Recordando a Antonio Arenas
Mario Escudero me contó que era el guitarrista que mayor número de intérpretes había acompañado a lo largo de su carrera. Dijo haber sido el primer guitarrista en grabar con Camarón. Y descubrió a Alejandro Sanz. En 2008 se nos fue, llevándose una vida entera de anécdotas.
Antonio López Arenas nació en Ceuta en 1929. El amigo Gamboa en su Guía Libre del Flamenco lo tiene fichado como guitarrista, productor y cantaor. Y así fue, un hombre prolífico y polifacético, pieza imprescindible del flamenco de la segunda mitad del pasado siglo. Y uno de los más olvidados, incluso teniendo en cuenta lo olvidadizos que son los flamencos.
Mario Escudero me dijo una vez que era el guitarrista que mayor número de intérpretes había acompañado a lo largo de su carrera, tanto en grabación como en directo, y aunque no dispongo de las estadísticas, me consta que es así; su nombre es ubicuo en grabaciones y programas desde los años 1950 a 1980. Una lista de todos los artistas a los que acompañó sería imposiblemente larga para incluir aquí –Caracol, Terremoto de Jerez, Chocolate, Paquera, Antonio el Chaqueta, etc.–, los interpretes más destacados de aquella época dorada, incluyendo a bailaores como Antonio el Bailarín, Regla Ortega, Lucero Tena, Manuela Vargas o María Albaicín, además de cantantes de la música española popular como Concha Piquer, Bambino o Antonio Molina entre otros.
Como tantos de su generación, Antonio Arenas fue ricardista devoto, aunque también admiraba a Miguel Borrull, Manolo de Huelva y, más tarde, Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar. Fue además un cantaor completamente solvente con largos conocimientos del cante, un factor que sin duda le hizo posible ser excelente acompañante, el favorito de muchos cantaores.
«¿Qué es el flamenco? –decía Antonio Arenas–. Es un pájaro que se sostiene con una sola pierna»
Conocí a Antonio en Algeciras en el 29º Congreso Internacional de Arte Flamenco, en el año 2001. Después de aquel encuentro, llegamos a mantener largas conversaciones, hasta dos horas por teléfono, varias veces a la semana. Se quejaba de muchas cosas, especialmente de la creciente obsesión con la velocidad y el virtuosismo en el toque de guitarra, que dejaba al arte en segundo plano. «¿Qué es el flamenco? –decía–. Es un pájaro que se sostiene con una sola pierna. Es una persona de Flandes. ¿Qué es el flamenco? No es nada. Así que va la gente y cambia todo, hacen lo que les da la gana con el cante, bailan como un saco de palos. Eso no es bailar, eso es gimnasia. Si lo hicieran con sentimiento, la velocidad no tendría importancia».
Antonio Arenas también estaba decepcionado con la falta de atención que recibió después de que problemas de salud le impidieran actuar en público, y se dedicó a la enseñanza. «No echo de menos al ambiente porque no son más que individuos que viven a costa de los demás», me dijo.
Durante sus años de actividad profesional en Madrid, Arenas circulaba por todos los tablaos principales: Corral de la Morería, Canasteros, Torres Bermejas, Corral de la Pacheca, etc., incluyendo muchos años en el legendario Villa Rosa, donde fue guitarrista oficial, y tocó a las figuras más señeras de la época. Dijo haber sido el primer guitarrista en grabar con Camarón, aunque algunos expertos citan una grabación anterior con Sabicas, posiblemente algún tipo de prueba o promoción. Lo que sabemos a ciencia cierta es que descubrió y promocionó al popular cantante de Algeciras Alejandro Sanz.
Vi a Antonio Arenas por última vez en su apartamento en Madrid, un quinto o sexto piso sin ascensor, lo que le hizo imposible salir de casa debido a su limitada movilidad, convirtiéndolo en prisionero en su propia casa, como él decía. El día 8 de octubre del 2008 se nos fue, llevándose una vida entera de anécdotas, conocimientos y recuerdos de otra época.
Todas las fotos son del archivo particular de Antonio Arenas
Carol Whitney 23 septiembre, 2019
Gracias, Estela Zatania por esto. <3