Celia Romero y Miguel Poveda: la mejor jornada en Las Minas
Los ganadores de la Lámpara Minera de los años 1993 y 2011 ofrecieron un magnífico programa doble que por el momento es el mejor de lo que va de Festival.
El cante en la calle sigue cosechando éxitos. Es un clamor que este formato debe permanecer y repetirse en las próximas ediciones del Festival. La protagonista de este ciclo en la jornada del lunes 2 de agosto fue la extremeña Celia Romero, que regresaba a La Unión tras diez años sin contar con ella pese a haber ganado la Lámpara en 2011. Si no tenemos en cuenta, claro está, la gala de ganadores del festival de 2012. Estuvo acompañada a la guitarra por Francisco Pinto. Con su sonrisa perpetua y por zambra empezó su recital, en el que pudimos comprobar la enorme progresión personal y artística que ha vivido. De la niña que ganara la Lámpara –la más joven de la historia, por cierto– queda el armazón de cantaora sobre el que ha ido construyendo su propia personalidad. Con la levantica al estilo de Encarnación ratificó que es una cantaora de soberbias facultades y gran proyección. Continuó con soleares de Triana, que es, nos atrevemos a decir, el estilo que mejor se le da junto con los cantes de su tierra. Con el público ya ganado, se adentró en una sonora guajira. Para cerrar el recital hizo tangos extremeños y bulerías. Esperemos no tener que esperar otros diez años para disfrutar de esta cantaora, que tiene mimbres bastantes para poder decir muchas cosas en el mundo del flamenco.
«De la niña que ganara la Lámpara –la más joven de la historia, por cierto– queda en Celia Romero el armazón de cantaora sobre el que ha ido construyendo su propia personalidad»
Siempre que Miguel Poveda canta en La Unión es día grande. De aquel joven con pendiente en una oreja y vestimenta poco ortodoxa para cantar flamenco quedará para siempre el cariño que se cogieron él y las gentes de esta ciudad. Este hijo adoptivo de la ciudad minera no olvida nunca quiénes lo llevaron en volandas hasta el merecido lugar que ocupa, por propios méritos, en el panorama flamenco actual. Tampoco La Unión olvida todos los momentos de gloria que Miguel le ha regalado. Quizá por eso el público unionense registró el primer lleno del nuevo recinto del festival.
Empezó su extenso recital con la Oda a Walt Whitman contenida en su disco Enlorquecido, tan solo con las palmas de Carlos Grilo y El Londro y la percusión de Paquito González. En la misma tesitura interpretó los pregones del uvero. Tras esto se sucedieron algunos temas más de esa misma obra inspirada en los textos del poeta granadino, ya acompañado a la guitarra por Daniel Casares. En palabras del propio Poveda, «ya no sé subirme a un escenario si no es junto a García Lorca». Con Qúitame el beso de anoche recordó a Bambino, y hasta por bulerías ¡Hey!, de Julio Iglesias, sonó flamenquísimo.
Nos prometió que, ante todo, cantaría flamenco y así fue. Tras esta primera parte, un interludio de taranta y bulerías de Diego del Morao con el baile de El Choro. De vuelta al escenario y ya sentado cantó la malagueña del Mellizo, que sin duda fue lo mejor de toda la noche. Lleva en su repertorio ese cante desde hace veintiocho años y lo hace como nadie. Fue sencillamente sublime. La remató con rondeña, verdial y fandango de Lucena.
«Ya sentado, Miguel Poveda cantó la malagueña del Mellizo, sin duda lo mejor de la noche. Lleva en su repertorio ese cante desde hace veintiocho años y lo hace como nadie. Fue sencillamente sublime. La remató con rondeña, verdial y fandango de Lucena»
Quiso acordarse de la penosa situación de Cuba y los cubanos. Afirmando que «el hombre debe ser libre», dedicó a este castigado pueblo un cante por guajira en la que recordó al gran Pepe Marchena. Viaje al mejor cante de Jerez con la guitarra de Diego del Morao en las bulerías por soleá rematadas por bulerías también jerezanas. ¡Qué impronta han dejado en Poveda Jerez y los muchos artistas que allí lo han querido como a uno más! Continuó el concierto con una tanda de siguiriyas magníficamente interpretadas y que dedicó a toda la afición de La Unión. No es este el cante que mejor se acomoda a su voz, pero su versatilidad es tal que lo hace realmente bien. Por tangos recordó el legado de La Niña de los Peines y fue de la Alameda a Triana para traer los ecos del Titi.
El momento más emotivo de la noche fue sin duda el que le siguió. Invitó al escenario a la reina de los cantes mineros, la gran Encarnación Fernández, y acompañados magistralmente a la guitarra por el unionense Antonio Muñoz Fernández fueron alternándose en unos cantes mineros. Empezó Encarna con su propio estilo de minera, al que Poveda contestó con la de Pencho Cros. Encarnación optó por la murciana de Manuel Vallejo, a la que Poveda contestó con la cartagenera de El Rojo. Terminó la unionense con una magnífica levantica a su estilo personal. Digno de alabanza fue este gesto de Miguel, reivindicando a los artistas de La Unión y los estilos que le dieron el empujón hacia la gloria que ahora disfruta.
Para finalizar, alegrías y bulerías de Cádiz con las que Poveda dejó bastante espacio a El Choro, que recogió una gran ovación. En los bises un nuevo recuerdo a Bambino, que fue el colofón a un magnífico concierto en el que Miguel Poveda demostró que sigue siendo el número uno.
El Festival continúa el 3 de agosto con el Certamen de trovos Pascual García Mateos y el concierto de Dorantes con la colaboración especial de Pedro el Granaíno.
Ficha artística
LX Festival Internacional del Cante de las Minas
Ciclo El cante en la calle. Plaza Joaquín Costa. 2 de agosto de 2021.
Recital de cante de Celia Romero.
Francisco Pinto a la guitarra.Galas del Festival
Antigua factoría de la Maquinista de Levante. 2 de agosto de 2021.
Concierto de Miguel Poveda.
Daniel Casares y Diego del Morao a la guitarra.
El Londro y Carlos Grilo, palmas y jaleos.
Paquito González, percusión.
El Choro, baile.
Artistas invitados: Encarnación Fernández y Antonio Muñoz Fernández.
Alfonso 5 agosto, 2021
Se puede escuchar este espectáculo por algún canal o suscripciones.