José de los Camarones, un arañón fresco de jondura
Cuando uno está jarto de pares llega José de los Camarones y te saca del tiesto. Eso es lo que hizo en la Bodega El Potro de Villanueva del Ariscal. Nos dio un revolcón de cordura. Se quejó con la verdad en la garganta y el sentimiento pleno de dolor.
Cuando uno está empachao de flamenco la copia no duele. Cuando uno está jarto de pares llega José de los Camarones y te saca del tiesto. Eso es lo que hizo en la Bodega El Potro de Villanueva del Ariscal. Nos dio un revolcón de cordura. Se quejó con la verdad en la garganta y el sentimiento pleno de dolor. José es un cantaor singular, distinto, personal. Ha mamao lo más grande. Y ha sufrido lo suyo. Por eso cuando se aferra al lamento hiere.
La Peña Flamenca La Solera acogió un recital de cante de este jerezano acompañado a la guitarra por Domingo Rubichi, que dio una lección de servidumbre luciendo por la ausencia de ostentación y la flamencura de sus cuerdas.
«José de los Camarones rebosó la sal que se ha tragao mariscando en las alegrías. (…) No le importaba morir cantando. Asestó cien puñalás por ca uno de los tercios que lloró. Escarbó en la negrura de una pérdida, en el vacío que deja la muerte. Y la sangre se alborotó empujando hasta su nuez gañafones de locura»
Abrió por tientos tangos meciendo el gañote pa calentarse. Se acordaba de las fatiguitas dobles que se pasan en las cositas del querer. Luego se embriagó de los aires levantinos evocando en la minera a Pencho Cros. Enjaretó la taranta con mucho gusto. Y prosiguió con granaína, malagueña y abandolaos mirándose en El Gallina. Pero fue en la soleá donde empezaron los zamarreones a hurgar en los ecos de su tierra. Muy bravío en la de Frijones. Después apretó en La Andonda y echó los restos en un macho cortito pero de enjundia suprema. Rebosó la sal que se ha tragao mariscando en las alegrías y estuvo valiente en los fandangos de El Carbonerillo, Cepero y El Gloria. Lo mejor fue la seguiriya. No le importaba morir cantando. Se rebañó las entretelas sin guardarse en las de Tío José de Paula. Asestó cien puñalás por ca uno de los tercios que lloró. Escarbó en la negrura de una pérdida, en el vacío que deja la muerte. Y la sangre se alborotó empujando hasta su nuez gañafones de locura.
José se vació, lo dio todo. Evidenció que el cante es otra cosa más allá de la reproducción y el teatro. No entendía de ojana. Se doctoró con personalidad en las imperfecciones. No es un cantaor que se repita. Las ducas nunca son iguales. El llanto no tiene hueco en el pentagrama. Su cante es flamenco con tropezones, de calle y juerga, de barra y de escenario. Las papas con chocos de casa que se vuelven una delicatessen en el restaurante caro. Un arañón fresco de jondura.
Ficha artística
Recital de cante de José de los Camarones y Domingo Rubichi a la guitarra
Bodega El Potro, Peña Flamenca La Solera de Villanueva del Ariscal, Sevilla
29 de septiembre de 2023
Juan pineda Barriento 1 octubre, 2023
Como José lla quedamos poquitos flamenco puro y Jondo de sentimiento y corazón que nos trasmites y nos llegas a dentro del alma❤️?