¿Crítica objetiva?
Ya no interesa una buena crítica, la de un experto con experiencia y vivencias. Solo el elogio barato, la lisonja, venga de donde venga y la firme quien la firme. Y si encima hay que ser objetivo y ocultar los sentimientos y los gustos…
Siempre creí en la objetividad del crítico de flamenco, hasta que conocí a Enrique Morente y entendí que no podía ser objetivo. Me gustaba demasiado para disimular la emoción y la admiración hacia su trabajo. Apenas hago ya críticas, solo opinión, columnismo, o alguna entrevista. Recibo cedés que, en algunos casos, ni abro porque me imagino el contenido. Escucho hasta a los aficionados más humildes, en peñas o tascas, pero no soporto recibir un cedé de alguien que no sabe cantar o que imita a Paco de Lucía cuando toca.
Se graba un disco cuando se tiene algo nuevo que aportar o se es muy bueno interpretando el modelo clásico. Es decir, me siguen interesando los cantaores o las cantaoras que son capaces de hacer bien una soleá de Alcalá, al modo clásico, o una malagueña de la Trini. Pero, sobre todo, me interesan los jóvenes que tienen talento para cantar bien y que, además, son capaces de apuntar nuevas ideas. No hay muchos, esa es la verdad, pero siempre hay alguien por ahí que te puede sorprender.
«Al artista le gusta que hablen o escriban bien de él. Le da igual que el bloguero o feisbuquero no tenga ni zorra idea»
Voy poco a los teatros porque hay poco que contar, sinceramente. Y si encima me cuesta el dinero, apaga y vámonos. La crítica flamenca empezó a morir cuando cualquiera podía ser crítico y escribir en las redes sociales. Meto críticas en mi muro de Facebook, o me hago un blog, y entro de barba en la Bienal. Así, a manojitos. Algunos artistas han protestado por esto, pero pocos, porque al artista, en general, lo que le gusta es que hablen o escriban bien de él. Le da igual que el bloguero o feisbuquero no tenga ni zorra idea del tema.
Que no elogian su trabajo, lo hace su señora, su hermana la de Ibiza o su cuñado. Tiene 1200 amigos en Facebook y con eso cree que lo conocen en todo el mundo. Por eso no hago críticas de discos o de espectáculos, porque ya no interesa una buena crítica, la de un experto con experiencia y vivencias; solo el elogio barato, la lisonja, venga de donde venga y la firme quien la firme. Y si encima hay que ser objetivo y ocultar los sentimientos y los gustos…
Paco Benitez Flamenco 3 octubre, 2019
Yo a veces me quedo mucho más que sorprendido cuando me mandan un CD, con guitarra en manos cantando una rumba, o unas alegrías, y me digo por Dios de las siete llagas, ¿quién le ha dicho a esta muchacha o muchacho que canta pa raabiar? Yo mismo me hago la pregunta, claro, ¿su familia? Que quieren poner este cantaor/a en un pedestal, cuando lo que de verdad estas personas nenesitan es que se les digan las verdades del barquero de Curro Jimenez, y mada? Creo que es de agradecer decir lo que se siente, pero que no aprendemos, o no queremos aprender. Así es la vida, tú me tocas y yo te canto y verás cómo pasa la cosa, a trincamos y juan naja!