Manuel Valencia y Alberto Sellés, luces y sombras
Crónicas de las actuaciones del guitarrista Manuel Valencia y el bailaor Alberto Sellés en el Festival de Jerez.
La jornada del martes, 8 de marzo, estuvo marcada por las puertas cerradas del Teatro Villamarta. Como es habitual, el principal escenario de la muestra suele “descansar” uno o dos días a lo largo de su celebración para que el equipo técnico pueda tomar un respiro, o bien, tenga cierto margen para preparar la obra del día siguiente. Sea como fuere, las funciones principales pasaron a otros espacios.
A las seis y media de la tarde, en la Sala Compañía, el jerezano Manuel Valencia presentó su espectáculo Las Tr3s Orillas, con el que obtuvo el mayor de los éxitos. El guitarrista se caracteriza por su perfección a la hora de ejecutar y componer, desde su esencia gitana, dejando su discurso musical expuesto con suma medida y cuidado, con un ritmo en la escena que da gusto y con unos artistas invitados fieles a la línea brillante que defiende el del barrio de La Asunción.
Valencia es un artista nada conformista de ahí que aproveche e intente exprimir sus distintos perfiles, caso del guitarrista de acompañamiento, como concertista e, incluso, acompañando al baile. Esa amplitud de miras lo sitúa en la cima de la guitarra jerezana. Su pulsación es infalible, su pulgar es una navaja hiriente, y su rasgueo es una copa de amontillado.
No menos de veinte años lleva ya encima de los escenarios, en pleno proceso evolutivo, sin haberse estancado nunca. El hijo de Diego El Cabero, un palmero de arte de Santiago, supo siempre lo que es el respeto a las tablas por su estrecha y familiar vinculación con Fernando Terremoto, quien le marcó sus primeros pasos, y, posteriormente, Moraíto, que ha marcado a parte de esta generación.
«Alberto Sellés no solo baila, también canta, se desnuda de cintura para arriba y se planta en el escenario con personalidad. Crece»
En el repertorio no falta la soleá titulada La puerta del tiempo, prosiguiendo con el zapateado El árbol de las palabras, que si en su edición audiovisual cuenta con Manuel Liñán, en esta ocasión aparece El Choro, fulminante de pies. Irrumpe en escena el gran David Carpio, con un dominio fuera de lo común, para interpretar la granaína y las cantiñas En una gota de agua, también con su poquito de bulerías llamadas Rentoy. El escenario solo cuenta con algunos focos que dividen la escena en tres micro espacios. Javi Peña y Juan Diego Valencia, a las palmas, y Carlos Merino, a la percusión. La rondeña Entre mis manos suena a madera noble, y el martinete se para En la puerta de la fragua. De la raíz es el título de la seguiriya, en la que, considero, se encuentra al Manuel más emocionante y descomunal. El pequeño fin de fiesta por bulerías corona al guitarrista que da un paso importante en su carrera.
A las ocho y media, en los Museos de la Atalaya, cita con el baile de Alberto Sellés, a quien se le premió con el Revelación en el año 2014. Desde entonces ha configurado una carrera con espíritu creativo y ambicioso, por lo que ha mostrado un alma libre y se ha adaptado a guiones nada superficiales como los que diseñaron para él Estévez y Paños en su día.
En este montaje basa su relato en el concepto platónico Anairein, “movimiento ascendente del alma en el conocimiento”. Con el cante de Pepe de Pura, que estuvo pletórico en todo momento, fue desgranando sus emociones con figuras dancísticas de suma belleza, colocación perfecta y formando parte de un universo luminoso impactante en el que predominaron las sombras. Empero, es un espectáculo de altos y bajos, sobre todo en los impulsos que cuando parecen tocar el cielo, vuelven a ese sótano de la duda espiritual. Así, repite una y otra vez coreografías que no disgustan pero a las que les sobran algunos minutos, dejándose llevar por los cantes sucesivos de Pepe. De la soleá, a las alegrías, pasando por la seguiriya al golpe… sus muñecas lo dicen todo.
Utiliza una tela donde refleja su cuerpo en ese mito de la caverna con movimientos aparentemente simples con los que accede a la verdad. En el público se encontraban compañeros de la talla de Edu Guerrero, La Moneta, Isabel Bayón, Manuel Liñán, Águeda Saavedra, los propios Estévez y Paños, Manuel Betanzos, entre otros. Expectación. El matiz musical, aparte del espacio creado por Francis Gómez, a la guitarra, y Lito Máñez, con la percusión, lo pone Diego Villegas con su armónica. Alberto no solo baila, también canta, se desnuda de cintura para arriba y se planta en el escenario con personalidad. Crece.
Ficha artística
Lugar: Sala Compañía- Festival de Jerez
Día: 07/03/2023
Dirección y guitarra Manuel Valencia
Artista invitado al cante David Carpio
Artista invitado al baile Antonio Molina ‘El Choro’
Percusión Carlos Merino
Palmas Javier Peña, Juan Diego Valencia
Ficha artística
Lugar Museos de la Atalaya – Festival de Jerez
Día 07/03/2023
Baile Alberto Sellés
Guitarra Francis Gómez
Percusión Lito Mánez
Artista invitado Pepe de Pura
Colaboración especial Diego Villegas
Dirección artística Alberto Sellés, Juan José Morales ‘Tate’
Coreografía Alberto Sellés
Dirección de escena y dramaturgia Juan José Morales ‘Tate’
Dirección musical Francis Gómez
Diseño de iluminación Antonio Valiente
Diseño de sonido Manu Meñaca
Vestuario Ubaldo
Repetidor Iván Orellana
Regiduría Jorge Limosnita
Producción Saradezza
Producciones Colaboración Agencia Andaluza de Instituciones Culturales Agradecimientos Ayuntamiento de San Fernando, ‘In Progress’ – Flamenco Festival, Factoría Cultural – ICAS