Manuel Torres regresa a su barrio natal gracias a Carlos Martín Ballester
No más de 750 metros separan la calle Álamos de la calle Sancho Vizcaíno, ni cinco minutos andando desde la casa que en la que nació Manuel Torres y la Peña Los Cernícalos. Hasta el mismo barrio de San Miguel nos trasladamos para acudir a la llamada de un valiente, de un ser entregado a la causa de hacer inmensa
No más de 750 metros separan la calle Álamos de la calle Sancho Vizcaíno, ni cinco minutos andando desde la casa que en la que nació Manuel Torres y la Peña Los Cernícalos. Hasta el mismo barrio de San Miguel nos trasladamos para acudir a la llamada de un valiente, de un ser entregado a la causa de hacer inmensa la obra que ya era grande. Carlos Martín Ballester, coleccionista de hace más de 20 años, centra su última obra en Manuel Torres, para muchos, el gran genio de todos los tiempos del cante. La presentación del trabajo tuvo lugar en la peña decana de la provincia de Cádiz, Los Cernícalos, y allí estaba dando la bienvenida Antonio Benítez, presidente honorífico de la entidad que ya supera las ocho décadas de edad. Comentario tan sólo reflexivo sobre la relevancia en historias que guardan estos peñistas del barrio que vio nacer a Manuel Soto Loreto, el 5 de diciembre de 1878. Fue conocido también como ‘Niño de Jerez’, definido como “célebre intérprete del cante jondo y portentoso creador del más difícil estilo de seguiriyas” por los aficionados que a través del Ayuntamiento de Jerez colocaron una placa en su casa natal de Álamos en noviembre de 1959, y que por cierto ahora no se encuentra en el mismo lugar y anda sin rumbo.
“No era un loco, nada de eso, ya es hora de defender que Manuel Torres creó un estilo para interpretar los cantes y eso es algo excepcional”, aseguró el periodista y escritor José Manuel Gamboa, que colabora en este libro. En el acto de presentación también estuvieron aportando su particular visión de esta publicación, así como del cantaor protagonista de la misma, José María Castaño, de Los Caminos del Cante, el Delegado de Cultura del Ayuntamiento de Jerez, Francisco Camas, y un representante de la peña que realizó el saludo inicial. Por supuesto, Carlos Martín Ballester, como se suele decir, padre de la criatura.
Entre el público se encontraban artistas de la talla de Fernando de la Morena, Jesús Méndez, Antonio Reyes, Macarena de Jerez, Niño de la Fragua, Momo Moneo, Melchora Ortega, Ana María López, Manuela Carpio, Salmonete, Alfonso ‘El Mijita’, Antonio Puerto y multitud de aficionados que no quisieron perderse la cita.
Carlos destacó sobremanera la importancia de las grabaciones que se recogen en este trabajo, “pues para adentrarse en ellas deben tener la calidad necesaria para comprobar la depuradísima técnica del cante de Manuel” con el fin de desmontar algunos mitos sobre el artista jerezano que “era consciente de lo que poseía, y lo ejecutaba cuando quería”. También quiso reconocer “la crisis de afición por la que pasa el flamenco hoy día”, por lo que uno de los objetivos de esta obra es que “los jóvenes conozcan como merecen a uno de los cantaores más importantes de la historia”. En esta línea continúa asegurando que “para mí era fundamental continuar la colección con Manuel Torres, tras el buen recibimiento que tuvo la obra dedicada a Don Antonio Chacón. Son las dos caras del flamenco, las dos caras del cante de Jerez y las dos vertientes por las que podemos emocionarnos. Por un lado tenemos la capacidad musical de Chacón y por otro lado, el secreto de expresión y en la voz que tenía Manuel”. Este segundo volumen de la Colección Carlos Martín Ballester analiza “toda su trayectoria vital, musical y discográfica”, contando con acreditados especialistas, anécdotas como la del mano a mano con Manuel Vallejo en el Alcázar de Jerez (Teatro Eslava, por entonces), y además ofrece dos Cds que recogen todas las grabaciones localizadas hasta la fecha, esto es, 49 cantes de 78 rpm, reproducidas con una “fidelidad extraordinaria”. En la presentación del sábado 7 en Jerez, se oyeron algunas grabaciones, in situ, caso de la seguiriya de Santiago y Santa Ana, momento en el que alguno exclamó “para hacer eso hacen falta tres cantaores a la vez”. José María Castaño intervino anunciando que este año dedicarán las jornadas de estudio de la UCA al tocaor Javier Molina, quien acompañó en dos seguiriyas y dos soleá a Manuel Torres.
Al finalizar el acto de presentación tuvimos la gran suerte de escuchar los cantes por soleá, seguiriya y fandangos de Luis Moneo, que contó con la guitarra de Domingo Rubichi. Se produjeron momentos de especial jondura ante un público entendido y que conectó con el escenario desde el primer instante.