Manuel Malena: «La clave para mantenerse es no creerte lo que no eres»
El cantaor jerezano Manuel Malena charla con Juan Garrido en exclusiva para Expoflamenco desde la Sala Beréber Jerez. «Hoy los bailaores parecen cigarrones, dan muchos saltos», dice.
Siempre lleva la mochila a cuesta. El cantaor jerezano Manuel Malena (1958) pasa más tiempo fuera de su tierra que en ella, porque en el extranjero están las oportunidades. Actualmente pasa parte del año en Japón, país en «el que hay que hacer de todo», no solamente recitales, «también dar clases», aunque no le gusta mucho. Lleva más de cincuenta años en activo, muchos cantando para el baile, participó en el cedé Nueva Frontera del Cante de Jerez (RCA, 1978), junto a Moneo, El Torta, El Garbanzo, Rubichi o Mateo Soleá. Este último y él son los dos únicos supervivientes de aquella grabación que posicionó a los más jóvenes del momento en la parrilla de salida. Recuerda con cariño la anécdota en la que Terremoto le pegó un «cosqui» antes de subir a un escenario porque le dijo, con desparpajo, que cantaría por seguiriyas. «Él me miró y me dijo: pues venga, que te espero aquí abajo para darte otros dos como no lo hagas bien». En Jerez, todo hay que decirlo, no se siente profeta. «Aquí a los grandes no se les da el sitio, quizás después ya de mayor… Ahí están El Mono o Tío Borrico«. Ha pasado unos días en el sur y ha aprovechado para hacer algunos recitales como en Vejer, junto a la bailaora Rocío Romero. También han estado en Algeciras y él junto a su gente en la Fiesta de la Bulería de Jerez. Con la bailaora lleva años trabajando, recordando aquellos años que pasó con históricas como Merche Esmeralda, La Tati, El Güito o Manolete.
«Cuando empezaba nunca se me pasó por la cabeza ser artista»