Chiqui de Jerez: «Una cosa es bailar una pataíta y otra es formarse como profesional»
La bailaora Chiqui de Jerez charla con Juan Garrido en exclusiva para Expoflamenco desde su escuela de baile en el barrio de San Miguel, Jerez. «Han venido a aprender gente de nivel ocultándose de las cámaras, no buscamos fama», dice.
Es una bailaora sencilla, en lo personal, sin ninguna excentricidad ni mucho menos arrogancia. María Luisa Sereno Lozano, Chiqui de Jerez, nació en el barrio de San Miguel, en un año que no nos termina de confirmar porque no parece gustarle hablar de la edad. «Me decanté por la enseñanza porque los años van sumando y las fuerzas se van acabando», dice, además de que «es muy gratificante ver cómo crecen los que empiezan» buscando en ella la técnica y la disciplina. Por su escuela, actualmente corazón del barrio de San Miguel por el trasiego de gente que provoca cualquier tarde del año, han pasado nombres ya reconocidos como María Moreno, Eduardo Guerrero, Miguel Ángel Heredia, Gema Moneo, Fernando Jiménez… y otros tantísimos que copan los puestos altos de esta generación. Fue una niña que aprendió a bailar mirando a Cristóbal El Jerezano, su familia ni se imaginaba que hacía eso por ello trabajó en un videoclub hasta que ya no pudo esconder más lo que sentía. Viajó a Madrid y allí empezó a profesionalizarse. Es pionera en los cursos de verano en Jerez, antes incluso que llegar el Festival a instaurar los suyos. Es amiga íntima de Antonio Canales, Javier Latorre, Farrucos… Todos han encontrado en su escuela su hueco en Jerez. «Aquí se viene a aprender, a formarse, no a dar una pataíta por bulerías nada más».