Álvaro de la Fuente: «Los prejuicios se acaban cuando el flamenco se considera música»
El cordobés Álvaro de la Fuente Espejo presentó en el Instituto Andaluz del Flamenco su obra 'Fosforito, un genio de la música'. Un atractivo audiolibro que acerca la vida del veterano cantaor a los niños con el fin de que conozcan la cultura musical del flamenco.
Álvaro de la Fuente Espejo (Puente Genil, Córdoba, 1975) es maestro de Educación Musical y apasionado del arte flamenco. Articulista, conferenciante y divulgador del flamenco desde su perspectiva musical –también colaborador del presente portal Expoflamenco, donde firma la excelente serie Aula Flamenca en formato pódcast–, es autor del libro Flamencum Revolutum (2020), que incluye un riguroso estudio del Zángano de Puente Genil. Con su nuevo libro, Fosforito, un genio de la música (Ediciones Saludos Flamencos), pretende «acercar la cultura flamenca a los niños y niñas. No se trata de enseñarles a cantar, sino de que conozcan esta cultura musical».
En esta charla audiovisual, De la Fuente hace hincapié en la descripción del flamenco como «música» y en la intención de que esta obra didáctica, Fosforito, un genio de la música, llegue a los centros educativos andaluces. El documento incluye un amplio resumen de la reciente presentación del libro en la sede sevillana del Instituto Andaluz del Flamenco, con las palabras de su director, Cristóbal Ortega, y de la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Puente Genil, María Delgado. «No es solo un libro para leerlo, sino para escucharlo y para verlo. Se basa en el diálogo de un padre y un hijo. Al final de cada capítulo, el niño puede escuchar un cante a través de un código QR». Un formato audiolibro con atractivas ilustraciones de Jesús Berral Rejano. «La vida de Fosforito merece ser conocida por todos los niños», apunta Álvaro, que reconoce que el veterano cantaor cordobés está contentísimo con esta obra. «Dice que a sus 91 años alguien venga y le haga unos dibujitos animados…».
«No es solo un libro para leerlo, sino para escucharlo y para verlo. La vida de Fosforito merece ser conocida por todos los niños»