El elemento canastero en el cante
¿Debemos atribuir a Camarón entonces la incorporación del sonido canastero en el cante flamenco? Así es. La colocación de la voz y las melodías evocadoras siempre estaban ahí, pero no habían sido grabadas ni circuladas comercialmente.
Alborea, ea, ea
tú eres el aire
que a mí me lleva
En el año 1972, aquel estribillo fue como un llamamiento a la nueva era del flamenco, complementando la creación de Camarón y Paco, Canastera, un seudo fandango de Huelva que ni siquiera es un fandango, más bien un sentir de tangos aplicado a un vaivén de vals. Música. Bellísima música que nos gustaba a todos a pesar del mito todavía circulado por algunos aficionados jóvenes acerca de los puristas ultrajados. Estaba viviendo entonces entre Madrid y Sevilla cuando salió, y si había un breve momento de sorpresa, con algunos preguntándose si eso era flamenco, la plena aceptación no tardó en llegar.
Al verte las flores lloran, la primera grabación del famoso dúo, publicada en 1969, también levantó un revuelo a pesar de su concepto y repertorio clásicos. La colocación vocal del cantaor era distinta a cualquier cosa grabada hasta entonces, y era un sonido bueno, lleno de dulce angustia altamente compatible con el flamenco. Eso, además de la genialidad de Paco de Lucía que desbordaba los confines tradicionales en todo momento. Por separado, cada uno era brillante, juntos, impactantes, dando un nuevo sentir al flamenco que estaba algo estancado.
Recuerdo que fue la grabación Canastera que hizo que me preguntara si este joven cantaor no habría estado escuchando las emisoras del otro lado del estrecho que me llegaban a Morón, mucho más al norte. Aquel arco melódico que se doblaba de forma evocadora, las inesperadas notas bemolizadas que se combinaban tan bien con los cantes levantinos que Camarón dominaba… Antonio Mairena, Caracol, Fernanda y otros maestros de la época nunca sonaban así.
La grabación de 1969 era más convencional, con sólo unos tangos extremeños para dar la pista orientaloide. Y hablando de lo oriental, mi querido amigo y estudioso del flamenco Brook Zern cuenta como un día Diego del Gastor le tocó una falseta que tenía un inconfundible dejillo árabe. Cuando Brook comentó que sonaba árabe, Diego asintió: “Sí, sí, es una falseta muy gitana”. Tomad nota del concepto de Diego de que “árabe = gitano”, y por ahí no anda lejos lo canastero.
Pero ¿qué significa “canastero” realmente? Aparte de su definición literal que se refiere a los que confeccionan canastas, un oficio tradicional entre determinados grupos de gitanos, ha llegado a significar gitanos trashumantes, a diferencia de los integrados con residencia fija.
Entonces, estamos contemplando la inserción en el flamenco mayoritario de una forma de cantar relativamente poco conocida en aquel entonces. Hoy en día, es extremadamente difícil encontrar a cualquier cantaor o cantaora inmune a aquel orientalismo popularizado por Camarón, y hasta la música pop española ha sido influenciada: Las Grecas, Ketama, Remedios Amaya, Niña Pastori, El Luis, Manzanita, Los Chunguitos, Los Chichos, Triana y muchos otros, a veces han recibido el calificativo de cantantes de lolailo debido a cierta querencia por coros que emplean esas sílabas. Además de las melodías y tonos inesperados, el cante canastero, siempre con abundancia de tangos, también depende mucho de los coros repetidos.
¿Debemos atribuir a Camarón entonces la incorporación del sonido canastero en el cante flamenco? Así es. La colocación de la voz y las melodías evocadoras siempre estaban ahí, pero no habían sido grabadas ni circuladas comercialmente. Este estilo peculiar existía en el sur de Portugal y la región lindante de Extremadura durante muchísimo tiempo, pero hasta que Camarón le diera protagonismo, fue poco más que una curiosidad, algo que se hacía en aquella tierra. No hay rastro de un sonido canastero en las antologías históricas. El contacto de Camarón en Madrid con los cantaores extremeños Ramón el Portugués, Marelu y Juan Cantero, le influenció sobremanera, y su creatividad innata se ocupó de lo demás. Porrinas de Badajoz hizo mucho para popularizar el cante de su tierra, pero estos sonidos irresistibles no lograron su merecido protagonismo en el día a día del cante hasta que Camarón los pusiera en circulación. Hoy, 45 años más tarde, seguimos sintiendo los efectos.