Para concluir este tema, debemos hacer mención de otros lugares que, aunque no están relacionados directamente con el flamenco, tienen un lugar reservado en la geografía jonda al ser la cuna de artistas de gran importancia. Tal es el caso de Pamplona, patria chica del genial guitarrista navarro Agustín Castellón Sabicas, o Salamanca, cuna de Rafael Farina y su hermano Calderas de Salamanca. De Castellón es, como ya hemos apuntado antes, Miguel Borrull padre, y de Burriana, también en la provincia de Castellón el gran cantaor Juanito Varea. De Valladolid era Vicente Escudero, uno de los grandes bailaores de todos los tiempos.
Del mismo modo habría que mencionar dos países europeos que también han contribuido a dibujar el cuadro general de la música jonda. Italia, cuyo género operístico sirvió de espejo en el que se miraron algunos cantaores para lograr un arte popular como el flamenco que, en cierto modo, es el bel canto andaluz. Y el otro país es Francia. La ligazón histórica de España con su vecino del norte, amén de ser el lugar de origen de la dinastía borbónica que se sienta en el trono español desde 1714, con lo que ello significa para el desarrollo cultural de un país.
También habría que mencionar a los viajeros ingleses, franceses, norteamericanos que dieron a conocer el flamenco en sus años de gestación con las descripciones que hicieron de Andalucía y sus gentes.
No olvidemos, además, la interacción que hubo con Nueva Orleáns, ciudad en la que nació el blues y su poco estudiada ligazón con la música flamenca. Pero no queremos dejar de incluirla.
Y Perú, que contribuyó seguramente en los años de la colonia cuyos rastros se pierden en el tiempo, cuando las minas de plata enriquecieron las cortes europeas, pero más recientemente ha aportado al flamenco un elemento fundamental para las corrientes más actuales de la música jonda, el cajón. Instrumento de percusión de origen peruano que ha venido a enriquecer la sonoridad del flamenco y ha venido para quedarse.
Por supuesto los países del norte de África, Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Egipto, el próximo oriente, su música está incrustada en la historia de la música española y es inseparable de sus raíces más profundas, y por ello también se manifiesta en el flamenco.
Y la India. Si es el país de origen de los gitanos, y los gitanos son tan cruciales en el origen del flamenco, no debemos olvidarnos de ese gran país, musical como pocos que, aunque haya quedado para el final de este curso, bien podría haberse situado al principio. El orden de los factores no altera el producto.
Lo que queda claro es que el flamenco no es una música insertada en la tradición andaluza por pueblos de culturas lejanas, sino que es la música mestiza por antonomasia y es el producto de una mezcla milenaria cuyas esencias comenzaron a cristalizar mediado el siglo 19 para manifestarse de forma integran en el siglo 20 constituyendo una de las música y baile más importantes de las que en el mundo son.