Alfonso Carpio ‘Mijita’ reaparece con ‘El Palacio de Cristal’
José Gálvez acompañó a Mijita en la presentación al público en el Alcázar de Jerez dentro del ciclo Viernes Flamenco que organiza el Ayuntamiento y dirigió artísticamente, en este caso, la Peña Buena Gente. Compartió noche con Pedro El Granaíno.
Jerez vivió el viernes 19 de julio una noche de cante visceral y entregado. Ese que siempre se ha estilado en esta tierra que tiene a Manuel Agujetas o Terremoto como referentes recientes. De esa escuela nace Alfonso Carpio Fernández, hijo de El Mijita –también llamado Alfonso–, uno de los grandes aficionados que quedan en la ciudad y de esos que puedes encontrar en juergas y reuniones de cabales cualquier día de la semana haciendo el cante corto y bueno. Dos veces bueno.
En artículos anteriores se hablaba precisamente de esta gran dinastía flamenca, una de las más pródigas de la actualidad y que defienden absolutamente la generosidad en la ejecución. Así es por supuesto Alfonso, que no publicaba ningún trabajo discográfico en solitario desde 1997, con Cantes de hoy y de siempre. Luego vinieron otras apariciones en formatos distintos como en Estirpe. De pare a hijo, junto a su padre y su hermano José en el 2015.
Ahora, que goza de una madurez solvente y de unos conocimientos propios de quienes aman este arte, lo han vivido y lo viven, da a luz El Palacio de Cristal, cuyo título refleja el lugar de nacimiento del cantaor, la calle Nueva de Santiago. Aunque se le conoce como uno de los grandes hijos de La Plazuela, Alfonso sentencia que «yo soy de Jerez, de los dos barrios». Lo que está claro es que este gitano de larga tradición en el arte vuelve con fuerzas y apoyando su cante en guitarras de primer nivel como la del maestro Paco Cepero, que le acompaña en la seguiriya y en los tangos. Diego del Morao le arropa en las bulerías. Manuel Parrilla hace sonar su sonanta en las «soleares» y en los fandangos. Y José Gálvez, que se encarga de gran parte de la producción musical apareciendo en las alegrías, bulerías por soleá y otras bulerías.
Fue José Gálvez quien acompañó a Mijita en la presentación al público en el Alcázar de Jerez dentro del ciclo Viernes Flamencos que organiza el Ayuntamiento y dirigió artísticamente, en este caso, la Peña Buena Gente. Compartió noche con Pedro El Granaíno, uno de los más reclamados del momento por la afición y que brilló desde que se sentó en la silla junto a Diego Amaya. Pero cierto es que la reaparición del artista local causaba expectación. Y fiel a su estilo, mostró su lado más auténtico y racial. Cantaor de corte clásico que no intenta mostrar quien no es, siendo su voz fiel reflejo de la experiencia y cuya garganta no conoce de dosificador. Alfonso, como otros tantos de su tierra de ahora y antes, cabalga en el filo de la navaja para emocionar en el firme propósito de reivindicar su sitio tras años algo apartado. En esta ocasión solo estuvo la guitarra de Gálvez, que sirvió y de qué forma para que la actuación convenciese y la reaparición a lo grande del cantaor fuese aplaudida. Las palmas las pusieron José Rubichi y Carlos Grilo, y las voces de coro corrieron a cargo de Fanía y Sandra Zarzana, y Tomasa Peña. Luego se sumaron algunos de la familia como su hija Marta, que quiso regalarle al padre su vuelta por bulerías.
Fotos oficiales de la Unidad de Flamenco de Jerez