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Dorantes no teme a la aventura

El pianista lebrijano fue profeta en su tierra con la presentación de su obra ‘La roda del viento’ en el arranque del quinto centenario de la muerte de Elio Antonio de Nebrija. Flamenco e historia juntos en una ambiciosa propuesta .


La conmemoración del quinto centenario de la muerte de Elio Antonio de Nebrija, que tendrá su apogeo el año próximo, fue la excusa para que el pianista David Peña Dorantes ofreciera un gran concierto en la Plaza de España de su pueblo natal, Lebrija. Al caer la noche había un ambiente de fiesta por las calles, y entre la gente que iba y venía no era difícil reconocer a algunas caras conocidas del flamenco lebrijano, desde un siempre elegante José Valencia a la impar Inés Bacán.

 

Nadie quería perderse el concierto del nieto de La Perrata, a quien han visto crecer desde que hace algo más de 20 años se ganara un espacio en el ámbito del piano flamenco, donde todavía quedaba mucho por hacer, hasta hoy, cuando luce como figura consagrada y es aclamado en todo el mundo. El hecho de que se presentara con un gran espectáculo, incluyendo orquesta y coro, era un motivo adicional de interés, en un tiempo en que la crisis económica y la pandemia han reducido los formatos a su mínima expresión.

 

Si su tío, el llorado Juan Peña El Lebrijano, tuvo el buen ojo comercial de dedicar un disco a Colón y el descubrimiento de América –aquel ¡Tierra! de 1989 con impecables textos de José Manuel Caballero Bonald–, Dorantes quiso inspirarse en la gran aventura de la primera circunnavegación de la historia para dar forma a su propuesta La roda del viento, presentada en la última Bienal de Sevilla. 

 

El hecho de que Nebrija, creador de la primera Gramática de la lengua castellana, muriera el mismo año en que se completó dicha epopeya justificaba la presencia del músico, quien salió a escena recibido con honores de gran figura. La alusión al disco de Juan Peña se hace más oportuna cuando echa andar el repertorio de La roda del viento, pues se trata en ambos casos de narrar una gesta histórica a través de diversos episodios o movimientos, subrayados por voces flamencas a coro.

 

 

«La roda del viento es una prueba más del poderío de este hombre como compositor y como intérprete, con una hora larga de discurso musical ejecutado con pulcritud y sin mirar un papel»

 

 

David Peña Dorantes. La roda del viento. Lebrija, 1 octubre 2021. Foto: Ayuntamiento de Lebrija

 

 

El piano de Dorantes, arropado por las cuerdas de la orquesta y acompañado como siempre por una base percutiva, recrea así la salida de Magallanes del puerto de Sevilla en 1517 con cinco naos y 265 marinos. Buen comienzo, con fuerza por tanguillos de Cádiz, con esas pegadizas “sierra, taladro y tornillos” que van a apuntalar bien la nave para la travesía que se avecina.

 

Los percances del viaje, las sensaciones de los marineros, la llegada al estuario del Río de la Plata confundido con el paso esperado, el alcance finalmente de los mares del Sur, todo se va desarrollando con una música que, como todo lo que toca David Peña, es esencialmente flamenco, si bien el argumento de la obra le lleva a buscar sonoridades del cine épico, con el riesgo de dejarse en el camino una buena carga de frescura y originalidad.   

 

La muerte de Magallanes, alanceado en Mactán, se cuenta con una estremecedora seguiriya, mientras que la toma del mando por parte de Juan Sebastián Elcano y el regreso a Sevilla, con la expedición diezmada, “el alma partida y el cuerpo hecho jirones”, toma una forma acaso demasiado grave y solemne para lo que es, al fin y al cabo y aunque los caídos en el viaje no piensen lo mismo, la culminación exitosa de un sueño.

 

En resumen, La roda del viento es una prueba más del poderío de este hombre como compositor y como intérprete, con una hora larga de discurso musical ejecutado con pulcritud y sin mirar un papel. Personalmente prefiero a un Dorantes menos grandilocuente, más íntimo y menos encorsetado –tal vez menos interesado en halagar el oído del gran público–, especialmente cuando forma ese tándem de oro con el contrabajista Renaud Garcia-Fons; pero la ambición y la exigencia de esta obra no son menos loables, y si de paso alguien aprende un poco de nuestra Historia, bendito sea dios.

 

Así lo agradeció su Lebrija en pie, obligándolo a hacer el bis de su himno, Orobroy, que hasta la estatua de Nebrija, a tan solo unos metros del escenario, pareció corear y acompañar con las palmas. 

 

Fotos: Ayuntamiento de Lebrija                    

 

 

Ficha artística

La roda del viento – Dorantes
Conmemoración del V centenario de la muerte de Elio Antonio de Lebrija
Plaza de España de Lebrija, 1 de octubre de 2021
Piano: David Peña Dorantes
Orquesta Bética de Sevilla. Dirección: Michael Thomas.
Percusión: Isidro Suárez.
Coro: Fundación Cristina Heeren

 

 

David Peña Dorantes. La roda del viento. Lebrija, 1 octubre 2021. Foto: Ayuntamiento de Lebrija

 

David Peña Dorantes. La roda del viento. Lebrija, 1 octubre 2021. Foto: Ayuntamiento de Lebrija

 

 


Un pie en Cádiz y otro en Sevilla. Un cuarto de siglo de periodismo cultural, y contando. Por amor al arte, al fin del mundo.

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