Los versos en el flamenco, como género popular y de tradición oral que es, son de arte menor, de hasta ocho sílabas, excepto el tercer verso o verso largo de las letras de seguiriya, que es un endecasílabo
Por tí (3)
las horitas de la noche (8)
me las paso sin dormir (8)
También son muy comunes los versos pentasílabos, de cinco sílabas, por ejemplo en las alegrías y bulerías
Se va la Juana (5)
en un barquito (5)
para La Habana (5)
Qué es lo que suena (5)
los presidiarios (5)
con las caenas (5)
Los hexasílabos, de seis sílabas, se encuentran también en la poesía del flamenco
En un verde prado (6)
tendí mi pañuelo (6)
salieron tres rosas (6)
como tres luceros (6)
También son muy comunes los versos heptasílabos, de siete sílabas. Presentes, sobre todo, en las seguidillas, estrofas que, como hemos visto, combinan versos pentasílabos y heptasílabos
Con las bombas que tiran (7)
los fanfarrones (5)
se hacen las gaditanas (7)
tirabuzones (5)
Pajaritos jilgueros (7)
qué habéis comido (5)
sopitas de la olla (7)
y agua del río (5)
Pero el verso más común, y el verso español por antonomasia es el octosílabo. Podríamos decir que es el metro preferido por los hispanohablantes. Muchas de las expresiones más comunes en nuestro idioma son octosílabos, por ejemplo en los refranes:
Quien a buen árbol se arrima,
buena sombra le cobija.
Tanto tienes, tanto vales.
Al pan pan, y al vino vino.
No por mucho madrugaramanece más temprano.
El octosílabo es el verso más fácil y natural del castellano, ya que coincide con el grupo fónico menor del idioma, por lo cual ha sido usado durante toda la historia de la literatura en lengua castellana, en el Romancero, en nuestro teatro clásico y en gran número de estrofas. De ahí que las cuartetas octosílabas sean las más usadas en el flamenco y la estrofa que mas estilos utilizan, como podemos ver en este cuadro.