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Lección magistral de Faustino Núñez y David Pino sobre la historia del flamenco

El musicólogo Faustino Núñez y el cantaor David Pino ofrecieron una lección magistral con una conferencia ilustrada sobre 'La historia del flamenco' en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.


Faustino Núñez y David Pino ofrecieron una lección magistral con una conferencia ilustrada sobre La historia del flamenco en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

 

«El flamenco es la mejor música de las Españas», espeta el musicólogo gallego. Y prosigue: «La música, como la materia, ni se crea ni se destruye, se transforma. Los estilos del XVIII cristalizaron en los estilos del XIX como los conocemos. Pero el flamenco no es folclore, es la reinterpretación artística del folclore. No hablo de calidad, hablo de la diferencia. Cuando Fosforito lo reinterpreta, un verdial es algo distinto. En España es donde menos se valora el flamenco. Aún así, el flamenco vivirá siempre porque es una gran música».

 

Continúa Núñez con su introducción histórica del flamenco: «¿Cuándo nació? Todo apunta a que fue a mediados del siglo XIX. Las raíces son muy antiguas, tres mil años y pico. La guitarra es el regalo de España al mundo. La primera noticia referida al flamenco es en el siglo XIX. En los años 40 fue el impulso, un grito de indigenismo frente a la cultura franco-italiana que dominaba la Corte y frente a la invasión francesa. Y, curiosamente, si hay un público al que le gusta el flamenco es el francés».

 

El origen, en Cádiz

El colaborador de ExpoFlamenco sitúa el origen del género en Cádiz. «Todos los datos apuntan a que lo flamenco nace en Cádiz y provincia. Y donde se hace mayor es en Sevilla, donde se profesionaliza, gracias a Silverio Franconetti. Hasta hoy, que es una música mundial».

 

Faustino Núñez recuerda que «hay tres columnas que sostienen el folclore: el fandango, la jota y la seguidilla. Con esos mimbres se forjó el flamenco. Las jotas las metes por soleá y tienes las alegrías». Explica, acto seguido, los modos del guitarrista para acompañar: mayor, menor y flamenco y que «los majos del XVIII son el germen de los flamencos».

 

Núñez tiene el don de la amenidad y el interés de su charla no decae. «La seguidilla la podríamos resumir en el abandolao, que no es otra cosa que el Bolero de Ravel. Sostiene a los fandangos». Y lo ilustra David Pino, que interpreta con maestría un fandango de Lucena, una rondeña y un fandango de Huelva.

 

«El patrón rítmico es de seguidilla —abunda Núñez—, pero el estilo es fandango. Tiene el mismo orden de acordes del blues. Nueva Orleans hasta 1812 era española y muchos de los esclavos americanos procedían de Cuba. Hay un fandango que es el fandango antiguo, definido por el Diccionario de Autoridades como baile de los que han estado en el Reino de Indias. Dará lugar al polo, la caña, la soleá y el tono flamenco, alternativa al menor y al mayor».

 

Respecto al supuesto origen árabe del flamenco, aclara que «el cante tiene mucho de cantar en camelo» y lo ejemplifica con El Beni cantando en dicha lengua. «En Cádiz se cantaba a palo seco, toná, martinete, debla, saeta…». Y el cantaor pontanés y director de la Cátedra de Flamencología de Córdoba interpreta un martinete.

 

 

«El flamenco no es folclore, es la reinterpretación artística del folclore. En España es donde menos se valora. Aún así vivirá siempre, porque es una gran música»

 

 

Flamencos alquimistas

«El gran milagro del flamenco —asegura Faustino Núñez— es fundir este canto atemperado, es decir, que no cabe en un pentagrama, con la guitarra. A los primeros flamencos los llamo alquimistas, al mezclar el cante oriental con la guitarra occidental crearon oro puro. Por eso cuando dicen flamenco fusión digo valga la redundancia. Y los flamencos son trincones, como Gades, con el que trabajé».

 

Recapitula Núñez: «Tenemos el ritmo, la armonía, el compás y la melodía. Ya teníamos los mimbres. Primero fue el polo y la caña. Y El Planeta era el rey del polo».

 

El autor de América en el flamenco alude al papel que jugaron los puertos de Cádiz y Sevilla en el comercio con América. «El contacto con las provincias de ultramar era constante. Los gaditanos toman las canciones de allá y entre ellas llegó la petenera. Decían que era judía, de Paterna de Rivera, hasta que revisando los periódicos del siglo XIX dice que el señor Antonio Monge cantará la petenera americana en 1826 y en 1827 Luis Alonso bailará la petenera veracruzana. Los flamencos la traducen a su modo flamenco», aclara. Y David Pino canta primero la veracruzana y luego la flamenca.

 

 

Saray Cortés. Conferencia ‘La historia del flamenco cantada’, de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

 

 

Una música antiacadémica

«La soleá no deja de ser un compás de petenera con los acentos diferentes. El flamenco es una música antiacadémica, para que no la entienda alguien que estudie en un Conservatorio. ¿Dónde está el 1? Los flamencos no dan el 1. El flamenco es una música tramposa», concluye Faustino, y lo ejemplifica haciendo el compás con los nudillos sobre la guitarra. «La soleá y el compás por soleá —asegura— es el centro neurálgico del flamenco. La cejilla es otro invento del flamenco, de gente cómoda y lista, quitan o ponen medio tono moviendo la cejilla». Y Pino ilustra este bloque cantando varios estilos de soleá.

 

«Si al compás de soleá le das la vuelta —explica— tienes la seguiriya, que es el paradigma del cante jondo, santo y seña del cante jondo, según Falla. Es la inversión rítmica de la soleá. Se puede tocar más o menos rápida, que no le afecta al cante, como sí ocurre con la soleá. Y la seguiriya en modo mayor son cabales».

 

 

«El gran milagro del flamenco es fundir este canto atemperado –es decir, que no cabe en un pentagrama– con la guitarra. A los flamencos los llamo alquimistas»

 

 

El punto cubano y la guajira

«De Cuba vino un canto, el punto, que cuajó mucho. Entre 1860 y 1870 empiezan a funcionar los cafés cantantes, con Silverio como pionero, artista y empresario. Ya existían la serrana, la liviana, el polo, la caña, la soleá y había que ofertar más cantes. El café cantante fue el laboratorio. La guajira es el punto cubano a lo flamenco», asegura Faustino Núñez, y lo canta David Pino.

 

El bel canto andaluz

«El propio público —prosigue— iba moldeando el repertorio flamenco. En Málaga se dieron cuenta de que si le quitas el ritmo al fandango nace la malagueña, que son arias de opera, el bel canto andaluz. De este árbol nace la granaína, la taranta, la levantica…». Y Pino interpreta la malagueña de El Mellizo.

 

«El tango americano —arguye— se adaptó a la idiosincrasia gaditana, de compás binario, imperfecto. El perfecto es el tres. Los flamencos hicieron los tanguillos, pero se plantearon: ¿y por qué no metemos la música del tango en nuestro tono? Seguramente fue El Mellizo. Y nace el tango de los tientos, el primer tango netamente flamenco, y de ahí los tangos». Y los interpreta Pino.

 

«Después vendrían las rumbas, los tangos desdoblados. Y las alegrías se remataban con chuflas, que acabaron llamándose bulerías. Hoy lo máximo para el gusto del público», expone el vigués e ilustra el pontanés.

 

Se acerca el final. Ha sido una hora y media, pero se ha pasado volando. «El flamenco le debe mucho al baile, sin él no estaríamos aquí», asevera Núñez, que invita al escenario a la bailaora malagueña Saray Cortés. Cambian los roles, canta Faustino Núñez y toca la guitarra David Pino por alegrías para el baile de entrega total de Cortés, primero con mantón, abanico después y castañuelas para rematar por bulerías de Cai.

 

 

Ficha artística

La historia del flamenco cantada
Faustino Núñez y David Pino
Museo Carmen Thyssen de Málaga
21 de junio de 2024
Aforo: Lleno
Conferenciante, guitarra y cante: Faustino Núñez
Cante y guitarra: David Pino
Baile: Saray Cortés

 

 

Conferencia 'La historia del flamenco cantada', de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

Conferencia ‘La historia del flamenco cantada’, de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

 

Conferencia 'La historia del flamenco cantada', de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

Faustino Núñez. Conferencia ‘La historia del flamenco cantada’. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

 

Conferencia 'La historia del flamenco cantada', de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

David Pino. Conferencia ‘La historia del flamenco cantada’. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

 

Conferencia 'La historia del flamenco cantada', de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

Saray Cortés. Conferencia ‘La historia del flamenco cantada’, de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

 

Conferencia 'La historia del flamenco cantada', de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio

Conferencia ‘La historia del flamenco cantada’, de Faustino Núñez y David Pino. Museo Carmen Thyssen de Málaga. 21 junio 2024. Foto: Juan Recio


Cuevas de San Marcos (Málaga), 1974. Periodista especializado en flamenco. Director de la Revista Pellizco Flamenco. Gestiona una sección semanal sobre flamenco en Fuengirola TV y colabora en el programa Universo Flamenco de Canal Málaga Radio. Presenta festivales flamencos.

4 COMMENTS
  • Juan Antonio 27 junio, 2024

    Y de los gitanos no mencionó nada? No hay un flamencologo más racista (antigitano) que este Núñez. Leo sus artículos y en todos trata de anular el legado de los gitanos en el flamenco. Unas veces los disfraza de payos haciendo de gitanos, otras veces dice que no existen porque hay mil razas en Andalucía y todo lo que se puede inventar Habla de América y de África solo por negar a los gitanos. Que barbaridad, es un peligro adoctrinar a la gente de este modo. Señores los gitanos son la base musical del flamenco no hace falta ser Manuel de Falla para adivinarlo. A partir de ellos viene todo lo demás (de la mezcla de lo gitano con el folklore español).. Si no mira los creadores del cante por siguiriyas, base del cante jondo.

  • Faustino Núñez 28 junio, 2024

    Veo que usted no asistió a la conferencia Juan Antonio. Es increíble cómo se puede hablar de oídas y solo por ofender. Siempre hablo de los gitanos, en la conferencia del otro día mencioné la importancia enorme de los gitanos en la forja del flamenco. Pero usted sigue en sus trece. No hay forma. Alguien corrió la voz de mi supuesto antigitanismo que no es tal y algunos se lo han creído y lo publican donde pueden.. Yo no disfrazo nada, me limito a contar lo que hay en la historia, pero usted ya tiene su historia del flamenco bien armada en su cabeza y no hay quien la toque. “Este Núñez”, como usted dice, lleva treinta años trabajando con gitanos y ha recorrido los teatros del mundo con su guitarra rodeado de gitanos, Pero eso a usted le da igual. Usted a lo suyo: insultar y faltar al respeto. Esto es el flamenco, siempre tirando a dar. Buenos días.

  • Juan Antonio 29 junio, 2024

    Buenas Faustino, primero que nada me disculpo por mi comentario pues, créame, no pretendo ofenderle. Le respeto y considero que tiene un gran conocimiento de esta música.
    También es cierto que no estuve en la conferencia y que solo he contestado en base a la crónica de la misma. Quizás el cronista obvió su mención a la “gran aportación gitana a la forja del flamenco”. Pero aun así, suelo leer sus textos y he presenciado alguna de sus conferencias en persona y online y comento en base a todo esto. Sin más, hace poco publicó un artículo en el que venía a decir que “lo gitano” es mas una percepción y una estética, que unas personas, ya que a menudo lo que parecían gitanos no eran mas que payos disfrazados de gitanos o interpretando esta estética. Esta afirmación, que no es algo nuevo, si no toda una corriente de pensamiento en el flamenco, es muy ofensiva y racista, puesto que niega la existencia de todo un pueblo y su cultura.
    He oído a diferentes investigadores reputados (no gitanos) afirmar que desde hace algunos años se intenta desde posiciones de poder y repercusión en el flamenco (medios, academia, instituciones, festivales…) eliminar el elemento gitano del flamenco, de su historia y de su presente. Diluirlo en lo andaluz, en lo español, hasta en “lo madrileño”. Esto me parece injusto y de nuevo racista. (Y eso que yo no soy gitano)
    Hace algunos años, le oí decir hablar de la importancia de la Gran Redada 1749 como el hecho fundacional o el momento en el que salen a la luz esos cantes que son la base del flamenco (jondo o gitano), pero ya no le he vuelto a oír mencionar nada de eso, ahora las corrientes tienden a buscar en otros continentes lo que está en la puerta del vecino.
    No creo que usted sea racista y soy consciente de que ha conocido, trabajado y es amigo de muchas personas gitanas. Además, se que es conocedor, de ese elemento oriental gitano que es la llave del flamenco, por eso a veces me quedo un poco sorprendido con alguna que otra teoría. De nuevo disculpas y buena suerte. Le seguiré leyendo.

  • Faustino Núñez 29 junio, 2024

    No pasa nada Juan Antonio, opinar es libre. Le invito a leer de nuevo el artículo que menciona y verá que solo digo lo que fue una realidad, no una teoría. Muchos actores no gitanos hicieron papeles de gitanos y sus canciones, imitando el acento calé, también influyeron en la forja del repertorio de cantes. Piense que tan racista es ningunear la aportación gitana al flamenco como inflarla y negar la de los gachés. Salud

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