Otra característica de algunos estilos flamencos es que pueden ser interpretados sobre diferentes compases sin alterar su condición, por ejemplo los villancicos. Las canciones navideñas pueden interpretarse por bulerías, tangos, tanguillos, rumbas, o alegrías y por lo tanto los podemos encontrar con diferentes modelos de compás. Esto se debe a que al tratarse de un estilo aflamencado acepta repertorio navideño más allá del tipo de compás de la canción original.
Así mismo las nanas las podemos encontrar de dos tipos, el libre, propio de las tonás, que es lo que al fin y al cabo son también las nanas, y el de bulerías por soleá. También hay malagueñas acompasadas, como las llamadas bandolás de Juan Breva, y libres como la mayoría de las que hoy se practican.
Otro caso es el del taranto que se interpreta libre y también suele hacerse sobre el aire de los tientos. Creíamos hasta hace poco que, como ocurrió con el martinete, el hecho de que el taranto se interprete sobre el compás binario de los tangos lentos, se debía a la versión bailable que hizo del Carmen Amaya, pero escuchando con atención grabaciones de este cante, por ejemplo a Manuel Torre, el primero que grabó un taranto (aunque rotulado como rondeña) con la guitarra de Miguel Borrull hijo, marca de forma muy tímida el compás binario de los tientos, lo que indica que esta rítmica ya estaba antes de que la gran Carmen Amaya coreografiase el taranto.