La seguiriya, como decimos, tiene una métrica muy inusual, cuatro versos de 6 sílabas excepto el tercero que tiene 11. Sin embargo, de nuevo la excepción es la regla en este tipo de estrofas. Es muy común encontrar seguiriyas que tienen 7-5-11-5, La estructura en este caso no es estricta: prima el sentimiento sobre la forma, de modo que no es raro encontrarse con seguiriyas con otras métricas, como 7-7-11-7 y 8-5-11-6. Así podemos encontrar seguidillas que sí tienen la métrica digamos clásica:

Soy desgraciaíto (6)
hasta en el andar (6)
que los pasitos que adelante doy (11)
se me van para atrás (6)

Y otras donde los versos tienen métricas diferentes a la establecida:

Por tu causa me veo (7)
herío de muerte (5)
pa más penas me veo aborrecido (11)
de toíta mi gente (6) 

Esto es, como decimos, muy común no solo en las seguiriyas sino en las letras del flamenco de forma generalizada. Al tratarse de un género de transmisión oral con mucha frecuencia ocurren este tipo de diferencias entre las letras. Es más, si analizamos letras de seguiriyas nos resultará difícil encontrar alguna que responda al modelo 6-6-11-6.