– Se presenta en sociedad como pianista flamenco. ¿Son dos conceptos complementarios y reconocidos por el gran público?
– Absolutamente. Creo que cada vez más el público es consciente de que el flamenco ya no solo es la guitarra, el cante o el baile, sino que podemos encontrar instrumentos como el piano, la flauta o el bajo y que suenen a flamenco.

– ¿Hasta qué punto es usted un instrumentista de flamenco?
– Creo que las etiquetas nunca son buenas y en la música menos. Soy músico, pianista y mi alma es flamenca. Pero por encima de todo soy músico y gracias a que no me he puesto muros ni límites a la hora de componer, Gruserías es el disco que es hoy por hoy. Un disco de sonido universal, que le puede gustar al que entiende de flamenco y al que no. Que te lleva a muchos lugares distintos, pero cuya raíz es el flamenco.

«El público es consciente de que el flamenco ya no solo es la guitarra, el cante o el baile»

– El título de su debut discográfico hace alusión al estadounidense Dave Grusin. ¿Por qué ha significado tanto este compositor en su vida o en la inspiración de esta obra?
– Siempre digo que los músicos somos el resultado de todas las influencias que tenemos en nuestra vida, y evidentemente en nuestra composición y forma de tocar se reflejan los artistas de los que bebemos y aprendemos día a día. En este caso ha sido así con Dave Grusin en el tema que da título al disco, Gruserías. Más que como inspiración para el disco, fue una influencia grande en ese momento en el que compuse este tema.

– ¿Los músicos de fusión escuchan músicas puras? Si es que existe la pureza, vamos.
– Si las personas no somos puras, ¿cómo va a serlo la música? Pueden existir músicas o estilos más o menos tradicionales, pero ¿puras? Eso no existe. Cualquier estilo de música se alimenta de los demás y cuando piensas que un ritmo concreto o forma melódica es lo tradicional de ese estilo, te das cuenta de que cien años antes lo hacían en otro lugar del mundo.

– ¿Considera su propuesta asequible para grandes audiencias?
– Pienso que sí. No es una música que sea completamente necesario comprender al detalle ni musicalmente para que te llegue y te transmita emociones, que al final es el principal objetivo de la música, hacer sentir. No es necesario que seas un experto del jazz, del flamenco o de la música clásica para que te guste el espectáculo y el disco. Simplemente tienes que sentarte, escuchar y disfrutar de la música.

«Pueden existir músicas o estilos más o menos tradicionales, pero ¿puros? Eso no existe»

– ¿Qué le gustaría que ocurriera con estas Gruserías?
– Que le llegue a todo tipo de públicos. Que la gente disfrute escuchándolo y le hagamos sentir cosas. Compartir música con público que viene a los conciertos, de eso se trata. Gruserías es el primer disco, que siempre es la carta de presentación de un artista. Hasta ahora Gruserías nos está dando momentos muy bonitos, esperemos que siga así mucho tiempo.

– Leemos en su biografía que es actualmente uno de los pianistas principales del musical El rey león. Media España se ha dejado seducir por aquel espectáculo de Gran Vía, incluido quien le habla.
– Trabajar en El Rey León es una suerte y un privilegio. Es el espectáculo musical más grande de España e ir todos los días a tocar a un teatro lleno con 1.200 personas en la Gran Vía de Madrid es un sueño. Se disfruta mucho, se aprende de los grandes artistas que te rodean, sean músicos, bailarines o cantantes. Y tengo la suerte de poder decir que vivo de la música y de tocar el piano, que hoy día no es tan fácil.