Como comento en el artículo anterior, Esteban de Sanlúcar tiene una dilatada y exitosa carrera en Hispanoamérica. Sobre todo entre Argentina, Venezuela y México. También se rodea de un círculo de amigos importantes, como los nombrados Camilo Salinas y Pepe Monreal, además de otras figuras importantes del panorama musical y flamenco tanto de Argentina como los que llegaban y solicitaban sus servicios.

 

Entre los amigos más importantes destacamos a Manolo Yglesias, su principal discípulo. Y Pepe Alonso, con el que trabaja en algunas compañías. Pero no solo trabaja con Pepe. También trabaja con importantes artistas, unos afincados allí y otros que llegaban desde la madre patria. Entre ellos destacamos la gala junto a Miguel de Molina para la primera dama Eva Duarte, o los recitales junto a Curro Terremoto, hermano de Terremoto de Jerez. Y su recorrido por los principales teatros y tablaos de Hispanoamérica.

 

Aurelio Benito González Alonso, Pepe Alonso, es otro de los artistas que influyeron en el devenir flamenco hispanoamericano. Pepe nace en León en 1925 y fallece en Buenos Aires en 2009. Su familia se afinca en la capital argentina en la década de los años treinta. Pepe es conocido por su carácter afable y por su amor a la guitarra. También se atreve a cantar durante su carrera, sobre todo los cantes de ida y vuelta. A lo largo de su carrera trabaja acompañando tanto al cante como al baile. Trabaja con artistas como Esteban de Sanlúcar, Jose María Posadas, Pepe Monreal, Maria Jimena, Niño León, Gabriel Moreno, Hermanos Amaya, Niña de la Puebla o Juanito Valderrama. Graba una antología acompañando a Pepe Valencia y Gloria Romero. Y forma el grupo Los Duendes Gitanos. Además, recorre América en su totalidad.

 

Manolo Yglesias es una de las personas importantes de la vida de Esteban de Sanlúcar. Nace en Madrid, pero su familia emigra a Buenos Aires siendo un niño. A los doce años empieza sus clases de guitarra, siendo su principal maestro Jose María Posadas. Más adelante conoce a Esteban y comienzan una gran amistad y mutua admiración. A los quince años debuta como guitarrista del Ballet Español de Ángel Pericet. Este es el punto de inflexión donde Manolo comienza su carrera guitarrística. Desde ahí pasa largas temporadas de giras internacionales e incluso vive en México y los Estados Unidos. Entre sus actuaciones y distinciones destaca el Auspicio Oficial de la Embajada de España en Buenos Aires, el Premio Manuel de Falla en 1995, sus giras internacionales tanto solista como acompañado de orquesta sinfónica, sus apariciones en el Salón Internacional de Guitarra, en el Festival Amigos de la Guitarra o el Encuentro Internacional de Guitarra. Destaca su obra didáctica El Toque Flamenco y sus obras Trilogía Flamenca y Aire y Fuego de España. Pero en torno a Esteban, realiza la transcripción de sus principales obras en su libro Esteban de Sanlúcar. Maestro de la Guitarra Flamenca. Además, Manolo entrevista al maestro de Sanlúcar dando un repaso por su vida personal y profesional. Esta entrevista fue aprovechada por diferentes medios para recabar y divulgar información sobre Esteban de Sanlúcar. Y en octubre de 2011 forma parte de la Comisión del Centenario del Nacimiento del Guitarrista Esteban de Sanlúcar, junto a Manolo Sanlúcar y otras personalidades. Aún en activo, continúa con sus recitales y su labor docente. Manolo sigue inculcando el amor a la guitarra a sus alumnos y a través de los seminarios que le solicitan a nivel internacional.

 

 

 

 

Ambiente flamenco de Sevilla

Esteban de Sanlúcar llega a Sevilla en su niñez. Y de la mano de su hermano se introduce en el ambiente flamenco. Empieza acompañando en fiestas, para luego pasear su guitarra por tablaos, el Charco la Pava, El Kursal y como guitarrista de compañías, como las de Angelillo y Pepe Marchena en 1933. Incluso graba con Antonio Mairena los primeros discos de pizarra del artista de los Alcores, recomendado por el propio Esteban a la compañía discográfica. A partir de ahí lo solicitan asiduamente como guitarrista, hasta que en 1944 recala en Argentina con la compañía de Doña Concha Piquer. El propio Esteban cuenta de viva voz en una entrevista la insistencia de Doña Concha para continuar la gira una vez finalizado el contrato. Pero Esteban decide quedarse en Buenos Aires, él mismo le recomienda al guitarrista David Moreno. Esteban, ya afincado en Buenos Aires, se trae a su madre, a alguno de sus hermanos y a dos sobrinas. Y aunque pasa algunos años entre México y Venezuela, vuelve a Argentina para estar cerca de la familia.

 

Esteban es una persona familiar y amigo de sus amigos. Al mismo Manolo Yglesias lo considera un amigo de trigo limpio. Incluso cuenta que necesita estar en su apartamento de Mar de Ajó para escuchar el viento y el sonido del mar. Es allí donde redacta las cartas a sus amigos, entre ellos Camilo Salinas, Luis Caballero, Mario Escudero o el guitarrista Pucherete. En Buenos Aires realiza los últimos arreglos de sus toques como Mantilla de Feria, Panaderos Flamencos, Perfil Flamenco, Primavera Andaluza o Horizontes de Málaga. Su famosa zambra Castillo de Xauen la trae terminada de España, y está dedicada a Xauen, una población marroquí. En esa misma entrevista confiesa su admiración por Sabicas y Manolo de Huelva, y habla de un artista que toca la guitarra, la trompeta y baila llamado Currito de la Jeroma. También señala su fascinación por Paco de Lucia, al que conocería en Buenos Aires.

 

Durante su época en Buenos Aires, Esteban convence a su hermano y su primer maestro, Antonio de Sanlúcar, para pasar una temporada allí. Antonio de Sanlúcar, afincado en Sevilla, viene de trabajar en emisoras de radio, reuniones de cabales, centros culturales o peñas flamencas. Es un guitarrista con gracia y ángel, según lo recuerdan Naranjito de Triana o Angelillo. Durante su carrera acompaña a artistas como Pepe Marchena, Don Antonio Chacón, Manuel Torre, Niña de los Peines, Juan Mojama o El Gloria. En su gira por Hispanoamérica, cuando le preguntan sobre qué ciudad le gusta más, él responde: “¿A mí? Donde mejor estoy es en Sevilla”.

 

 

«En las Variaciones de Pasodoble de Esteban de Sanlúcar se aprecia un ejecución técnica exquisita, limpia, con una expresión melódica agradable de escuchar, con temas musicales bien definidos y perceptibles al oído. Su música recuerda ciertos giros melódicos de pasodobles antológicos»

 

 

Grabación inédita: variaciones de pasodoble

En este segundo artículo, lo que presentamos es una grabación inédita. Esteban la realiza también en casa de Pepe Monreal. Posiblemente se registra con el grabador Geloso durante los años sesenta. Sergio Sartorio guarda la cinta con sumo cuidado desde que Camilo Salinas se la cediera. En este caso, Esteban toca Variaciones sobre un Pasodoble. A Esteban, con alrededor de 50 años, le gustaba reunirse con su círculo de amigos íntimos y pasar veladas alegres de las que salían algunas grabaciones.

 

 

Variaciones de Pasodoble, de Esteban de Sanlúcar.

 

 

El pasodoble es un género musical identificado con lo español. Se origina en torno a una música militar para acompañar los desfiles. Este estilo musical tiene un compás principalmente binario, aunque pueda llevar ritmo cuaternario. Debido a la rítmica y musicalidad de sus melodías, se introdujo en la fiesta de los toros y originó un tipo de baile para las fiestas populares. A la vez, el pasodoble ha llegado hasta a formar parte de los bailes de competiciones internacionales.

 

En estas Variaciones de Pasodoble, Esteban de Sanlúcar expone su visión y musicalidad sobre este género tan español. Este es un género que el guitarrista conoce a la perfección por sus trabajos con Doña Concha Piquer, Pastora Imperio, Carmen Sevilla, Miguel de Molina o Lola Flores. En esta ocasión se aprecia un ejecución técnica exquisita, limpia, con una expresión melódica agradable de escuchar, con temas musicales bien definidos y perceptibles al oído. Su música recuerda ciertos giros melódicos de pasodobles antológicos. También se aprecia un cambio del modo menor al modo mayor típico de este género. Y a su vez una introducción muy bien ejecutada que nos introduce cada repetición, también característica típica del pasodoble. Y con un final bien definido para rematar la obra musical.

 

No puedo terminar este artículo sin dar las gracias a Esteban Gonda, amigo y guitarrista, por su apoyo y atención con este proyecto. Y sobre todo a Sergio Sartorio, además de haber trabajado durante catorce años como segunda guitarra de Pepe Alonso, por su aportación, amistad y atención en todo momento. Por su ayuda para poder llevar a cabo esta serie de artículos en honor al gran maestro Esteban de Sanlúcar, al facilitar tan importante documentación.

 

 

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