- El Ballet Nacional de España llena de color, elegancia y arraigo una ‘Catedral del Cante’ que colgó el cartel de aforo completo y que se entregó a esta formación 14 años después de su última vez en el Cante de las Minas
- La institución inauguró ayer su placa en la ‘Avenida del Flamenco’, regalando un fin de fiesta histórico a los pies del Antiguo Mercado Público
La Unión, 3 de agosto de 2024
El Ballet Nacional volvía con ganas a la ‘Catedral del Cante’ y se notó desde el momento en el que
se apagaron las luces. 14 años después de su última vez en el Festival Internacional del Cante de
las Minas, ahora bajo la dirección de Rubén Olmo, los más de 30 bailaores y bailaoras que pisaron el
escenario de La Unión se dejaron el alma en cada gesto y en cada golpe en unas tablas que les
recibieron con los brazos abiertos.
A oscuras y con el cante como protagonista, los quejíos se acompasaron con la parte masculina del
cuerpo de baile del Ballet, que hicieron retumbar con sus taconeos una ‘Catedral del Cante’ que llenó
aforo. Las ‘Estampas Flamencas’ acababan de comenzar.
Con el martinete como protagonista, jugando con los brazos y movimientos del cuerpo para hacer
figuras y mostrar una puesta en escena cargada de elegancia, la formación iniciaba una noche de
esas que quedan en el recuerdo de La Unión. Dos de sus solistas deleitaron al público minutos
después con un zorongo de Enrique Bermúdez, bajo la coreografía, al igual que la primera pieza, de
Miguel Ángel Corbacho. Los caracoles metieron al escenario los mantones y las batas de cola del
cuerpo femenino del Ballet, en un juego de movimientos cargado de colorido y dinamismo, entre
palmas y giros coreografiados por el director del Ballet. Tras una seguiriya que enmudeció a los
asistentes, Olmo quiso añadir un extra a este espectáculo que se estrenó en 2021: bailar un taranto.
Rendía así homenaje a su maestro Manolo Marín, quien le enseñó este palo flamenco, el primero
que recuerda, a los ocho años. Sus brazos, manos y gestos hablaron taranto, despertando una
ovación del público que le hizo esconder una media sonrisa.
“Estamos en uno de los mejores festivales de flamenco y hay muchos nervios”, confesaba minutos
antes de empezar, aunque no se notaron. Esta suite de estilo clásico gira en torno a Antonio El
Bailarín. “Es lo más difícil de ver en los escenarios, porque todo el mundo se basa en la vanguardia”,
señalaba antes del espectáculo.
Fue tras la actuación de Olmo cuando una almoraima de Paco de Lucía sacó a todos los bailaores y
bailaoras al escenario. Fue entonces cuando llamó por sorpresa al presidente de la Fundación Cante
de las Minas, Joaquín Zapata, y al director del Festival, Julio García Cegarra, para hacer un fin de
fiesta entre palmas, cargado de emoción. “El Ballet Nacional vuelve a la que siempre fue su casa”,
afirmó Zapata.
El Ballet invade la ‘Avenida del Flamenco’
Tras la gala, el cuerpo de baile abandonó la ‘Catedral del Cante’ por la puerta principal, bajando por
la Plaza Joaquín Costa por el pasillo de personas que allí se congregaba, para inaugurar una placa
con su nombre en la ‘Avenida del Flamenco’. “Nos hace mucha ilusión estar aquí, porque son 45
años de Ballet y esto es una representación de muchos artistas”, afirmaba Olmo, dedicando este
acto “a los de ayer y los de hoy”. Por sorpresa, improvisaron a los pies del Mercado Público
demostrando que la noche se rendía al baile y el baile se ponía a los pies de La Unión.
Una ‘madrugá’ de arte de la tierra
Fue en Restaurante Stromboli donde concluyó la cuarta jornada de la 63ª edición del Festival
Internacional del Cante de las Minas, con otro aforo completo, esta vez para disfrutar de una
‘madrugá’ con mucho arraigo local. El cantaor José Antonio Chacón se acompañó el guitarrista
unionense Pablo Barrionuevo, de la bailaora cartagenera Mamen Baños y del percusionista también
cartagenero Alejandro Solano (‘Filón’ 2019) para ofrecer un espectáculo sin parangón en la Agenda
Cultural.
El público así lo recibió y a gritos de ole y aplausos, acompañaron tangos, farruca y alegrías.
Piñana vuelve a la ‘Catedral del Cante’
Carlos Piñana y la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia serán los protagonistas de la tercera
noche de galas flamencas con el espectáculo ‘Rubato’. La Bodega Lloret será el lugar donde se
celebrará la ‘madrugá flamenca’ a cargo del bailaor y cantaor Manu Soto, acompañado a la guitarra
por Javier Ibáñez.
En el marco de la Agenda Cultural, el periodista y presentador Carlos Franganillo recibirá el máximo
galardón que otorga el Festival, el ‘Castillete de Oro’, y participará en una tertulia a cargo del
periodista y escritor Juan Ramón Lucas. El acto será en el Salón de Actos de la Casa del Piñón a las
20:00 horas.