Sin duda alguna una de las protagonistas de las letras en el flamenco es la mujer. Todo tipo de sentimientos hacia ella los podemos encontrar, algunos más afortunados que otros. Este hecho plantea algunos problemas debido al carácter machista de algunas letras. En el desamor la mujer suele salir mal parada, de ahí que en muchas letras flamencas encontremos salidas de tono que hoy son inadmisibles, lo que ha provocado que muchas de esas letras hayan sido desterradas para siempre del repertorio flamenco. Aunque en muchas ocasiones el desamor no provoca más que la autocompasión del protagonista.

Quise mucho a una mujer,
tuve un momento de loco
y esa mi ruina fue.

Pero no todo es malo, en la exaltación del amor la mujer es protagonista. El hombre está dispuesto a lo más inverosímil con tal de conseguir el amor del ser amado.

Yo dije que me echaría
hábito de San Antonio
si esta mujer me quería.

El amante se pregunta por qué la mujer a la que ama no le quiere, la incertidumbre ante el amor no correspondido.

Ven acá mujer malina,
dime qué motivos tienes
qué malamente miras.

El hombre acusa a la mujer de cómo le puede abandonar y no acordarse de él en los momentos más dramáticos.

Y el corazón duro como una piedra
tiene esta mujer,
como yo estaba malito en la cama
y no me vino a ver.

El amor sincero se manifiesta en algunas letras, el amante es capaz de olvidar y sacrificarlo todo por fidelidad hacia su amada.

Cuando a ti nadie te quiera
ven que yo a ti te querré,
que el daño que me hiciste
que yo te lo recompensaré.