Curro Lucena: ‘Última grabación – Cantes en directo’
Curro Lucena deja para la historia diecisiete cantes en estado puro. Pertenece a una generación de inmejorables artistas que han llevado la ortodoxia por bandera, sin sucumbir a movimientos heterodoxos que tanto perjudican a este Arte.
El cantaor Curro Lucena ha presentado un nuevo cedé con diecisiete cantes en directo, cuando está en plenitud de facultades con setenta años de edad. Son seis décadas recorriendo los escenarios de España y de colegios mayores ilustrando conferencias y recitales. Pertenece a una generación de inmejorables artistas que han llevado la ortodoxia como bandera, sin sucumbir a movimientos heterodoxos que tanto están perjudicando a este genuino Arte con mayúscula.
Curro, íntegro en sus principios, se ha reunido con íntimos aficionados en Ronda, Lucena, y Córdoba; lugares en los que ha dictado esta clase magistral acompañado por guitarristas muy cualificados en el toque para acompañar, como son Ángel Mata, Manolo Franco, Merengue de Córdoba, Manuel Flores y Roberto Spinó.
Por ser este un interesante documento sonoro de una época, creo conveniente ir paso a paso para destacar todos los aspectos que el lector tiene derecho a conocer. En el primer corte está contenido el poema leído por Pablo Baldomero, para dar a conocer las cualidades humanas y artísticas de este hombre que siempre camina con la verdad flamenca por delante.
Escuchando la soleá de Cádiz, captamos unos matices muy bien controlados en todo momento, destacando unas letras inéditas, tanto en este caso como en posteriores momentos. Otra joya de este trabajo es la toná del Cristo, que la aprendió directamente de Rafael Romero en el mítico tablao Zambra de Madrid.
Resulta sorprendente escuchar una canción en japonés dentro de una rumba, que compuso para el público del Imperio del Sol Naciente durante su estancia artística. Ya sabemos que los japoneses son unos enamorados del flamenco, que incluso cantan, tocan la guitarra y bailan.
De verdad, de verdad de la buena, le agradecemos la pureza que emplea en la petenera de la Rubia, una forma personal que volvemos a recuperar, después de tanto tiempo en desuso.
Acompañado por Merengue de Córdoba a la guitarra, disfrutamos del cante de la caña, que es redondeada en todos los espacios tonales con las referencias de Rafael Romero y de Cayetano Muriel, que todo hay que decirlo.
Ahora, en un ambiente senequista suenan los aplausos, a los que Curro corresponde con emotivas palabras de gratitud, lo que le motiva cantando un tercio en forma de zambra caracolera con piropos a Lucena y a Ronda, ciudades a las que tanto quiere. Unos tientos como remate es todo un dechado de calidad con el toque de Manuel Flores. Ahora creo que llega el momento de felicitar a todos los guitarristas que aquí intervienen.
En los cantes de trilla son una mirada al pasado con la autenticidad del recuerdo que escuchó directamente en las eras lucentinas, con la virtud añadida que también se ha basado en la versión que nos dejó Bernardo el de los Lobitos.
El cantaor lucentino-rondeño Curro Lucena ha seleccionado a conciencia los diferentes palos para que sigan escuchándose. Por eso, sean bienvenidos unos fandangos de Pérez de Guzmán en aires onubenses y extremeños, que completa con un fandango natural.
Como excelente abuelo, le dedica a sus nietas Alba y Lucía una nana con la emoción contenida, y de paso, es un bálsamo para las abuelas, y los abuelos flamencos. Por todos es sabido, y si no se lo digo yo, Curro está en posesión de la Lámpara Minera del Festival Internacional del Cante de las Minas. Y así queda corroborado en la minera que ejecuta acordándose del maestro de estos cantes, que fue Pencho Cros.
Al Zángano de Puente Genil le introduce una línea muy interesante, y que sigue en paralelo con una estilística, que se utilizó mucho en los primeros años del Concurso de Córdoba.
Como gran conocedor de todos los secretos del Cante, cambia de tercio, pero sin irse muy lejos. Se enfrenta a la granaína, a la que le agrega para cuadrar la faena la media granaína de Chacón.
Cierra el cedé con cantes básicos, que solo los grandes salen airosos ante este reto, con el martinete y la debla, como suelen despedirse los triunfadores, Curro Lucena deja para la historia 17 cantes en estado puro.
Imagen superior: CharryTV
Antonio Nieto Del Viso