Faustino Núñez: «El flamenco es nuestra mejor música, cantable, tocable y bailable»
Dice que el flamenco es la mejor música que tenemos en España, le pese a quien le pese. El flamencólogo gallego Faustino Núñez, uno de los mayores expertos en arte flamenco, afirma que es falso que esta música venga de tierras lejanas. Es solo la evolución natural de la música andaluza.
Musicólogo gallego (Vigo, 1961), Faustino Núñez es sin la menor duda de las personas que más saben sobre el arte flamenco en general y, en especial, de sus orígenes musicales. Es guitarrista y ha llegado a trabajar en la compañía de Antonio Gades. Profesor de conservatorio y docente por cuenta propia, son incontables sus conferencias y cursos. Cualquier cosa que diga va avalada por un trabajo de investigación, algo que no abunda en la flamencología actual.
– Hay quienes dicen aún que el cante no es música, que es cante. Y usted, ¿qué dice?
– El afán por ser únicos, especiales, diferentes en el mundillo al flamenco, lleva a algunos a decir sinsentidos como ese. Es igual que cuando afirman que el flamenco hay que sentirlo, como si algún otro tipo de música no tuviese que ser sentida. El flamenco es nuestra mejor música, cantable, tocable y bailable.
– ¿Qué hace un gallego, experto en música, musicólogo, enseñando flamenco por el mundo?
– La vida te lleva donde menos esperas. En Viena me especialicé en ópera, mientras me ganaba la vida tocando y cantando en los clubes nocturnos flamenquito apaleao. Al regresar a España con mi título de musicología de la Universidad vienesa me encontré que mis colegas no querían saber nada del flamenco y me vi en cierto modo obligado a estudiarlo desde la musicología. Ya va para treinta años de aquello. El ser de Vigo lo veo como una ventaja, ya que me aporta cierta distancia de los mitos y leyendas en torno al arte jondo.
«Es mentira que el flamenco viene de las tierras lejanas y que en el siglo XVIII ya se cantaba flamenco»
– ¿Usted se considera flamenco o solo un amante del arte jondo?
– Yo soy un amante del flamenco que ha vivido como un flamenco buena parte de su existencia. Buscando el pan con una guitarra y teniendo la suerte de estar a la vera de grandes maestros y trabajar con ellos. En el camerino de los flamencos o eres flamenco o te echan. Y me he llevado muchos años en los camerinos de medio mundo junto al gran Antonio Gades.
– Dígame tres mentiras sobre la historia del flamenco.
– Que el flamenco viene de las tierras lejanas. Que en el siglo XVIII ya se cantaba flamenco. Y que existió una época hermética. Y una cuarta, que la farruca es de origen gallego.
– Y ahora, tres verdades.
– Que los estilos flamencos empezaron a cristalizar en Cádiz y su provincia. Que el flamenco es producto de la natural evolución de la música andaluza. Y que sin la mujer el flamenco simplemente no habría sido.
– ¿Mucho intruso enseñando flamenco?
– Yo mismo. Supongo que habrá más. Enseñar el flamenco precisa de dotes pedagógicas que no todo el mundo tiene y es imprescindible conocerlo desde dentro. No es suficiente estudiarlo y ponerse a enseñar. Hay que vivirlo para entenderlo y poderlo transmitir con fidelidad.
«Para hacer flamenco solo hay una condición: ser sapiens-sapiens»
– Para usted, ¿qué es el duende?
– Supongo que el estado de concentración y trance en el que hay que entrar para ejecutar cualquier expresión artística. Los flamencos le llaman duende. En otros géneros se refieren a él como ángel. Otros dicen las musas. Toda ejecución artística necesita un estado especial para transmitir la verdad personal del intérprete y que llegue al corazón de quien lo está escuchando.
– ¿Pueden cantar con duende un japonés o una finlandesa?
– Si se empapa del ambiente adecuado y estudia a conciencia, y tiene el talento que se le supone a cualquier artista, por supuesto. El futuro es de ellos, estoy convencido. Ha pasado en la música clásica, en el jazz, y en otros géneros. Para hacer flamenco solo hay una condición: ser sapiens-sapiens.
– ¿Tiene arreglo lo del flamenco en los conservatorios, si es que hay que arreglar algo?
– Hay mucho que arreglar: plan de estudios y selección del profesorado, sobre todo. Exigir un título a, por ejemplo, Gerardo Núñez para ser catedrático de guitarra es una catetada y no saber nada de lo que va todo esto. Hay mucho que mejorar. Las condiciones de un conservatorio son ideales, pero los contenidos hay que repensarlos desde el flamenco. Y las personas que imparten las clases deben ser los flamencos y no alguien que haya aprendido en un conservatorio y desconozca totalmente el contexto en el que se hace ese tipo de música.
– ¿Qué puede perder un chiquillo con arte y el don en un conservatorio?
– Con malos maestros se puede echar a perder cualquiera. Está demostrado. La cuestión no es dónde se aprende, sino de quién.
– ¿Tiene futuro la crítica flamenca, si es que existe aún?
– Es muy útil para los que no pueden asistir a un concierto o espectáculo poder leer la opinión de personas en las que se confía. La crítica sí tiene futuro. Sin embargo, a veces lees críticas y dices: ¿esta persona ha ido al mismo teatro que yo?
«La cuestión no es dónde se aprende flamenco, sino de quién»
– ¿Usted pondría a Rancapino a cantar en un balcón, como han hecho en Pamplona?
– El otro día estaba la plaza del Ayuntamiento a rebosar y los olés fueron continuos. Yo a Rancapino lo pondría a cantar hasta en una góndola. Reconozco que no es el lugar idóneo, pero permite asistir a un pequeño recital a miles de personas antes de tomarte unas cervezas o mientras bebes un vino con un pincho. Yo lo pasé bien. Hizo unos cantes por alegrías repitiendo el mismo juguetillo en las cuatro letras, pero siempre es una gozada escucharlo. Pamplona lo hace realmente bien, con cariño y, sobre todo, con respeto a los artistas. No hay más que preguntarles a ellos.
– ¿Daría usted una charla en un balcón?
– Nunca, pero sí la daría en el Congreso de los Diputados y los iba a poner a caldo.
– ¿Con qué cantaor lloró la primera vez, si ha llorado alguna vez escuchando cante?
– No lo recuerdo, pero sí me acuerdo haber llorado muchas veces con Enrique Morente. No soy de lágrima fácil, pero Enrique o El Torta, en la distancia corta, me han emocionado como nadie.
– Dígame su guitarrista, si lo tiene.
– El gran jefe Paco, sin duda. Y vivo, me quedo con Pepe Habichuela. La guitarra goza de una salud excelente y hay guitarristas realmente buenos hoy.
– ¿A qué bailaora o bailaor actuales les cantaría, si sabe cantar?
– A El Grilo, a Javier Barón, a Sara Baras, a Eva Yerbabuena… Me gusta el baile, pero prefiero acompañar con la guitarra, el baile y, sobre todo, el cante. Aunque no lo hago muy bien, es lo que más me gusta, cuando me dejan.
Foto: vídeo Flamenco en la red
Paco de Cái 25 agosto, 2019
En Cái ha habido muchos gallegos, embacaos, en los freidores de pescao frito, pero este gallego de Vigo es lo mejor que ha venido a Cái desde hace 200 años. Yo ante era un sencillo aficionado y gracias a mi profesor Faustino ahora sé algo más de este arte nuestro, gaditano cien por cien.
Pepe Linares 26 agosto, 2019
Buen articulo Maestro !!