El tema de la geografía del flamenco plantea un problema importante cuando queremos adentrarnos en los orígenes de la música jonda, en la paternidad de los estilos, en la mayor o menor importancia de un determinado acontecimiento histórico, en determinar cuál es realmente la cuna de un género musical y bailable de tanta importancia para el mundo del arte en el mundo.
El chovinismo se ha empleado a fondo en estas cuestiones. El principio parece basarse en que si eres de Ronda, esa preciosa ciudad malagueñas es la principal en la forja del repertorio flamenco, si eres de Sevilla, con el respaldo de los cruciales momentos del devenir flamenco en esa capital, tienes todas las bazas para exigir ante el resto la maternidad de la criatura, si eres de Jerez, con el indiscutible dream team de flamencos de los que puede presumir la ciudad gaditana del vino no hay duda en dónde nació el flamenco, si eres de Cádiz… Y así hasta el infinito.
Nosotros no somos sospechosos de querer otorgar el honor a un territorio u otro, la verdad que no nos importa donde vio la luz por vez primera el género flamenco, sin embargo los datos que tenemos a nuestra disposición marcan una senda bastante definido de por dónde pueden ir los tiros en esta delicada cuestión y, sin ánimo de restarle importancia alguna a cualquier otro lugar, todo indica que los primeros rastros que encontramos de una música reconocible como flamenco, una música que si hoy la escucháramos no dudaríamos en decir: ¡Esto es flamenco!, es en Cádiz, Los Puertos y Jerez. De ahí que a estos territorios dediquemos el primer tema después de la introducción a la geografía del flamenco
Los primeros artistas de los que tenemos noticia son o gaditanos, o jerezanos, o de la Isla de San Fernando o de Puerto Real, del Puerto de Santa María o de Sanlúcar. Es un hecho, no una opinión. La historia, por mucho que deseemos alterarla, aun no siendo una ciencia exacta, perfila el pasado marcando un camino más o menos nítido y, con los datos que tenemos hasta la fecha, todo apunta a que en la provincia gaditana es pionera
El territorio que ocupa Jerez de la Frontera al este, Sanlúcar al norte, y los puertos de la bahía gaditana, Cádiz, San Fernando (La Isla), Puerto Real y El Puerto de Santa María fue el lugar donde nacieron principalísimas figuras de la historia documentada del flamenco, El Planeta, El Fillo, Manuel Molina, El Nitri, Paquirri El Guanter, Lázaro Quintana, Tío José El Granaíno, Enrique El Mellizo, Don Jose Patiño a la guitarra, Pepita Vargas al baile, con el bolero Luis Alonso, hermano de El Planeta y probablemente quien dio los primeros pasos que transformaron el lenguaje bailable de la escuela bolera gaditana de finales del siglo 18 a la flamenca de las primeras décadas del 19.
Al final de este tema hemos seleccionado los estilos que se pueden emparentar con estas ciudades de la provincia gaditana y, como veremos, ocupan la gran mayoría de los que conforman el repertorio del flamenco
En este repertorio gaditano destacamos las soleares, con sus variantes de Cádiz y Jerez, las seguiriyas, con las variantes de Cádiz, Los Puertos (el subgrupo más numeroso) y Jerez, las cantiñas, sean alegrías, romeras, o las decenas de variantes de estos cantes que no dejan de ser soleares en modo mayor
De repertorio de letras que mencionan a Cádiz podemos seleccionar la clásica que dice:
A Cai no le llaman Cai
que le llaman relicario,
porque por patrona tiene
a la Virgen del Rosario.
Y por seguir con la disputa de la paternidad del género, la discusión no se da solo entre provincias, sino entre ciudades de la misma provincia, como nos recuerda la siguiente letra:
No es menester discutir
que Cádiz tiene solera,
porque es la madre del cante
con Jerez de la Frontera.