Contenido del curso
LAS LETRAS DEL FLAMENCO
Acerca de las clases

La Copla: La copla, como decimos, es el tipo de letra que más juego ha dado al cante flamenco, la cuarteta octosílaba, cuatro versos de 8 sílabas acoplados por los flamencos  a una gran variedad de estilos.

Tercerilla: Las letras de tres versos son muy usadas en el repertorio flamenco, sobre todo en estilos tan representativos como soleares, bulerías, alegrías y tientos. Es característica de la expresión lírica del flamenco, no en vano la tercerilla octosílaba suele ser denominada como soleá y la pentasílaba alegría.

Quintilla: El fandango cantable andaluz tiene, con contadísimas excepciones, seis versos melódicos, por lo tanto su estrofa más común debiera ser una sexteta octosílaba. El caso es que la quintilla octosílaba es la más común al repertorio de fandangos, teniendo que  repetir un verso para completar los seis tercios.

Seguidilla: Estrofa de cuatro versos muy común en la música popular española y base poética de numerosos estilos del folklore ibérico. Seguramente la letra más característica, junto a la copla, de la lírica popular española, es la seguidilla, con su métrica singular de  cuatro versos de 7-5-7-5 sílabas.

 

Seguiriya: La seguiriya es uno de los estilos más singulares del género flamenco, en su estructura musical y también en la lírica. Las letras de seguiriya tienen una medida muy particular que la forman, normalmente, letras de tres o cuatro versos, como en las soleares, pero con una métrica muy especial. La seguiriya de cuatro versos suele de versos de seis sílabas excepto el tercero que es de once, y cuando es de tres versos el  endecasílabo corresponde con el segundo verso.

La décima: La décima o espinela, la estrofa de diez versos octosílabos, está presente en el flamenco en estilos de procedencia americana que fueron en su día convenientemente aflamencados. Es la estrofa característica del punto cubano, el punto guajiro que se usa para ‘controversias’ o como canción bailable cuando el punto es fijo, y para escuchar el llamado punto libre. La música guajira que se trasplantó a tierras andaluzas a través de Cádiz para convertirse en un nuevo estilo flamenco heredando de aquel los principales elementos musicales y también las letras de diez versos octosílabos propias de la música  campesina de la Isla de Cuba, entre otros lugares del área.

El Romance: El romance, cimiento de la lírica castellana, con sus versos octosílabos de rima asonantada en los pares, es sobre la que se cantan, como no, los romances flamencos. Basándose sobre todo en el romance histórico también el romancero de cordel, más moderno que los medievales, también ha sido fuente para los flamencos a la hora de conformar su repertorio.

Juguetillos: Una de las formas que usan indistintamente todo tipo de letras flamencas son los juguetillos, letras que complementan los cantes, principalmente de las cantiñas. Una suerte de estribillos que completan este tipo de cantes. También los podemos encontrar en tangos o tientos con similar uso, esto es, como letrilla que se añade a algunos cantes en forma de macho, complementando la letra principal. Los juguetillos de las cantiñas tienen tanta variedad que hemos diseñado este esquema donde recogemos diferente modelos de estrofa sobre la que se cantan diversos juguetillos de cantiñas.

 A lo largo de los diez temas que contiene este curso vamos a analizar diversos temas de interés, la rima, la métrica de los versos y las diferentes estrofas que se usan para el cante flamenco, con numerosos ejemplos de cada una de ellas ilustrando así el funcionamiento de la lírica poética del flamenco.

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