Marina Heredia canta a Federico
La cantaora granadina Marina Heredia dedicó su recital en el Castillo de Santa Catalina de Cádiz al poeta Federico García Lorca, en la víspera del 87º aniversario de su asesinato. De paso, desplegó un buen repertorio de cantes muy bien arropados por la guitarra de José Quevedo y el resto de su grupo.
Cuando oigo decir a algunos aficionados que el flamenco está en las últimas, me pregunto si vivimos en el mismo planeta. Aunque estamos de acuerdo en que nuestro querido enfermo crónico requiere de vigilancia y cuidados constantes, creo que los creadores que se dedican a este arte nunca han tenido tanto trabajo en condiciones dignas, ni tanta consideración. Son cientos, tal vez miles, los profesionales que se están pasando este verano con la agenda bien nutrida y las cuentas saneadas, recorriendo España y el mundo para dar lo mejor de sí ante un público que respeta y trata de saber cada día más. Y no pasa nada por decirlo y celebrarlo.
Pensaba en esto en el recital que brindó Marina Heredia en el gaditano Castillo de Santa Catalina, con todo el papel vendido desde hacía varios días. Había guiris entre el respetable, como es normal en fechas veraniegas, pero también muchísimos aficionados de todas las edades. Marina ha logrado ese poder de convocatoria con una carrera seriamente cimentada, sin dar gato por liebre, mimando su imponente imagen y explotando sus cualidades vocales al máximo. Sus metales pueden gustar más o menos, su personalidad puede ser más o menos atractiva, pero como cantaora es irreprochable.
Así lo puso de manifiesto desde el arranque por alegrías (“ya que estamos en Burgos”, dijo con guasa), seguido de la milonga de Corruco de Algeciras en homenaje a las madres del mundo, la seguiriya de Jerez y los Puertos y la caña dedicada a Federico García Lorca, de cuyo asesinato en el Barranco de Víznar iban a cumplirse en unos minutos 87 años.
«Bajo una muy lorquiana y turca luna de estaño, una buena cantaora emocionó a su público y homenajeó como es debido a Federico. Ese Federico vivo y vibrante, que es de todos menos de los enemigos de la razón y de la belleza»
El espíritu del poeta de Fuentevaqueros, el más flamenco de las letras españolas, iba a sobrevolar a partir de ese momento y hasta el final de la noche todo el recital, que tuvo como invitados especiales al padre de la cantaora, Jaime Heredia El Parrón, y a Curro Albaicín, quienes mano a mano recordaron entre cantes por soleá y recitados al autor de Poeta en Nueva York “y a todos los que mataron en esa guerra tan siniestra que tuvimos”. Fue, desde su sencillez y franqueza, uno de los números estelares de la noche.
En la siguiente parte adquirió más protagonismo el jerezano José Quevedo, Bolita para los amigos, un guitarrista al que hemos visto hacer notables proezas en sus proyectos personales, pero que también demuestra tener no poco talento compositivo al lado de una cantaora como Marina. Sin salir del universo lorquiano, hicieron las bulerías acupletás del diálogo con el maniquí de Así que pasen cinco años, conocidas como Sedas de angustia. Se acordó de El Mellizo y Bernardo el de los Lobitos por malagueñas y tiró para su tierra por fandangos del Albaicín, arropada por unos poderosos coros.
Con Quevedo, cómplice idóneo, y un Paquito González a la percusión deliciosamente discreto y preciso (¡qué diferencia entre un percusionista fino y tantos aporreadores de cajón!) bordó la farruca cantada y sentida para mayor gloria del tío Manolete, para dar paso al Romance de la dulce queja, convenientemente abolerado, que también formó parte del espectáculo Lorca y la pasión que triunfó hace cuatro años en los Jardines del Generalife.
Ya pasábamos de la hora y media de concierto cuando tocó ir recogiendo velas por tangos de Graná, y de remate un fin de fiesta con Jaime El Parrón y el cantaor gaditano David Palomar como invitados. Nada más y nada menos se vivió entre los muros centenarios de Santa Catalina esta noche de agosto, bajo una muy lorquiana y turca luna de estaño, en la que una buena cantaora emocionó a su público y homenajeó como es debido a Federico. Ese Federico vivo y vibrante, que es de todos menos de los enemigos de la razón y de la belleza.
Ficha artística
Marina Heredia
Ciclo Patrimonio Flamenco
Castillo de Santa Catalina, Cádiz
18 agosto 2023
Cante: Marina Heredia
Coros y palmas: Anabel Rivera, Fita Heredia
Guitarra: José Quevedo
Percusión: Paquito González
Estrellas invitadas: Jaime Heredia ‘El Parrón’, Curro Albaicín, David Palomar