Del cante no tenemos rastro evidente en esta época. Es materia de la intrahistoria que decía Unamuno, de todo aquello que pudo haber ocurrido pero no ha dejado rastro en libros, periódicos, partituras, pinturas, y cualquier otra fuente documental. ¿Se cantaba flamenco en los siglos 17 y 18? Parece que solo a finales del siglo de las luces, hacia 1780, empieza a haber pistas que podemos identificar como antecedentes del cante flamenco, la queja de galera del Bachiller Revoltoso, las canciones del Tío Gregorio citado por Cadalso en sus Cartas Marruecas, el polo agitanado del Conde de Noroña
Los bailes históricos españoles sí que iban dejando rastros que se evidencian desde la segunda mitad del siglo XVIII en el repertorio bailable de las tonadillas, los entremeses y los sainetes, fandangos, seguidillas, jotas, zorongos, bureos, y tantos otros que se mostraron en las tablas de todos los teatros populares de las Españas. En el Tema 5 daremos buena cuenta de esta nueva forma de cantar a lo gitano y de los bailes boleros que acabaría enamorando al público español y a todo el mundo, estilos de cantar y bailar que estaban llamados a ser el emblema máximo de un género con vocación universal como el flamenco.