En 1749 se produce otro hecho de gran interés para la historia del flamenco que ya hemos comentado antes, la gran redada que se ordenó contra los gitanos de toda España. De Andalucía la Baja fueron a parar al arsenal de La Carraca, en la Isla de San Fernando, Cádiz. La concentración de esa gitanería en aquel lugar contribuyó, sin ninguna duda, a que fuese precisamente allí, en la bahía gaditana, donde comenzó a gestarse la música que hoy reconocemos como flamenco.
El Puerto y Cádiz, cabezas de América desde 1700, y puertos muy ligados con el tráfico colonial desde 1493; La Isla y Puerto Real, cunas de ilustres cantaores de todas las épocas como Planeta, Fillo y Nitri, seguramente descendientes de aquella casta paria que se les llamó gitanos y forjaron una de las músicas más fascinantes del mundo, el flamenco.