainadamar, que significa ‘Fuente de lágrimas’, y que fue ganadora del Premio Grammy en 2006 a ‘Mejor composición de música clásica contemporánea’. El compositor es el argentino Osvaldo Golijov, con el que Tejada lleva trabajando más de una década, y que hará que la Gran Manzana pueda disfrutar del flamenco del 15 de octubre al 9 de noviembre de este año. Además, la producción corre a cargo de Deborah Colker, reconocida por su trabajo con el Cirque du Soleil.
La pieza cuenta la vida y obra de Federico García Lorca y su musa, Margarita Xirgu, siendo Tejada el encargado de encarnar a Ruiz Alonso, el político falangista que organizó su ejecución. “Se va a presentar esta obra en el teatro más importante del mundo a nivel operístico. Ver mi nombre ahí es como llevar a lo máximo de un teatro, al punto culmen de la grandeza donde puede actuar un cantaor flamenco”, indica Tejada. Se trata de la primera ‘Lámpara Minera’ en conseguir pisar este escenario, que aboga más por la ópera que por el flamenco, algo que cambiará gracias a esta pieza a finales de año.
“Cuando te dedicas al flamenco, sueñas con cantar, y lo haces por amor, dedicándote en cuerpo y alma, y no por pretensiones. Pero luego la vida te va regalando estas cosas”, cuenta, remarcando que se trata del resultado de “la dedicación, el esfuerzo y la lucha amando lo que haces pero desde el cariño, la humildad y el respeto al flamenco”.