Enrique Morente solía decir que no le interesaba el flamenco si no era desde la cultura. Era un artista inquieto, curioso, al que no solo le interesaba el flamenco sino todas las demás artes: la pintura, la música en general, el cine, la poesía y la literatura. ¿Siempre ha sido así en la historia del flamenco? Siempre, al menos que haya constancia documentada. Se sabe que Don Antonio Chacón era un cantaor con un gran amor a la cultura en general, amigo de músicos, poetas, pintores, escultores y actores. Incluso Manuel Torres, aunque al gitano de San Miguel le iban más los galgos y los gallos de pelea.

Anterior a ellos hay poca información. Es decir, no sabemos si el Planeta era un cantaor con interés por la cultura. Seguramente sí, porque vivió años en el centro de Málaga, en la calle San Juan, siendo vecino del escritor costumbrista Serafín Estébanez Calderón, con el que todo hace indicar que tuvo una buena relación. De hecho, se conoce al Planeta porque el escritor malagueño se ocupó de él en Escenas andaluzas (1842), su gran obra literaria. Como don Antonio Monge era un cantaor con posibles y un enorme prestigio, es posible que se codeara también con artistas de la pintura y la música.

«Si no te conmueves ante un cuadro como este, es difícil que puedas hacer buena música» (Manolo Sanlúcar)

Además de Enrique Morente, sabemos que Mario Maya mostró siempre un gran amor por la cultura en general. Cuando lo visitaba en su casa sevillana de la Puerta de la Carne, siempre tenía alguna propuesta para que fuéramos juntos a un concierto, una exposición de pintura o una conferencia sobre el arte. En su casa había obras de arte valiosas y casi siempre sonaba música clásica o jazz, además de flamenco. Cuando coincidimos en Nueva York, hace muchos años, se empeñó en que fuéramos a museos y mientras paseábamos entre rascacielos por Manhattan no paraba de hablar de teatro experimental y pintores americanos.

¿Tienen interés en la cultura en general los artistas jóvenes de la actualidad? Supongo que unos sí y otros no, como ha pasado siempre. ExpoFlamenco ha organizado una exposición en su tienda de la jerezana calle Corredera, 2, El papel del flamenco, de importantes documentos sobre la historia del flamenco, y por el momento no ha ido ninguno de Jerez, donde tantos artistas hay. Seguramente no irá ninguno, porque estas cosas interesan poco en general. Me refiero a la parte cultural del flamenco.

El artista flamenco más culto que conozco es Manolo Sanlúcar. Un día lo visité en su casa de El Pedroso, su cortijo sevillano, y hablamos de Cultura ante un cuadro impresionante del pintor sevillano Ressendi, El Papa Negro. “Si no te conmueves ante algo así, ante una obra como esta, es difícil que puedas hacer buena música”, me dijo el genio sanluqueño.