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Guirijondo (III): América nunca estuvo lejos

Una conferencia de Faustino Núñez sobre las relaciones entre el flamenco y América, la guitarra de Gaspar de Holanda y el cante de Jafelín Palacios ‘La Niña de Bolívar’ protagonizaron la tercera jornada de Guirijondo, el festival flamenco de Palomares.


El Festival Guirijondo, la cita con los flamencos del mundo que tiene lugar esta semana en Palomares del Río (Sevilla), cruzó ayer su ecuador con una jornada en la que las dudas acerca de la dimensión universal de este arte volvieron a quedar disipadas. El mesón La Truja albergó de nuevo el primer encuentro, una conferencia del musicólogo Faustino Núñez en torno a las relaciones entre el flamenco y América, a las que ha dedicado varios estudios.

 

“Es un tema que me lleva ocupando tres décadas”, empezó asegurando Núñez. “La primera vez que pensé en América en el flamenco fue en Viena, donde yo vivía y estudiaba. Estaba con unos amigos venezolanos y uno de ellos me dijo: «El fandango es americano». Pensé que estaba loco, pero me fui a una enciclopedia y en efecto, la primera definición de fandango era ‘baile de los que han estado en los reinos de Indias’. Esa fue la espita que prendió mi interés por este tema”.

 

Más tarde, cuando empezó a estudiar el flamenco más en serio, este inquieto gallego se fue a Cuba un año “para equilibrarme” después de su estancia austríaca, y lo primero que escribió fue un ensayo titulado Cádiz y La Habana como puerto de transculturización. Conoció a Fernando Quiñones y a Enrique Morente, que lo animaron a profundizar en el asunto.

 

“Me di cuenta de que simplificar la cuestión a los cantes de ida y vuelta era como una propina que se nos daba para que no diéramos la lata con esto de América y el flamenco”, dijo Núñez con tono desenfadado. Y a continuación destacó el hecho de que la soleá y la seguiriya sean originariamente cantes, de ahí que tantas canciones adopten su estética cuando quieren aflamencarse, si bien queda por ver su posible origen americano”. 

 

Pero también aprovechó el estudioso para achacar a los europeos “un instinto de superioridad por el que ellos, los del otro lado del Atlántico, parece que no nos pueden influenciar. Eso es etnocentrismo, y el flamenco ha pecado mucho de eso. Por eso defiendo el concepto guirijondo, porque para ser jondo no hay que nacer en la calle Canterería de Jerez, aunque esto pueda ser una ventaja que no tiene el nacido en Shinjuku, Tokio”.

 

 

«El flamenco ha pecado mucho de etnocentrismo. Por eso defiendo el concepto guirijondo, porque para ser jondo no hay que nacer en la calle Canterería de Jerez, aunque esto pueda ser una ventaja que no tiene el nacido en Shinjuku, Tokio» (Faustino Núñez)

 

 

Conferencia del musicólogo Faustino Núñez en La Truja. I Festival Guirijondo. Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

 

Valga la redundancia

Tras agradecer a referentes como Manuel Bohórquez, Luis Suárez Ávila o José Luis Ortiz Nuevo el haberle inspirado varias líneas de investigación, Núñez recordó cómo “me propuse desmenuzar los elementos del flamenco, y analizar el origen de estos. Porque el impacto del descubrimiento de América fue enorme en la botánica, el derecho, pero en la música no se ha estudiado, y muchos que lo han intentado lo han hecho para poner pegas”.

 

El discurso de Faustino Núñez transitó asimismo por la zarabanda, “una danza americana que desembarca a finales del siglo XVI, posiblemente en Cádiz o Sevilla, y que llega a la corte, pero cuya noticia más antigua se localiza en Panamá. Si nos fijamos, su patrón es el de la seguiriya, si la acelero un poco tengo las bulerías, y si le cambio el tono, las cantiñas”; también el tango, “que durante décadas se llamó tango americano, que nace en Cuba, desembarca en Cádiz y 60 años después se hace flamenco, y del que surge el pasodoble –que es un estilo tan español–, el tango argentino y la habanera; o la petenera americana, y también la petenera mexicana, “que si la paras y pones a cantar a Manuel Torre…”

 

“Estamos en el mismo idioma musical”, concluyó el autor de títulos como La música entre Cuba y España, El afinador de noticias o América en el flamenco. “España no tuvo colonias, eran provincias de ultramar, de pleno derecho. Un leonés era como un peruano o un chileno. ¿Por qué no aceptamos, entonces, que venga su influencia de Venezuela o de Colombia, y sí de Santander? Los cantes de ida y vuelta tendrían que ser, en todo caso, cantes de idas y de vueltas, porque fueron muchas”.

 

Finalmente, Núñez aseveró que “la música ni se crea ni se destruye, solo se transforma. Cuando me hablan de flamenco fusión digo siempre ‘valga la redundancia’. Puro es solo los que Fidel Castro le regalaba a Felipe González”. Y acabó marcando el patrón rítmico de la habanera, que es también el del tango… y el del reguetón. “Es el más poderoso de la tierra. Estuve con Antonio Gades en Yakarta y escuché a un grupo típico tocando algo cuya base es la habanera. Y es que hay músicas que tienen, como dicen los alemanes, validez general, como Mozart, el jazz o el flamenco”.

 

 

«España no tuvo colonias, eran provincias de ultramar, de pleno derecho. Un leonés era como un peruano o un chileno. ¿Por qué no aceptamos, entonces, que venga su influencia de Venezuela o de Colombia, y sí de Santander?»

 

 

La bailaora Verónica Campos La Canela, en el cuadro de Gaspar de Holanda. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

 

Con H de Holanda y de Huelva

Empezaba a oscurecer sobre Palomares cuando los guirijondistas se desplazaron, como viene siendo preceptivo, a los Baños Árabes, donde ya empezaba a calentar sus dedos, al son del agua en los aljibes, Jasper Lockefeer, más conocido entre los aficionados como Gaspar de Holanda.

 

Guitarrista afincado en España desde hace más de dos décadas, formado –después de pasar por el Conservatorio Superior de Rotterdam– bajo la tutela de maestros como Gerardo Núñez, Tomatito, Antonio Rey o José Antonio Rodríguez, entre otros, Gaspar venía precedido por su ya larga trayectoria y las buenas sensaciones que despertó, hace ya un par de años, su debut discográfico, titulado Quejíos.

 

Se arroparon sus seis cuerdas de cante, percusión y baile tras arrancar en solitario por minera, para luego pasarlas por las sales gaditanas de la cantiña. Con la incorporación del hermoso laúd de Alaa Zouiten, la música de Gaspar se impregnó de aromas andalusíes en los tangos de Granada dedicados a Enrique Morente, y de ahí brindó una creación propia sobre la base de un poema de Susana March.

 

El toque por fandangos de Huelva y por Levante también permitió al guitarrista lucir una técnica que, desde la sobriedad, aspira no solo a estar a la altura de lo que su instrumento exige, sino que también quiere desplegar una mirada propia, la suya, incluso tratando de hacer modestas pero dignas aportaciones. Otra tanda de tangos y un fin de fiesta por bulerías de Jerez pusieron el broche a una actuación que no defraudó las expectativas.

 

 

«Con la incorporación del hermoso laúd de Alaa Zouiten, la música de Gaspar de Holanda se impregnó de aromas andalusíes en los tangos de Granada dedicados a Enrique Morente, y de ahí brindó una creación propia sobre la base de un poema de Susana March»

 

 

Jafelín Palacios, con Antonio Moya. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

 

Amor por el cante

Las malas noticias, que en estos tiempos viajan a la velocidad de la luz, asaltaron los teléfonos móviles de muchos de los presentes mientras disfrutaban del recital de Gaspar de Holanda: Luis Suárez Ávila, el gran divulgador del flamenco, citado por Faustino Núñez apenas un rato antes, acababa de fallecer a la edad de 79 años. El abogado y estudioso portuense, que ha venido publicando regularmente sus memorias en Expoflamenco, teñía así de luto el ánimo de la afición jonda, siempre agradecida por sus desvelos por el arte.

 

Con todo, y como el propio Suárez Ávila sin duda habría deseado, el flamenco debía seguir. Y lo hizo de la mano de la cantaora Jafelín Palacios, venezolana afincada en Vancouver, a la sazón impulsora del portal Expoflamenco. Alentada por el sueño de ser profesional, La Niña de Bolívar, como se ha dado a conocer artísticamente, tuvo la oportunidad de mostrar las mejores cualidades de su voz en un escenario en toda regla como el de Palomares.

 

Escoltaron a Palacios dos guitarristas foráneos, pero enraizados en Andalucía, como el peruano Óscar Guzmán y el francés de Nimes Antonio Moya. “No conozco a una persona en el mundo que tenga el amor por el cante que tiene Jafelin”, afirmó Manuel Bohórquez en sus palabras iniciales. Y eso, amor por esta secular forma de celebrar y de dolerse que llamamos flamenco, fue lo que entregó la artista a manos llenas.          

 

Comenzó un tanto fría, como el tiempo, pero con gran determinación, en la soleá de Triana y los abandolaos, para ir encontrándose cada vez más a gusto cantando por levante, y sintiéndose definitivamente dueña de las tablas por tangos y bulerías. Cuando más cómoda estaba, como suele suceder, tuvo que caer el telón, pues ya rozaban los relojes la medianoche, pero todavía pudimos algunos escuchar un poco más a Palacios, exultante, a las puertas de su camerino.   

 

Venezuela, dicho sea de paso, ha sido siempre un país de grandes y sostenidas querencias flamencas, con una gran afición por el baile, especialmente, y donde figuras como Camarón o Paco de Lucía se sintieron como en casa. Con América había empezado la tercera jornada del festival Guirijondo, y con América concluyó. Una orilla que, como volvió a quedar patente, nunca resultó lejana para los flamencos, y mucho menos ajena.

 

 

Gaspar de Holanda y su cuadro flamenco. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Conferencia a compás del musicólogo Faustino Núñez en La Truja. I Festival Guirijondo. Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Jafelín Palacios y Óscar Guzmán. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Gaspar de Holanda y Virginia Gómez. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Jafelín Palacios, con Antonio Moya, Luis de Jerez y Ali de la Tota. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

Jafelín Palacios, con Antonio Moya, Luis de Jerez y Ali de la Tota. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

La bailaora Verónica Campos La Canela, en el cuadro de Gaspar de Holanda. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Gaspar de Holanda y su cuadro flamenco. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

Gaspar de Holanda y su cuadro flamenco. I Festival Guirijondo. Baños Árabes de Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Conferencia del musicólogo Faustino Núñez en La Truja. I Festival Guirijondo. Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

Conferencia del musicólogo Faustino Núñez en La Truja. I Festival Guirijondo. Palomares del Río, Sevilla. 14 abril 2023. Foto: perezventana

 

        


Un pie en Cádiz y otro en Sevilla. Un cuarto de siglo de periodismo cultural, y contando. Por amor al arte, al fin del mundo.

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