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Andrés Peña y Pilar Ogalla, de la fuerza y la ternura

El bailaor jerezano y su compañera gaditana logran en su propuesta ‘La tournée’ sacar un gran partido a muy pocos elementos, gracias a la verdad de su baile y a un ritmo poderoso.


Aunque la cantera del baile flamenco no para de sacar a la luz nuevos valores sobrados de técnica, facultades y atrevimiento, somos muchos los que apreciamos el modo en que los veteranos luchan por mantenerse en el candelero, aportando esa personalidad y esa experiencia que solo los adanistas más necios pueden despreciar. Con quince años de proyecto conjunto, muchos más de carrera previa e incontables tablas pisadas, Andrés Peña y Pilar Ogalla juegan en esa liga, poniendo en ellas sus mejores atributos.  

 

El miércoles 17 de noviembre presentaban La tournée en el Teatro de La Tía Norica de Cádiz, en el marco del ciclo Patrimonio Flamenco. Un espectáculo que venía bien rodado desde su ya lejano estreno en el Festival de Jerez, y que han ido perfilando hasta dejar redondo. Sin complicaciones escénicas más allá de unas sillas, unos sombreros y un sencillo esquema de luces, el montaje nos recuerda que a un espectáculo de baile no le hace falta mucho más que bailar, bailar con verdad y con arte.

 

 

«El montaje ‘La tournée’ nos recuerda que a un espectáculo de baile no le hace falta mucho más que bailar, bailar con verdad y con arte»

 

 

De hecho, el título de este trabajo, que alude a los preparativos de una compañía para salir de gira, se antoja una excusa prescindible. Ese viaje prometido desde el principio, con el elenco citando nombres de ciudades del mundo a las que presumiblemente vamos a volar en sueños, podría saltarse perfectamente, porque no necesitamos ir mucho más lejos que a Triana, Jerez, Cádiz, Huelva o Levante.

 

Allí nos lleva la pareja desde el rotundo arranque por tangos de Triana, saltando por encima de los problemas iniciales de sonido. La maquinaria está perfectamente engrasada, tanto en los pasos a dos de escrupulosa sincronización por abandolaos y pregones, con remates que saben buscar el aplauso en la originalidad y lo imprevisto, como en los números que Ogalla y Peña hacen solos.

 

La gaditana se luce por tarantos con una medida muy ajustada, que no rompe el empuje del espectáculo y concluye con un hermoso juego con el mantón, mientras que el jerezano brilla por soleá con su estampa clásica, de formas compactas pero ágil y viril en sus movimientos, capaz de figuras de notables complejidad. “¡Andrés, que hasta los pies los tienes!”, le gritaron desde el patio de butacas mientras el artista se calzaba. 

 

 

«Cádiz y Jerez, donde algunos quieren ver dos galaxias antagónicas, demuestran de la mano de estos artistas estar muy cerca, unidos por naturales afinidades de ida y vuelta de las que solo puede salirse enriquecido»

 

 

Son, el uno y el otro, contrapuntos perfectos entre sensualidad y fuerza, que en determinados momentos se avienen también a la ternura compartida, como en la escena del mantón o en el juego final con las muñecas. Cádiz y Jerez, donde algunos quieren ver dos galaxias antagónicas, demuestran de la mano de estos artistas estar muy cerca, unidos por naturales afinidades de ida y vuelta de las que solo puede salirse enriquecido.                   

 

Pero hay que insistir en el poderoso ritmo de La tournée, animado por unas precisas transiciones, como una de las claves del éxito final de la empresa, con una hora y veinte minutos de despliegue físico y una rica variedad de estilos. En ello participa todo el elenco, entre el que anoche destacó la voz de Reyes Martín y la conocida versatilidad de Roberto Jaén, menos percusionista que otras veces, pero que tan pronto se arrima a los coros como hace palmas o se pega una pataíta con toda la gracia viñera.

 

Compás de bulerías y larga tanda de alegrías con denominación de origen pusieron el broche a un austero pero efectivo trabajo a cargo de un equipo encabezado por dos buenos profesionales, a los que el respetable –gaditano y jerezano a partes casi iguales– premió con un largo aplauso en pie.

 

Fotos: Sergio Ibarra – Camara Studio      

 

 

Ficha artística

Teatro de la Tía Norica, Cádiz
17 de noviembre de 2021.
Ciclo Patrimonio Flamenco.
Andrés Peña & Pilar Ogalla, baile.
Jesús Guerrero, guitarra.
Reyes Martín, Miguel “El Londro” y Miguel Lavi, cante.
Roberto Jaen, palmas.
David Coria, dirección
 

 

 


Un pie en Cádiz y otro en Sevilla. Un cuarto de siglo de periodismo cultural, y contando. Por amor al arte, al fin del mundo.

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