Lucía La Piñona: «Más que una bailaora, soy una experiencia»
La gaditana Lucía Álvarez La Piñona estrena en la Bienal de Flamenco de Sevilla su espectáculo 'Insaciable', un acto de destape emocional, corporal y artístico. «Voy cumpliendo objetivos, pero no hay un lugar soñado donde quedarse a… ¿morir?», dice.
Insaciable, de Lucía Álvarez La Piñona (Jimena de la Frontera, Cádiz, 1985), se podrá ver el 21 de septiembre en el Teatro Central, dentro del programa de la XXII Bienal de Flamenco de Sevilla. La obra se presenta como «un destape emocional, corporal y artístico» en el que la bailaora gaditana ha querido explorar sus propios límites y exponerse tal y como es, trasladando al movimiento sus inquietudes, sus influencias y su manera de ser y de sentir, desde su faceta más íntima a la más canalla, pasando por su lado más espiritual o más sexual. El montaje cuenta con la dirección artística de Rafael Estévez y Valeriano Paños, ha sido creado en residencia artística con el Centro Coreográfico Canal y recibe la colaboración del Ayuntamiento de Jimena de la Frontera y la Bienal.
– Presenta en La Bienal la obra Insaciable. Según se refleja en la web del certamen sevillano, el montaje es «un acto de destape emocional, corporal y artístico». ¿Qué destapa exactamente, mi señora?
– Es una manera de decir que me muestro libremente, sin tapujos, sin vergüenzas o complejos. Que voy con todo p’alante, con las luces y las sombras.
– El título es ciertamente apropiado. Todos los flamencos que conozco son insaciables. Pero usted lo ha elegido por otra razón.
– Insaciable es un término que me representa, por mi carácter ansioso y compulsivo. A veces es una cuestión física, pero permanentemente es una cuestión espiritual, como aquello que cantaban los Rolling Stones… I can´t get no satisfation. Yo creo que la insaciabilidad o no satisfacción es inherente no a los flamencos, sino a los artistas en general y muchos tipos de personas.
«No creo que haya que hacer un espectáculo para que encaje en los cánones de Bienal, que cambian todos los años. Mejor seguir la tuya propia y si cuela, cuela. Para esta Bienal en concreto me han dado la mayor de las libertades y confianza»
– ¿Va a ver Sevilla a la mejor Lucía Álvarez La Piñona?
– La mejor hasta ahora, sin duda alguna.
– ¿Cómo se describe como bailaora?
– No me gusta definirme, porque soy cambiante y contradictoria. Por lo tanto, más que una bailaora soy una experiencia.
– Entre sus referentes están Patti Smith y Lola Flores. Explíquese.
– Entre mis referentes hay muchísimas personas y cosas. En este espectáculo en concreto, Lola y Patti, entre otros, me han acompañado desde el principio. Por su estética, por su forma de romper moldes en la época, por sus discursos, etc. El flamenco, evidentemente, es mi referente base y recurro siempre, ya sea para crear o para disfrutar, tanto a los antiguos como a los nuevos, que me aportan muchísimo también. Hay referentes que te acompañan toda tu vida y hay otros que son temporales, dependiendo en el punto en el que te encuentres.
– En septiembre de 2020 le decía a nuestro compañero Juan Garrido para el presente portal que al bailar llega a sentir cada articulación y cada tejido del cuerpo. ¿Hablamos solo de baile flamenco? ¿Qué nos perdemos los que solo disfrutamos con una buena conversación?
– Hablo de baile flamenco porque es lo que hago, baile flamenco. Eso lo dije porque para el anterior espectáculo monté una pieza que concretamente tenía que concentrarme en cada rincón de mi cuerpo, porque era un baile de sensaciones, no era una coreografía montada. Esto me sirvió mucho como ejercicio de concentración y ahora es una herramienta muy valiosa. No os perdéis nada: la conversación es un placer máximo, que no fácil.
«De esta Bienal recomendaría a David Lagos y Juana la del Pipa –aunque ya hayan pasado–, Alfonso Losa, Ana Morales, Manuela Carrasco, Mayte Martín, todos los del hotel Triana, Alfredo Lagos… No sé, hay muchas cosas que me interesan, cuesta elegir»
– La Bienal programa flamenco moderno y teatralizado. Lo entendemos. Es un escaparate mundial y no se queda en el cantaor, el tocaor y el bailaor. ¿Es difícil diseñar un espectáculo para que encaje en los cánones de La Bienal?
– No creo que haya que hacer un espectáculo para que encaje en los cánones de Bienal, que cambian todos los años. Por lo tanto, no se puede seguir una línea para encajar. Mejor seguir la tuya propia y si cuela, cuela. Para esta Bienal en concreto me han dado la mayor de las libertades y confianza, lo cual agradezco, porque en ningún momento me he sentido coartada u obligada. He hecho el espectáculo que he querido desde el principio.
– Al margen del 21 de septiembre en el Teatro Central, ¿le gusta el programa de La Bienal? ¿Qué espectáculo recomendaría efusivamente?
– Equilibraría la programación con nombres de generaciones pasadas que aún están, con algunos del futuro que también sería bonito que estuvieran. Es una Bienal desde el presente, lo cual no me parece mal, para eso es una Bienal. Es muy difícil complacer a todo el mundo con una programación, a gusto de todos no llueve nunca. Recomendaría a David Lagos y Juana la del Pipa (aunque ya hayan pasado), Alfonso Losa, Ana Morales, Manuela Carrasco, Mayte Martín, todos los del hotel Triana, Alfredo Lagos… No sé, hay muchas cosas que me interesan, cuesta elegir.
– ¿Ha llegado al lugar soñado?
– No. Voy cumpliendo objetivos, pero no hay un lugar soñado donde quedarse a… ¿morir?
Fotos: imágenes promocionales de Insaciable, Lucía La Piñona.