Con la posguerra el baile continuó siendo la disciplina flamenca que más público arrastraba. Los espectáculos debían de contener baile aderezando los cantes y toques con la incomparable belleza que provoca el flamenco en movimiento. Hemos comentado más arriba los nombres de diferentes protagonistas de esta época que, a caballo con la anterior, siguieron llenando los teatros del mundo, nombres como La Argentinita (fallecida en 1945), Vicente Escudero a quien debemos, entre otras muchas cosas, haber creado la primera coreografía del baile por seguiriya, Pilar López, la hermana de Argentinita y principal maestro de los grandes genios del baile que comentaremos en el próximo Tema 10. Rosa Durán, hija de Isabelita de Jerez, Alejandro Vega, Paco Laberinto, Mariemma, Enrique El Cojo, Tía Juana la del Pipa, La Quica, Enrique El Cojo, Rafael Ortega, José Greco, Luisillo, Rafael de Córdova, Alberto Lorca, Roberto Ximénez y un largo etcétera. Pilar López una vez de vuelta a España en 1946 funda su Ballet Español de que será la catapulta definitiva para, como ya hemos apuntado, una nueva generación de coreógrafos y bailaores. Trini Borrull, Laura Santelmo, son entre otros los más destacados de una época en la que las compañías de baile girarán por el mundo entero.
Pero aquí solo nos detendremos en dos gigantes del baile que vinieron a revolucionar la estética de hombre y mujer, Antonio y Carmen, Carmen y Antonio, dos nombres para la historia.