Javier Heredia: «El artista festero no ensaya, le sale natural»
El sevillano Javier Heredia charla con Juan Garrido en exclusiva para Expoflamenco desde el Bar Juanito, Jerez. «Hoy se copia mucho, hay que tener un sellito», dice.
Nace en Sevilla en 1980 y crece en una casa de arte que deposita en Triana sus horas de sueño. Entre barras de bar y soniquete improvisado absorbe este festero los conocimientos que tiene. Quizás en otro ámbito ese término sea peyorativo, el de festero, pero en el mundo del flamenco se suele acuñar a esos perfiles que cantan y baila prácticamente a la vez, como ocurría con Paco Valdepeñas, José Vargas El Mono y sigue ocurriendo con Miguel Funi y Marsellés. Suelen defender un discurso que, sin alejarse de la profundidad, se define por el compás y por ese aire fresco que anima al público con especial facilidad. Así es Javier, un humilde artista que hace sus fiestas privadas, ferias «que ahora las temo», algunas peñas, ha acompañado con sus palmas a grandes artistas y actualmente forma parte del espectáculo de humor de Los Morancos. Él vive la vida «con armonía», con bohemia y conformándose con llenar la nevera y ser feliz. Da clases en Japón y tiene un gran sentido del humor. «Hoy se copia mucho, hay que tener un sellito», dice.
«El arte es también saberse tomar una copa, saber estar, escuchar a los mayores…»